En los últimos meses, la sociedad española ha tenido que adaptarse prácticamente a ciegas a una crisis sanitaria sin precedentes ni protocolos a seguir. Por eso, ha habido que irlos inventando sobre la marcha: hasta el desconfinamiento no se obligó al uso de mascarillas a la población y solo la semana pasada la OMS reconocía que la Covid-19 puede transmitirse por vía aérea. Una falta de certezas que también ha pillado con el pie cambiado a los supermercados, que si bien en algún momento de la pandemia establecieron el uso de guantes como obligatorio para los clientes, en las últimas semanas han ido cambiando una vez más el protocolo conforme a las recomendaciones dictadas desde Sanidad: ahora, los geles hidroalcohólicos son la mejor medida de higiene.
Y eso que los expertos llevan desde el inicio de la pandemia señalando que el uso de guantes (el mal uso, en concreto) puede convertir a los clientes de los supermercados, farmacias y el resto de establecimientos esenciales con permiso para abrir durante el estado de alarma, en potenciales vectores de contagio. Especialmente, porque los guantes solo evitan que las manos entren en contacto con superficies potencialmente infectadas, pero pueden convertirse en transmisores de bacterias o virus si el cliente se dedica a tocar absolutamente todo.
En este sentido, Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología de la Universidad Europea de Valencia, explicaba en junio a 'La Información' que, "durante toda la pandemia, no se ha hecho uso de guantes y mascarilla, y ahora, de repente, hay que ir a todos lados con guantes y mascarilla: la gente se los pone y se crean una falsa sensación de seguridad, porque lo siguen tocando todo exactamente igual y en los guantes también pueden llevar cualquier cosa". En su lugar, apunta, "bastaría con usar geles desinfectantes".
Por eso, Mercadona ha dado marcha atrás en su política de guantes obligatorios para los clientes, aunque sí se mantiene su uso en el personal de tienda, con estrictos protocolos de limpieza y desinfección. Desde hace un par de semanas y siguiendo el 'Protocolo y guía de buenas prácticas' que el Ministerio de Sanidad ha ido actualizando a lo largo de los últimos meses, la cadena de supermercados ha decidido prescindir de la medida, una tendencia a la que se ha sumado la mayoría de las grandes superficies, donde desde principios de julio el uso de guantes ha pasado a ser opcional.
Fuentes del sector recuerdan que lo que sí ha sido obligatorio desde el inicio de la pandemia es el uso de geles hidroalcohólicos, la medida que se ha demostrado más efectiva hasta ahora en la lucha contra el coronavirus. De hecho, el gran problema de los guantes es que la mayoría son de plástico o vinilo, por lo que mantenerlos como uso obligatorio para los clientes suponía además un coste medioambiental altísimo, especialmente en medio de la 'revolución verde' que afronta el sector de los supermercados y que pasa, en primer lugar, por la eliminación de las bolsas de plástico a partir de 2021 en España.
Por eso, Guillem sostiene que la hoja de ruta hacia la sostenibilidad en los comercios debe prevalecer, incluso en estos tiempos en los que la prevención sanitaria se ha convertido en la única máxima. Sin embargo, reconoce que durante la crisis "hemos consumido más plástico que nunca. Estábamos alejándonos del plástico y, de repente, la crisis nos lo ha devuelto. Mientras sea imprescindible, tendremos que seguir usándolo, pero tenemos que empezar a limitarlo en algún momento".
Tendencia en todos los supermercados
La mayoría de las grandes cadenas de supermercados coinciden en que su apuesta por la sostenibilidad sigue intacta y que en su plan de reducción de un 25% del uso de plásticos de aquí a 2025, tal y como establece la directiva medioambiental europea al respecto. Por eso, algunas como Eroski en ningún momento de la crisis han llegado a hacer obligatorio el uso de guantes para los clientes.
"Si nos situamos en los peores momentos del Covid existió por nuestra parte una recomendación a los clientes para que los utilizaran durante todo su proceso de compra. Una recomendación, que, por cierto, aplicaron posteriormente otros operadores", señalan desde la cadena vasca, al tiempo que matizan que "la obligatoriedad de usar guantes se aplica ahora mismo, en el caso de Eroski, a la manipulación de los frescos en las secciones de frutas y verduras".
Algo similar a lo que ocurre en el caso del Grupo Dia, donde ahora "los guantes son obligatorios para empleados, pero no para los clientes. A ellos les pedimos que los utilicen en la sección de frutas y verduras, y en panadería". Sin embargo, desde la compañía apuntan a un cambio en las normas internas, a raíz de la manipulación de alimentos y dinero durante la crisis: "Antes, las cajeras no tenían obligación de usar guantes y ahora sí". En este sentido, para Dia la prevención sanitaria pasa más por su propia plantilla y, por eso, "los trabajadores en tienda, a día de hoy, usan todo: guantes de vinilo y mascarilla".
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