En los nuevos términos y condiciones

El Mobile se vacuna con un 'protocolo Covid' como antídoto a toda demanda

La GSMA, organizador del evento en Barcelona, exige a los asistentes renunciar a cualquier denuncia vinculada a la pandemia, incluso en casos de negligencia.

John Hoffman
John Hoffman, consejero delegado de la GSMA.
EFE

La GSMA, organizador del Mobile World Congress en Barcelona, quiere llenar el recinto ferial de L'Hospitalet de Llobregat en junio con hasta 50.000 asistentes, 35.000 de ellos españoles. Defiende que es un entorno seguro, gracias a su plan de seguridad con más de una decena de medidas con las que dice reducir al mínimo los riesgos. Sin embargo, la entidad quiere cubrirse ante posibles demandas relacionadas con la pandemia y potenciales contagios. Es por eso que, a través de los términos legales que deben aceptar los asistentes que acudan a finales del próximo mes de junio, cierra la puerta a cualquier denuncia, incluso ante situaciones de posible negligencia. 

El organismo dirigido por John Hoffman ha ido haciendo pública poco a poco la información relacionada con el evento. Primero, el pasado mes de marzo, exhibió el plan de contención con tests de antígenos y medidas en el recinto ferial. Después, con los precios de los diferentes pases para acceder al recinto y de los paquetes de estancias en Barcelona para los asistentes que lleguen de fuera de la ciudad. Ahora, tras meses asegurando en su web que los incluirían "pronto", lo hace con los términos legales y condiciones que siempre deben aceptar los asistentes.

En ese documento legal, que acaba de ser publicado en su página web y que ha sido consultado por La Informacion, se incluye un apartado exclusivo sobre la incidencia de la pandemia global. En él se establece un 'pacto legal' sobre riesgos e incidencia del virus entre los asistentes. Para empezar, tal y como cabía esperar, se exhibe un apartado en el que se le pide al asistente que reconozca y acepte que la GSMA "no puede garantizar que no se infectará con Covid-19 en el evento". "Usted entiende el riesgo de ser expuesto o infectado en relación con su participación en el evento y asume personalmente este riesgo", apostillan.

El punto más crítico es el que tiene que ver con las demandas. El asistente, ya sea un profesional independiente o una empresa, libera "para siempre" a la GSMA y renuncia expresamente a todas las posibles denuncias contra la organización, sus empleados o sus contratistas que "estén relacionadas con la exposición, infección y/o propagación del virus, tanto antes, como durante y después de la asistencia al evento en la mayor medida que permita la ley". Para tratar de cerrar la puerta completamente y precisar algo más en el texto, la organización apunta a que no se podrá presentar ninguna reclamación o demanda por lesiones personales, muerte o enfermedad. Y en este grupo, incluye "reclamaciones por negligencia, o que pueda buscar daños, ya sean conocidos o desconocidos, previstos o imprevistos".

Esta inclusión de las condiciones específicas de renuncia en su 'contrato' legal con los asistentes no se produjo en el que aceptaron quienes asistieron al que se conoce como 'Mobile pequeño', que tuvo lugar el pasado mes de febrero en la ciudad china de Shanghai. En ese documento, publicado en su web oficial, la GSMA sólo se limita a insistir en que quien acudiera al recinto debía cumplir con los requisitos de identificación mejorada requeridos por el Gobierno chino. En la página dedicada al Mobile que se celebrará en octubre en Los Ángeles (Estados Unidos) no se han establecido aún los términos y condiciones jurídicos.

Hay que recordar que el plan de seguridad planteado para esta edición, que se conoce internamente como 'Committed Community' y que ha sido elaborado en coordinación con las autoridades sanitarias catalanas, incluye una serie de medidas como pruebas de detección de Covid-19 frecuentes (a la entrada del evento, para llegar a España...). rastreo de contactos, entornos sin contacto, renovación del catering o control de la ocupación. Se duplicarán las entradas y salidas para garantizar el distanciamiento social. No fue suficiente para algunas de las grandes empresas expositoras. Ericsson no esperó ni 24 horas y anunció a principios de marzo su decisión de no acudir físicamente a Barcelona. Al gigante sueco le siguieron Nokia, Sony, LG, Cisco, Facebook, Google, Oracle o British Telecom.

Reclaman más implicación española

En la GSMA no quieren ni oír hablar de una cancelación. Al menos, una cancelación a iniciativa propia. El propio consejero delegado, John Hoffman, aseguró la pasada semana que las fechas son "inamovibles" y que se suspendería sólo en caso de que el Gobierno lo ordenara debido a la situación sanitaria por la pandemia. En el "poco probable" caso de que se detecte un positivo, insiste en que cuentan con un protocolo específico para ponerlo en conocimiento de las autoridades. El ejecutivo ha llamado a llenar el recinto con hasta 35.000 asistentes españoles (el aforo máximo es de 50.000). "Tenemos la oportunidad, el espacio, llevemos a aquellos que puede que no hayan tenido la oportunidad de participar, llevémoslos a las puertas y mostremos al mundo que esto es la zona cero para la recuperación", añadió.

En las últimas semanas se han puesto todas las medidas sobre la mesa para tratar de salvar el evento. Primero con una rebaja más que significativa en los precios de los pases de hasta un 25% respecto a los del año pasado. Y luego con una en la que el Gobierno ha tenido mucho que decir: se permitirá viajar a España a los inscritos en el MWC, aunque provengan de fuera del territorio de la Unión Europea. Lo hizo incluyendo a estos trabajadores como "altamente cualificados", para quienes las restricciones de entrada no se contemplan. Las administraciones lanzaron a la organización un 'salvavidas' financiero de 9,5 millones de euros -correspondiente a la 'comisión' que reciben por celebrar el evento en Barcelona- a mediados del año pasado pese a no haber celebrado esa edición. En caso de que no se celebre este 2021, tendrá que devolver esa cantidad de dinero público.

Quedan algo más de dos meses para la celebración del mayor evento tecnológico español. La cuenta atrás ya ha comenzado. La GSMA sigue adelante, pese a la presión de las grandes compañías tecnológicas y algunas de las operadoras de telecomunicaciones clave en el escenario internacional. Y lo hace con una cobertura legal que supone una verdadera vacuna para evitar posibles demandas por parte de los asistentes. 

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