La operación se complica

La fusión de Microsoft y Activision es la alianza más temida por el 'gaming'

El regulador de Reino Unido se ha unido esta semana a la FTC y pone en duda que la compra asegure la competencia, en un sector en el que el gigante llegó el último a la pelea entre Sony y Nintendo.

Microsoft y Activision, la compra más temida por la industria del ‘gaming'
Microsoft y Activision, la alianza más temida por la industria del ‘gaming'.
UNSPLASH

Desde la llegada de Xbox al mercado en 2001, la industria de los videojuegos ha vivido un giro radical de cara a la cooperación entre las principales empresas que lideran el sector. Para los representantes de las compañías japonesas la diferencia de patrimonio entre Microsoft, Sony y Nintendo ha generado desajustes dentro de todas las empresas que forman parte de este mercado. Pero marcas como Mario, God of War, Pokémon o The Last of Us son algunas de las franquicias más vendidas que han ido ganándose un hueco fijo en la estantería de los jugadores, creando una entidad propia con miles de referentes, que a día de hoy abarcan el 70% de las ventas, según Brad Smith, ejecutivo de Microsoft.

Sin embargo,  la empresa a la que pertenece este vicepresidente fue la última que se incorporó al mundo 'gaming' y desde el lanzamiento de la primera Xbox, Microsoft ha intentado crear su propio espacio diferenciándose de las dos gigantes de Japón que, hasta el momento, han dominado el mercado en cuestión de ventas, según los ejecutivos de la empresa estadounidense.

La última gran compra de esta compañía que apuesta por las políticas expansivas fue Activision, una desarrolladora clásica de videojuegos multiplataforma que ha dominado la industria desde hace años a través de franquicias como Call of Duty. Además, esta operación implica un desembolso total de 69.000 millones de dólares (64.363 millones de euros al cambio), reflejando un cambio en el mercado sin ningún tipo de precedente, haciendo que la competencia directa de Sony declarase que había perdido toda su confianza en Activision, ya que en el pasado ambas firmas crearon el icónico videojuego Crash Bandicoot entre otras muchas colaboraciones que llevaron a cabo.

En este contexto, tanto la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos como la Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido han mostrado su desaprobación para esta operación, ya que según el regulador británico esta operación podría “perjudicar a la competencia” al reducir la capacidad de innovación de esta empresa que tanto peso tiene en el mercado multiplataforma. Por parte de la FTC, la intervención en esta compra se ha producido para evitar riesgos que posicionarían a Microsoft en una posición ventajista sobre Nintendo y Sony, restringiendo el mercado en sus plataformas.

La falta de productos en Xbox

Por su parte, el vicepresidente de la compañía americana, Brad Smith, declaró que la compra de Activision es un beneficio para todo el sector e insiste en que sus objetivos como empresa son fomentar el crecimiento de todas las plataformas que integran los videojuegos. Incluso ha alentado que se “podrá jugar al Call of Duty en Nintendo Switch”. De esta forma, la mayoría de los consorcios federales se han puesto a favor de dicha adquisición, ya que gran parte del futuro de los juegos multiplataforma pasa sí o sí por dejar atrás el tradicionalismo de las consolas imperante desde la primera Atari en 1977.

Smith es muy crítico con Sony y las pegas que le han puesto a sus nuevas políticas desde que crearon el Game Pass. El directivo no termina de comprender la estrategia de la empresa que "indiscutiblemente" "lidera este sector en todo el planeta desde hace más de dos décadas". En una comparativa, podemos observar que estas declaraciones son fieles a la realidad del mercado. Sony es la principal distribuidora de videojuegos en Europa y Norteamérica, además sus consolas son las más vendidas desde la famosa PlayStation 2.

"Si ves el mercado global, Sony tiene 70% y nosotros el 30%. Así que la primera cosa que un juez tendrá que decidir es si la demanda de la FTC es un caso que fomentará la competencia o si más bien es un caso que protegerá al competidor más grande de la competencia", indicó el ejecutivo cuando EEUU empezó las críticas a esta operación.

Sin embargo, para Brad Smith el futuro de Xbox pasa por poder llevar a cabo más acuerdos de este tipo con firmas igual de importantes que Activision para darle una nueva postura a la industria que tanto dinero genera dentro del mercado joven. La última novedad de esta compañía pasa por “introducir anuncios y campañas publicitarias dentro de las consolas”. Afirmaciones que nunca se habían tenido en consideración hasta el momento. No obstante, esta medida abarataría los costes de cara al consumidor, que podría elegir entre pagar más por menos publicidad o disfrutar de sus juegos favoritos a un precio más asequible.

Un mercado complejo

Después de formalizar esta adquisición, los beneficios de la desarrolladora no han ido tan bien como se esperaba desde Microsoft. Desde Activision, contemplan como el conjunto de los ingresos durante el 2022 apenas alcanzan los 7.528 millones, lo que implica unas pérdidas del 14,5% en comparación con el ejercicio anterior en el que aún no se había formalizado esta compra. Asimismo, esta pérdida supone una caída del 44% en los resultados generales pese a que este año en Activision se batieron récords de venta gracias a su último juego ‘Call of Duty Modern Warfare 2’ que ha permitido solventar estas pérdidas durante el último trimestre de 2022 con un beneficio neto de 2.180 millones de euros.

Sin embargo, la división de Blizzard sí que ha conseguido sobreponerse a esta situación, ya que los ingresos procedentes de esta marca aumentaron un 90% durante el último año por la gran importancia que han adquirido juegos como Overwatch 2, el cual ha optado por el ‘free to play’ para resurgir en el mercado. Además, World of Warcraft, la marca más famosa de esta división de Activision, sigue ofreciendo una gran solvencia que supone una fuente de ingresos constantes ante las pérdidas interanuales del último trimestre desde que llegó Microsoft.

Por su parte Bobby Kotick, responsable a la cabeza de Activison Blizzard, ha defendido esta alianza con estas cifras hasta el punto en el que le ha declarado la guerra al regulador de Reino Unido, acusando al presidente del país, Rishi Sunak, de convertir su nación en el “Silicon Valley de Europa”. Para el dirigente, la competencia tiene asentado un mercado al que Microsoft no puede acceder y el hecho de que países como Reino Unido y Estados Unidos se opongan a sus operaciones solamente deja entrever lo difícil que es para Microsoft participar en países que son más propensos a Nintendo y Sony.

En cambio, la competencia continúa creciendo, ya que las últimas cifras ofrecidas por Sony muestran que sus beneficios han crecido un 5% durante el 2022 gracias a que en la industria de las consolas videojuegos como God of War Ragnarok han alcanzado los 11 millones de unidades vendidas en apenas tres meses desde su lanzamiento, estableciendo unas ventas sin precedentes para la compañía. Por otra parte, Nintendo ha presentado su último informe fiscal en el que ha confirmado que Nintendo Switch ya es la tercera consola más vendida de toda la historia, además el lanzamiento de la última generación de Pokémon con las ediciones Escarlata y Púrpura ha reflejado unas ventas de 22 millones, las cuales también han sido pioneras para la gran N.

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