Nadal logra el apoyo sindical a sus planes energéticos tras 13 reuniones en un año

  • El Ministerio ha recurrido a la vía del decreto para impedir el cierre de centrales ante la falta de respaldo de las fuerzas políticas en el Congreso
Álvaro Nadal (izquierda), en la reunión con representantes de UGT.
Álvaro Nadal (izquierda), en la reunión con representantes de UGT.

Han sido 13 reuniones en poco más de un año. Y han dado resultado. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, y su secretario de Estado, Daniel Navia, han logrado un apoyo sindical explícito a su apuesta por intervenir en el mercado para controlar -y en su caso impedir- el cierre de centrales tras mantener una media de un encuentro al mes en el último año, según datos del propio Ministerio. No se trata sólo de apoyo. Nadal pretende que los sindicatos -especialmente UGT- presionen a los partidos más afines en el Congreso para que apoyen los cambios legislativos que propone su departamento.

El cortejo de Nadal y de su segundo Navia a los sindicatos intenta cambiar el escenario de falta de apoyo el Parlamento. En los últimos meses, tanto el ministerio como el Grupo Parlamentario Popular han buscado acuerdos con otras fuerzas políticas para consensuar una nueva regulación sobre cierre de centrales. No lo han logrado y el ministerio ha tenido que recurrir a la vía del decreto para concretar sus planes.

Los partidos, desde Unidos Podemos al PSOE, pasando por Ciudadanos, han dejado sólo al Gobierno en su defensa del carbón y la probable extensión de la vida útil de las nucleares. En noviembre, los tres partidos mencionados impulsaron una moción -aprobada por mayoría- en la que instaba al Gobierno a retirar ayudas a las centrales más contaminantes.

Los sindicatos como bálsamo

Por eso, el apoyo sindical es un bálsamo. Tras la reunión mantenida por Nadal con representantes de la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, el sindicato anunció que pondrá en marcha una ronda de reuniones con partidos políticos a nivel nacional y con las autonomías afectadas "para que apuesten por el mantenimiento" del 'mix' eléctrico.

El cortejo ha dado resultado. Nadal inició su mandato ministerial con reuniones con los secretarios generales de UGT y de CC OO. Y las reuniones con sindicalistas de UGT, CC OO y USO en las cuencas mineras han sido continuas.

El ministro cuenta con que la presión de las autonomías más afectadas por el posible cierre de explotaciones y de centrales, así como la que realicen las organizaciones sindicales de las zonas afectadas, faciliten la aplicación de sus planes. El responsable de energía del Gobierno sabe también que hay resquicios por los que intentar convencer.

Intervención en el mercado

Las empresas eléctricas, así como las organizaciones ecologistas y medioambientales se oponen a sus planes para intervenir en el mercado y controlar el cierre de instalaciones. Pero el frente no es homogéneo. Hay sensibilidades distintas.

Quedó claro por ejemplo en la intervención de fin de año del presidente de Asturias, el socialista Javier Fernández. En su discurso, Fernández dijo que "es imprescindible contar con un suministro eléctrico competitivo, estable y predecible. Y ese objetivo no es compatible con el cierre precipitado de las centrales térmicas que integran el polo energético que hoy existe en Asturias". La frase coincide palabra por palabra con el ideario de Nadal.

Distintas sensibilidades

Sucede que en el PSOE conviven sensibilidades distintas en lo que se refiere a energía. Javier Fernández, que dirigió la gestora socialista durante ocho meses, negoció la elección del exministro socialista Luis Atienza para la comisión de expertos del Ministerio de Energía. También la de Alberto Carbajo como consejero de Red Eléctrica de España. Ambos son defensores del mantenimiento de todas las tecnologías en el mix energético, en línea con las políticas que defendieron otros destacados dirigentes como Claudio Aranzadi, Juan Manuel Eguiagaray o incluso Alfredo Pérez Rubalcaba.

Pero los sindicalistas de UGT tendrán que intentar convencer al nuevo equipo socialista. Y en cuestiones de energía, ese equipo está alejado de la vieja guardia. Sus posiciones son claras: sustitución gradual de térmicas de carbón y nucleares por renovables, autoconsumo, auditoría del sector eléctrico y la ecología como seña de identidad del socialismo democrático. Nada que ver con los planes de Nadal.

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