Microsoft negocia con Hacienda para recortar su multa histórica de 18 millones

  • El pleito con la Agencia Tributaria, que acumula varios años, queda en suspenso después que hayan arrancado las conversaciones.
Satya Nadella presenta la nueva realidad de Microsoft
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Giro 'in extremis' en la batalla de Microsoft con Hacienda. El gigante fabricante del sistema operativo Windows y la Agencia Tributaria han iniciado una negociación para tratar de llegar a un acuerdo sobre una de las dos sanciones históricas impuestas a la compañía por su estructura fiscal con sede en Irlanda. Tras años pleiteando, la batalla judicial ha quedado en suspenso a la espera de un posible pacto. La cuantía de la multa supera los 18 millones de euros.

Microsoft recibió el golpe de Hacienda en abril de 2015. Tras investigar el Impuesto de Sociedades pagado entre los ejercicios  2007 y 2009, le exigió una regularización de 18,6 millones de euros, entre las cuotas no pagadas y los intereses de demora. Y fue ahí cuando arrancó un 'tira y afloja' judicial entre ambas partes. La compañía le exigió la ampliación de información y del expediente, algo que fue rechazado por la otra parte.

El pasado 4 de septiembre, según queda reflejado en su memoria anual, recibió una providencia del Tribunal Económico por la que se acordaba suspender la tramitación de la reclamación presentada por Microsoft. ¿La razón? Se había iniciado un "procedimiento amistoso", entre ambas partes para tratar de llegar a un acuerdo. Estas conversaciones suelen concluir, en la mayoría de las ocasiones, en una reducción de la cuota para evitar años de litigios.

¿Hay alguna previsión de recorte? Desde la compañía no han querido provisionar nada, al igual que hicieran en el arranque del proceso judicial en 2015, pues la sociedad "no puede estimar con fiabilidad los resultados" del pacto entre ambas partes.

Este giro 'in extremis' llega después de que Microsoft perdiera el pleito histórico que mantenía con la Agencia Tributaria a cuenta de la otra gran sanción que había recibido no sólo por el Impuesto de Sociedades, sino también por el de No Residentes. En esta ocasión, fueron más de 11 millones de euros que, tras la negativa del Tribunal Supremo, han tenido que ser abonados. 

Microsoft trató de frenar esta liquidación fiscal de la Agencia Tributaria, principalmente, por un retraso en las labores de inspección, pero también por posibles errores en la valoración de mercado de la comisión cobrada por la filial española a la matriz irlandesa en base al acuerdo entre ambas. No lo consiguió ni en la Audiencia Nacional ni, en última instancia, en el Tribunal Supremo.

¿La consecuencia? Ha efectuado el pago a finales de diciembre. Y eso ha llevado a la filial a tener el menor beneficio de los últimos años: 1,3 millones de euros. Todo ello, con unas ventas registradas en España que se elevaron hasta los 217 millones de euros, un 15% más que un año antes. 

Estructura fiscal de Microsoft

La estructura fiscal de Microsoft ha tenido a Irlanda como su particular 'base de operaciones'. La filial española trabajaba para ésta como comisionista, al igual que han ido haciendo otros gigantes tecnológicos como Google o Facebook. El objetivo: reducir al mínimo la factura fiscal a pagar, pues se trasladan buena parte de las ganancias a un país con una fiscalidad de empresas mucho más baja.

En 2017, Microsoft anunció que iba facturar todos sus servicios desde España (antes lo hacía en muchos casos desde Irlanda). La clave aquí seguirán siendo los precios de transferencia. Es decir, la propiedad intelectual seguirá residiendo en Irlanda, por lo que los precios que se establezcan para su explotación será decisivo para elevar o reducir sus beneficios (y por tanto su Impuesto de Sociedades).

A esta estructura hay que sumar otra pata importante: la ETVE. Son las siglas de Entidad de Tenencia de Valores. Microsoft opera desde principios del año 2000 con una sociedad así: Microsoft Holdings España. Bajo su paraguas ha ido colocando filiales europeas. ¿Por qué? Era la manera de poder repatriar millonarios dividendos a la matriz estadounidense sin coste fiscal. En el último ejercicio fiscal 2017, último con datos disponibles, logró llevar a EEUU 28 millones de euros de dividendos procedentes de la filial española y de la danesa, la única que aún se mantiene bajo el paraguas.

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