El Mobile World Congress (MWC) pende de un hilo y en el Gobierno evidencian preocupación por la posible cancelación de un Congreso que ha sufrido un sin fin de avatares en los últimos años. El equipo de Pedro Sánchez se encuentra en contacto permanece con los organizadores, GSMA, de un evento que pone a nuestro país en el foco mundial y les intenta transmitir tranquilidad. La decisión final se tomará en apenas 48 horas pero en el Ejecutivo creen que aún hay tiempo para garantizar su celebración, aunque acabe siendo un congreso descafeinado.
El Gobierno mantiene una comunicación directa con John Hoffman, CEO de GSMA, y Carlos Grau, director general de la Fundación, de cara a esa decisión que tomarán el viernes, a apenas diez días de la inauguración del Mobile. La opción del Ejecutivo de coalición es que el congreso se celebre, siempre y cuando la amenaza del coronavirus sea la misma que la actual y no vaya a más. Casa Real lo tiene planificado en la agenda del Rey, lo mismo que Moncloa en la de Pedro Sánchez y varios ministros, por lo que el plan inicial es que el jefe del Estado y los altos cargos del Gobierno se den cita el lunes 24 en la Fira de Barcelona para cortar la cinta inaugural.
Sánchez y sus ministros intentan transmitir que no hay riesgo para la salud si el Mobile acaba celebrándose y que, de hecho, se están tomando las medidas oportunas para garantizar la seguridad sanitaria. Son prevenciones también impuestas por la propia GSMA, que ha vetado la presencia en el evento de todos aquellos profesionales que hayan estado en China en las últimas dos semanas previas al congreso. Es decir, quienes quieran venir a España ya deberían haber salido del país asiático. Tampoco podrán acceder al evento quienes provengan de Hubei, la provincia epicentro del coronavirus. Y a ello hay que añadir los protocolos que se ponen en práctica en los aeropuertos españoles para evitar casos de portadores del virus.
Fuentes gubernamentales admiten, eso sí, que el Mobile depende esencialmente de que alguna de las dos grandes empresas tecnológicas asiáticas mantengan o cancelen su presencia. Se refieren a Huawei y Xiaomi como las dos marcas clave y reconocen que si una de las dos se cae en las próximas horas el congreso mundial de móviles sufriría un varapalo difícil de recuperar.
Además de las medidas de control acordadas por la organización del MWC, algunas compañías están sometiendo a sus directivos y trabajadores a protocolos adicionales para que puedan viajar a Barcelona. Es el caso de la propia Huawei, que ha reconocido que sus enviados están cumpliendo una cuarentena preventiva fuera de territorio asiático. Hay que recordar que en la edición del año pasado los visitantes y profesionales chinos representaron algo más del 5% del total.
El Gobierno, además, está suministrando información puntual a GMSA sobre la evolución de coronavirus. El Ministerio de Sanidad dirigido por Salvador Illa elabora informes diarios que son oportunamente transmitidos a los organizadores del Mobile, indican las mismas fuentes. El objetivo es intentar demostrar que España mantiene bajo control la amenaza del virus. De momento desde el Gobierno central están insistiendo tanto a la Generalitat como al Ayuntamiento de Barcelona que transmitan confianza a sus interlocutores para que no se genere psicosis y sigan produciéndose bajas.
En público, el Ejecutivo de coalición también intenta transmitir tranquilidad. "Lo que queremos y lo que deseamos es que este evento tan importante para España y para Barcelona se celebre en condiciones de normalidad y podamos compartir nuestra experiencia y seguir teniendo a España como un referente de avance tecnológico y digital, como se viene demostrando en las ferias que se han ido celebrado en años anteriores", dijo la ministra portavoz, María Jesús Montero, este martes tras el consejo de ministros. Pidió a todos "dimensionar adecuadamente la realidad de lo que sucede para no alentar una situación en la que la desinformación nos impida hacer un adecuado diagnóstico y se terminen provocando daños colaterales no necesarios".
¿Quién se atreve a cancelar el Mobile?
El Mobile de 2020 está malherido tras el goteo de firmas que comunican que no estarán en Barcelona. A 48 horas de que se celebre el consejo de administración clave de la GSMA, que tiene prevista la decisión definitiva sobre si seguir o no adelante, la nómina de empresas que han renunciado se ha engordado con nombres muy destacados. Los dos principales: Cisco, una compañía con una capitalización bursátil de más de 200.000 millones de dólares, una presencia significativa en la feria y, sobre todo, un papel destacado en el 5G, y AT&T, el principal operador de telecomunicaciones en Estados Unidos.
No es la única. Intel, el gigante de los microchips, también lo anunció este martes, junto con la china Vivo, el sexto fabricante de móviles por ventas. Esta última hace especial daño, porque se trata de una firma con sede en el país asiático, origen de la epidemia del coronavirus y 'aliado' de la organización para tratar de mantener su celebración.
El problema es, en caso de cancelarse, quién deberá pagar la factura de esa decisión. ¿Quién da el paso definitivo? ¿Las grandes operadoras de telecomunicaciones o la GSMA? Esa es la clave. Con casi una veintena de bajas a día de hoy la salida de las telecos obligaría 'de facto' a la asociación organizadora a tomar la decisión. Pero el orden en las decisiones de unos y otros se antoja clave, según confirman varias fuentes conocedoras, en el reparto de los desembolsos de indemnizaciones y costes derivados de ese frenazo, debido a las cláusulas de los contratos suscritos.
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