Otro día complicado para Elon Musk en los mercados. Los inversores volvieron a castigar al fabricante de vehículos eléctricos Tesla con caídas que llegaron a rozar el 10%. Las razones: una producción ligeramente inferior a la prevista por los analistas… y un recorte de precios para todos sus modelos en Estados Unidos. La rebaja iba destinada, en teoría, a paliar el recorte de las ayudas fiscales a la compra de eléctricos en este mercado. Pero ha avivado los fantasmas de una demanda estancada entre las dudas sobre su capacidad de hacer rentable el modelo.
El Congreso de los Estados Unidos aprobó a finales del año pasado una revisión fiscal con la que se recortaban las ayudas a la compra de coches eléctricos (de 7.500 dólares). Entraba en vigor este martes. Un día después Tesla anunció que reducía 2.000 dólares el precio de todos los vehículos. Desde la empresa aseguran que el objetivo es ayudar al comprador a compensar esa ausencia de créditos fiscales.
Pero los inversores lo interpretaban como una señal de una demanda estancada. Según explicaban varios analistas a CNBC, parte de los accionistas han entendido que tras esta medida hay una necesidad de avivar el interés en sus modelos eléctricos. El propio Tusk insistió en octubre que su foco está en cumplir con los pedidos del Model 3 en Europa y China en los primeros meses de este año para tratar de compensar la caída de la demanda en Estados Unidos, su principal mercado.
Las cifras de la demanda
Una de las cifras que refleja esa falta de demanda la dio a conocer el medio especializado Electrek, citado por la agencia Reuters. A cierre del año, Tesla contaba con más de 3.000 vehículos Model 3 en ‘stock’ sólo en Estados Unidos, que no lograron vender durante el trimestre. A esto hay que sumar el incumplimiento del objetivo de entrega de unidades durante todo el ejercicio de los otros modelos S y X, los más caros. Vendió 99.394 unidades, frente a las 100.000 que habían previsto.
Otras voces quieren restar importancia a esta menor producción en las fábricas del gigante estadounidense. El analista de Consumer Edge Research, James Albertines, explica a la agencia Bloomberg que la demanda “no es un problema, ni tampoco la competencia en el sector de los eléctricos”.
Hay mucho en juego este año 2019. Es el ejercicio clave para la compañía y también para su máximo directivo. Deberá cumplir con unos objetivos muy ambiciosos de producción de vehículos, tanto en Estados Unidos como en el resto de mercados, con un balance financiero en un estado delicado que podría acarrear la necesidad de acudir al mercado para lograr más liquidez.
Las ventas no despegan en España
Mientras en Estados Unidos Tesla vive con la presión de los inversores y las dudas sobre si sus expectativas de demanda son realistas, en España, las ventas no despegan. Al contrario. A la espera de que en este 2019 lleguen las primeras unidades del Model 3, el modelo con el que aspira a dar el salto, en el conjunto de 2018, Tesla ha comercializado un 16,5% menos de unidades que un año antes. Uno de los motivos, que en ese 2017 fue cuando se nutrieron de Tesla las plataformas de licencias VTC, como Uber.
En total, Tesla vendió el pasado año en España 323 unidades, según las cifras que comunicaron este miércoles las patronales del sector. De ellas, 163 fueron del Model S, su berlina (un 27,5% menos que en 2017); y otras 160 del Model X, su ‘todocamino’ de lujo. De este último (que no está en Uber) sólo vendió un 1,23% menos que en 2017.
Si Tesla quiere crecer en España tendrá que hacerlo abrazándose al Model 3. De momento, la variante más barata de su modelo más pequeño (y económico) no tiene fecha de aterrizaje. Se trata de una unidad con motores Mid Range, con una capacidad de conducción de hasta 418 kilómetros sin necesidad de recargar sus baterías y que debería rondar los 44.000 euros.
El primer Model 3 que llegará, previsiblemente, en la primera mitad del año (para quienes reservaran el modelo hace meses), será el Long Range Dual Motor, con autonomía para más de 540 kilómetros y un precio que estará más cerca de los 60.000 euros. Tesla está lejos de ser ‘low cost’ en España.
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