Metro se lanza a invertir 800 millones para tener todos sus trenes en propiedad

  • La sociedad que gestiona el suburbano madrileño tiene previsto ejecutar la opción de compra sobre los 1.392 coches que explota en régimen de leasing.
Fotografía tren del Metro de Madrid con operarios / Metro
Fotografía tren del Metro de Madrid con operarios / Metro

Seis de cada diez trenes que dan servicio a la red ferroviaria suburbana de la capital no son propiedad de Metro de Madrid. En realidad, pertenecen a empresas especializadas que en su día arrendaron los convoyes en régimen de leasing a la sociedad pública que gestiona la red de metro de Madrid ante la incapacidad financiera de ésta para asumir la adquisición de los vehículos necesarios para dar respuesta a una demanda creciente. 

El grueso de esos contratos provienen de los años de vino y rosas del despliegue de la red metropolitana, entre 2000 y 2007, cuando entraron en funcionamiento el Metrosur, el Metronorte, el Metroeste y el Metro Ligero, y se ejecutó la ampliación de las líneas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10 y 11 del entramado del metro de Madrid. La ampliación sin precedentes del plano del Metro hizo inabordable el esfuerzo financiero necesario para dar atención a toda esa nueva capacidad instalada y Metro de Madrid optó por la fórmula del arrendamiento operativo para poder dar servicio a la red amortiguando en cierta medida el coste de los nuevos trenes.

Superada en buena medida la digestión de aquel intenso ciclo inversor y del desplome de viajeros (y de ingresos) que trajo consigo la crisis, Metro de Madrid se ve ahora en condiciones de recuperar la propiedad de los trenes que utiliza y en los próximos años afrontará una macroinversión de 800 millones de euros para ejecutar las opciones de compra que se incluyeron en aquellos contratos de leasing y quedarse en propiedad con todos los trenes que operan en su red, según han confirmado a La Información fuentes de Metro de Madrid.

Se trata de once contratos de arrendamiento, que suponen la cesión de la explotación de 1.392 coches -el 60% del parque móvil de Metro de Madrid, formado por 2.341 vehículos- y que irán venciendo desde este mismo año hasta 2028. La intención de Metro de Madrid es ejecutar la opción de compra en todos los contratos que la prevean y el coste de esta operación rondará, según fuentes de la compañía, los 800 millones.

"El arrendamiento de esos coches tiene un coste anual para Metro de Madrid superior a los 150 millones de euros (en concreto, 166,8 millones en 2018 según las cuentas anuales publicadas por Metro de Madrid) y en la medida en que podamos ir asumiendo la titularidad de esos trenes, lo haremos, porque reduciremos esa factura y nos saldrá mejor económicamente", aseguran fuentes de la compañía. 

Estas mismas fuentes señalan que el primer contrato en vencer será el firmado en el año 2001 con Caixa Renting para la cesión de seis unidades (36 coches) a cambio de una cuota anual de 5,9 millones de euros. El contrato vence en julio y la idea de Metro de Madrid es solicitar a la Consejería de Transportes su visto bueno para quedarse con esos trenes. Metro de Madrid ya firmó un contrato anterior de la misma naturaleza por otros 13 vehículos, que también se quedó en propiedad y terminó vendiendo al metro de Buenos Aires.

Otros 700 millones de euros para nuevos trenes

La adquisición de los trenes en situación de arrendamiento operativo en la actualidad no es el único movimiento que realizará Metro de Madrid para reforzar su parque móvil. Hace unos meses la compañía anunció una inversión de 700 millones de euros para la adquisición directa de 60 nuevos trenes, de los cuales está previsto que 32 se destinen a renovar el parque móvil actual, es decir, a sustituir trenes ya obsoletos o no aptos para el servicio en los estándares de Metro de Madrid, y los 28 restantes a reforzar la dotación de la red ante previsibles incrementos de servicio.

Las fuentes de la compañía consultadas por La Información recalcan que el repunte de la demanda y los buenos resultados obtenidos en 2018, en los que la compañía cerró el ejercicio con unos beneficios de 63 millones de euros y redujo su endeudamiento de manera significativa, sitúan a Metro de Madrid en una posición holgada para afrontar en un plazo de unos 10 años las inversiones necesarias tanto para adquirir en propiedad los trenes con los que ya opera como para encargar algunos nuevos. La compañía, de hecho, ya ha identificado las líneas en las que prevé incrementos de demanda en los próximos años y asume que tendrán que reforzar el servicio en las mismas.

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