Suministro garantizado

Naturgy gana tiempo y trata de cambiar la fórmula de precio del pacto con Argel

El grupo limita a 2022 la revisión del contrato con Sonatrach frente al habitual compromiso por tres años y logra margen para convencer a su socio de sustituir el Brent como índice para su acuerdo comercial.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, durante un encuentro empresarial CEOE-CEPYME
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, durante un encuentro empresarial CEOE-CEPYME
Europa Press

Fumata blanca en Naturgy... pero solo para un año. La primera gasista española ha conseguido el arreglo menos malo después de la travesía por el desierto que ha supuesto la negociación con Sonatrach para la revisión del megacontrato de suministro de gas natural. El grupo que preside Francisco Reynés ha conseguido un arreglo que beneficia, a priori, tanto a la compañía como al conjunto de los consumidores, pues limita el subidón de precios a los volúmenes importados en el conjunto de 2022. Una diferencia sustancial respecto al habitual acuerdo por tres años que venían sellando ambos socios. Una solución excepcional que otorga margen a Naturgy para convencer a Sonatrach de cambiar la fórmula de precio del acuerdo marco.

Naturgy tenía dos opciones. Cumplir con la costumbre y fijar la factura de las importaciones de 2022 -con carácter retroactivo desde enero, cuando venció el último contrato-, y 2023 y 2024 a un precio históricamente alto por el efecto de la guerra en Ucrania. O apostar por una mejora de la coyuntura, pagar solo la subida de 2022  y esperar a fijar el precio para los dos años siguientes a medida que avancen los acontecimientos. La compañía se ha decidido por esta última.

Reynés viajó este jueves a Argelia. Esa misma mañana, el primer espada de Naturgy preparó el terreno ante empresarios y medios convocados a un desayuno organizado por CEOE. "El nuevo acuerdo con Argelia no es una buena noticia completa", anticipó el directivo en el encuentro. Poco después, se subía a un avión en Barajas para sellar el trato con el consejero delegado de Sonatrach, Toufik Hakkar. "Ambas compañías continúan negociando en el marco de las cláusulas contractuales los precios aplicables a partir de 1 de enero de 2023", comunicó la gasista a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) horas más tarde.

El impacto del sobrecoste del nuevo contrato, que Naturgy empezó a provisionar hace meses, queda en el terreno de la confidencialidad. La empresa sí ha apuntado que el precio acordado tiene en cuenta las condiciones del mercado. Esta generalidad cobra especial relevancia en la coyuntura de precios desorbitados que ha marcado el año en curso. Es aquí donde Naturgy puede ganar terreno de cara a la próxima revisión

Solo ambos socios conocen el precio final y el índice al que está referenciado el contrato de abastecimiento que, desde hace más de dos décadas, se aplica al volumen de 5 bcm (5.000 millones de metros cúbicos) que las dos energéticas intercambian anualmente en el marco de su alianza comercial. El trato tiene vigencia hasta 2030. El índice de referencia mayoritario con el que se fijan los contratos de gas en Europa es el mercado holandés TTF (Title Transfer Facility)

Si bien, distintas fuentes del sector convienen en conversaciones con La Información que este índice es habitual en los acuerdos industriales y apuntan que el contrato con Sonatrach estaría referenciado al Brent. El debate sobre qué mercado debe servir de punto de referencia para marcar el precio del gas ha estallado en la Comisión Europea, donde la escalada del coste de la energía se ha convertido en una prioridad legislativa.

En Bruselas ha estallado el debate sobre el índice que debe tomarse como referencia para marcar el precio del gas en Europa al calor del shock energético

Desde el Ejecutivo comunitario han empezado a sacar los colores al TTF, instalado desde hace meses en máximos históricos. Bruselas entiende que ya no refleja el equilibrio entre oferta y demanda. Reynés opina lo mismo. Así lo aseguró el primer ejecutivo de Naturgy en el encuentro empresarial de este jueves en Madrid, poco antes de anunciar el nuevo acuerdo con Sonatrach. Por la mañana Reynés afirmó que el índice holandés "es poco líquido en lo físico y excesivamente especulativo en lo financiero".

La alternativa que gana arrestos en la gasista española es el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) que se mantiene por debajo de los valores previstos para el TTF. Esta diferencia, así como la menor volatilidad del Mibgas, serviría a Naturgy para aliviar el rejón de la revisión al alza del contrato argelino. 

A los precios actuales del TTF -el promedio para 2022 se sitúa en 194,5 euros/MWh-, el valor de los 5.000 millones de metros cúbicos que importa Naturgy anualmente superaría los 10.100 millones de euros. Con todo, el presidente de la gasista insiste en que la negociación continúa y tranquiliza: "No debemos ponernos nerviosos, el suministro está garantizado".

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