Moncloa ha encendido todas las luces de alarma alrededor de Iberia. La situación en la que podría quedar la compañía de hacerse efectivo el Brexit preocupa sobremanera al Ejecutivo de Pedro Sánchez. De hecho, tanto es así que, según confirman fuentes gubernamentales, desde Moncloa están trabajando a la desesperada y se ha dado instrucciones a la Abogacía del Estado para alumbrar una fórmula jurídica que permita a la compañía blindarse frente a los problemas que puedan surgir y hacer bandera de su 'españolidad' frente a la Comisión Europea.
En este sentido, desde el Ejecutivo socialista se plantean varias opciones, entre las que suena con fuerza la posibilidad de aprobar de forma inminente un real decreto que ofrezca a Bruselas una salida razonable. ¿Cómo? Los flecos aún no están cerrados, pero desde Moncloa confían en poder demostrar la 'españolidad' de la compañía, lo que a todas luces implicaría un movimiento societario que trasladara la mayoría del capital de Londres a Madrid. Un planteamiento que necesita el aval de IAG, al menos durante un periodo transitorio. Esa es también la esperanza que se alberga en la Comisión Europea al más alto nivel.
Según publicaba esta semana El Confidencial, Bruselas -a través de la Comisión Europea- estaría sopesando dar una prórroga a Iberia con la condición de que se produjesen cambios en el accionariado. Son precisamente estas modificaciones que atañen a los dueños de las acciones las que ocupan la mente del Ejecutivo en este momento. "¿Cómo hacer que la compañía vuelva a tener capital español?", señalan fuentes conocedoras del procedimiento.
Y ese es el problema principal con el que cuenta Iberia. En caso de que se cumplan las peores previsiones con respecto a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, las consecuencias para la compañía serían de lo más dañino. La razón reside en el origen del capital de la compañía -es necesario que los operadores demuestren que, al menos, la mitad de él está en manos de miembros de la UE-. Una tarea más que difícil para la firma si finalmente se produce el 'divorcio'.
De esta forma, Iberia perdería el derecho a operar la mayor parte de sus vuelos -solo podría hacerlo en aquellos que tengan origen o destino dentro del territorio británico-. Si definitivamente se lleva a cabo de esta forma la salida de la Unión Europea, la aerolínea perdería la mayor parte de su negocio, ya que este se basa en la conexión del territorio español con el resto de Europa y con latinoamérica.
La fecha que está sobre la mesa para la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el próximo mes de marzo, está cada vez más cerca. Por ello, desde los despachos de Moncloa trabajan a contra reloj y buscan una salida cuanto antes. Desde la compañía lo han intentado de todas formas, incluso llegaron a argumentar que más del 50% de sus derechos políticos estaban en manos de El Corte Inglés para tratar de defender su 'españolidad'. Pero el argumento, tal y como publicó Financial Times, no convenció en Europa.
Esta situación se ve además agravada por las zancadillas que constantemente le ponen a la 'española' sus principales rivales en gran parte de las rutas, Lufthansa y Air France. Estas firmas han visto una ocasión propicia para destronar a Iberia de su predominio incontestable como transportista natural entre Europa y Latinoamérica y no cejarán en el empeño mientras vislumbran cómo el Brexit podría llevarse a Iberia por delante.
Las maniobras del Ejecutivo de Pedro Sánchez tienen por tanto más significado político y comercial que puramente societario. Los socialistas tratarían con todas las maniobras legales a su alcance de salvar a la aerolínea 'española' -pese a que su capital no lo sea- de las garras del Brexit.
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