Telnet, primera baja española

El Mobile retrasa hasta este viernes en una cumbre la decisión sobre la feria

Los dueños del Mobile dejan a las grandes telecos la 'patata caliente' de bajar la persiana
Los dueños del Mobile dejan a las grandes telecos la 'patata caliente' de bajar la persiana

Una nueva prórroga para analizar qué hacer con el Mobile World Congress ante el temor por el avance del coronavirus. La GSMA, organizadora del evento, ha retrasado esa decisión hasta el próximo viernes, donde hay ya fijada una cumbre del consejo de administración. Llevarlo hasta esa fecha es extender al máximo los plazos, lo que haría prácticamente imposible la cancelación por parte de las grandes compañías de telecomunicaciones.

El pulso entre la GSMA y las grandes operadoras continúa. La primera ha decidido poner la 'patata caliente' de la decisión en compañías como Telefónica, Vodafone, Orange o Deutsche Telekom, al no mover ficha y tomar una decisión en firme. Y en este contexto lleva hasta el viernes, apenas una semana antes de la celebración de la feria, la reunión de su consejo de administración para decidir si, finalmente, se cancela.

Todas las fuentes consultadas por La Información confirman que en caso de que de esa reunión saliera la decisión de cancelar habría poco margen de maniobra para suspender, ante la cercanía en el tiempo de la inauguración oficial el próximo 24 de febrero. De hecho, ya hay algunas operadoras que trabajan en el recinto ferial de Hospitalet de Llobregat para levantar sus propios expositores. Fuentes del sector de las telecos aseguran que será difícil que no haya una decisión en firme de las compañías antes de ese viernes.

En estos días, en los que la presión no ha dejado de crecer por la oleada de cancelaciones de diferentes multinacionales, la GSMA no ha logrado tranquilizar con las medidas planteadas, entre las que se encuentra el veto a asistentes chinos que no lleven al menos 14 días -periodo de incubación del coronavirus- fuera del país. El temor al contagio masivo sigue muy vivo entre las diferentes compañías.

Este movimiento de la GSMA se produce justo después de que se hayan sumado más bajas significativas de compañías en la feria. En concreto, el gigante estadounidense de microchips Intel ha anunciado que no acudirá ante el riesgo de contagio por el coronavirus. Y llegan los primeros fabricantes de móviles chinos: Vivo, en el 'top 5' de vendedores, han seguido sus pasos, pese a las presiones del Gobierno del país.

Estos últimos y se unen a los que ya han desistido oficialmente de asistir como Ericsson (que contaba con un espacio de 6.000 metros cuadrados para su gran expositor), Nvidia, Amazon, Sony o la teleco japonesa NTT Docomo. En total, entre todas sumaban más de un 10% del espacio expositivo de la feria que tiene lugar en la ciudad condal. En esta lista, una de las más recientes ha sido la aragonesa Telnet Redes Inteligentes, primera firma española en retirar su stand, quien ha argumentado su decisión alegando que las personas son "las piedras angulares" de la empresa, en clara alusión a la seguridad de su plantilla.

La GSMA analiza, al igual que las grandes operadoras, cuáles son las implicaciones económicas y jurídicas de una posible cancelación. Los contratos que las diferentes empresas han firmado con la organizadora para ocupar los estands y realizar las actividades juegan un papel clave. Equipos de abogados llevan días analizando las cláusulas y qué implicaciones (tanto en inversión, como legales) tendrían para las compañías dar este paso de manera unilateral basándose en una causa de fuerza mayor.

Emergencia internacional

Todos estos movimientos se producen apenas una semana después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la emergencia internacional por el brote de coronavirus surgido en China. Un brote que ya ha acarreado más de un millar de muertes en el país asiático y más de 40.000 personas contagiadas, según los últimos datos aportados por las autoridades chinas.

Los ministros de Sanidad de la Unión Europea (UE) tienen previsto abordar la respuesta común durante una reunión que se celebrará el próximo jueves en Bruselas. Reino Unido no ha esperado y lo ha declarado como una amenaza "inminente", lo que le permite, según su legislación, tomar medidas más drásticas para controlar el avance de esta epidemia.

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