¿Efecto cascada?

El Mobile sufre la primera gran baja por la Covid: el gigante Ericsson no asistirá

La multinacional, uno de los grandes expositores, asegura que toma esta decisión por preservar la salud de sus trabajadores y socios.

Mobile World Congress
El Mobile World Congress tiene fecha de celebración: finales del mes de junio.
EFE

Se repite la dura historia del año 2020 para el organizador del Mobile World Congress Barcelona justo unas horas después de haber presentado su plan de seguridad. El gigante sueco Ericsson ha anunciado la decisión de no participar en la edición que tendrá lugar a finales del próximo mes de junio. "Es el reflejo de nuestro compromiso con la gestión de la pandemia desde el punto de vista de las personas y en relación a su movilidad", aseguran fuentes oficiales de la compañía. El año pasado fue el fabricante de móviles coreano LG el que dio el primero paso y supuso una cascada de bajas que llevaron a la suspensión.

La compañía sueca, que es uno de los grandes expositores con un espacio reservado de varios miles de metros cuadrados en el recinto ferial, ha asegurado que toma la decisión "en vista de los continuos efectos de la Covid y teniendo en cuenta que nuestra principal responsabilidad es la salud y bienestar de nuestra gente". La compañía insiste en que espera volver a participar en futuros eventos y "seguir colaborando estrechamente con GSMA y los socios del sector".

La decisión se anuncia por parte de Ericsson sólo unas horas después de que la GSMA, organizadora del evento, pusiera sobre la mesa el nuevo plan de seguridad que contenía 18 medidas con el objetivo de minimizar los riesgos de contagio en el recinto. Entre ellas se encontraban los tests rápidos para llegar a España o al propio recinto y cambios en las propias instalaciones para evitar aglomeraciones y tratar de mantener la distancia social.

Quedan casi cuatro meses para la celebración del evento y ya se ha producido la primera gran baja, adelantada por el medio especializado LightReading. Durante las últimas semanas, la entidad organizadora ha recibido muchas presiones de las empresas, que han mostrado sus dudas sobre los importantes riesgos vinculados a la celebración de un evento presencial en Barcelona.

Se repite la historia de 2020

El pasado año, durante el mes de febrero, se produjo un 'tira y afloja' entre la propia GSMA y las grandes empresas expositoras. La primera en dar el paso en esa ocasión fue LG y después le siguieron todas las demás: los propios fabricantes de equipos de telecomunicación como Nokia o Ericsson y las grandes operadoras de telecomunicaciones como Vodafone, British Telcom o Deutsche Telekom.

Este movimiento de las grandes operadoras europeas, que tienen un sitio preferente en el consejo de la propia GSMA, fue decisivo para que se precipitaran los acontecimientos. El 12 de febrero de 2020 se reunió el máximo órgano de decisión con la suspensión como único punto del día. Durante más de tres horas, la organización mantuvo un 'tira y afloja' con las administraciones -Gobierno central y Generalitat- para que se declarara la emergencia sanitaria por la Covid, lo que le protegería con su seguro ante reclamaciones económicas

En esta ocasión, la GSMA se juega mucho. Parte de su supervivencia está sobre la mesa. Y la razón, como apuntó La Información, es que el 'salvavidas' de 9,5 millones de euros que le lanzaron las tres grandes administraciones -Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento- con el último convenio firmado el pasado año tendrá que ser devuelto si no se celebra. El año 2020 acabó con negociaciones 'in extremis' con expositores para evitar un aluvión de reclamaciones judiciales y con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que despidió al 20% de la plantilla global de la entidad.

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