La planta de Mercedes Benz en Álava reanudará este lunes, día 28, la producción después de que se tuviera que suspender su actividad por la falta de suministro del semiconductor que incorporan los vehículos y ha planteado la posibilidad de aplicar un ERTE si las medidas de flexibilidad existentes en convenio no son suficientes para poder afrontar nuevas interrupciones en la cadena de suministro. La compañía se ha reunido este jueves con el comité de empresa, donde ha trasladado a los sindicatos tanto la reanudación de la actividad como su intención de iniciar un periodo de consultas en torno a un ERTE
En un comunicado interno, recogido por Europa Press, la compañía ha explicado que, con independencia de que se mantiene la planificación de producción para la siguiente semana, considera "crítica" la situación de la cadena de suministro derivada de la "falta de disponibilidad" en el mercado de semiconductores. La empresa señala que ello les lleva a tener que tomar decisiones dada la "alta de incertidumbre" existente y la "falta de visibilidad a corto plazo".
Por ello, ha comunicado al comité la necesidad de abrir un periodo de consultas para la aplicación de un ERTE, de cara a afrontar esta "difícil situación", en el caso de que las medidas de flexibilidad existentes en el convenio colectivo "no resulten suficientes". En concreto, la empresa ha trasladado a los sindicatos que solo quedarían ocho días de flexibilidad, según han apuntado fuentes sindicales. La dirección ha señalado que se ven abocados a tomar esta decisión, como el resto de constructores de automóviles, ante la "escasez" de semiconductores en el mercado global.
Parada
El pasado 17 de junio, la dirección de la planta de Mercedes de Vitoria comunicó a los sindicatos y plantilla la paralización de la producción del 21 al 25 de junio por falta de suministro del semiconductor que incorporan los vehículos. En este momento, ya adelantó que su intención era poder recuperar la actividad a partir del lunes 28. La suspension de la producción durante cinco días de los tres turnos actuales supone dejar de fabricar alrededor de 900 vehículos diarios, a razón de 300 por turno, por lo que, según cálculos realizados por los sindicatos, durante esos días si actividad se habrían dejado de fabricar en torno a 4.500 vehículos.
A esta cantidad, también sumaban los miles de vehículos ya terminados pero de forma incompleta que están parados en las campas de la planta y aledaños, a la espera de que se les instale algún componente final, bien estos semiconductores o chips, pero también botonaduras de plástico para los elevalunas.
