Movimiento de los fondos

IFM tienta a CVC para que venda en la OPA y no descremar a Naturgy en bolsa

El fondo de pensiones australiano quiere que Javier de Jaime (CVC) vaya al periodo de aceptación para culminar con éxito la operación. Evitaría que la energética se quedara sin free float.

Un operario limpia la cristalera de la sede de Naturgy
Un operario limpia la cristalera de la sede de Naturgy.
Europa Press

Con la confianza de que el Gobierno dé luz verde a la autorización a la OPA de IFM sobre Naturgy, los accionistas empiezan a pensar en si vender su participación al fondo australiano es una buena idea. Sobre el tablero, mueve ficha Criteria, quien ya anunció que no solo no iba a vender, sino a incrementar su participación en la compañía. Pero el resto de propietarios, principalmente dos fondos financieros, no tienen los mismos intereses. Especialmente uno de ellos: CVC Capital Partners. El fondo de capital riesgo está siendo tentado por el fondo de pensiones australiano para que se deshaga de su participación una vez se inicie el periodo de adhesión, según las fuentes consultadas.

Hay varias razones para que finalmente suceda. La principal es que el fondo de capital riesgo capitaneado en España por Javier de Jaime, que maneja su 20% de la energética a través de Rioja Luxembourg junto a la familia March, entró en 2019 en la compañía a un precio de 20 euros por título y ahora podría vender por 22,7, multiplicando así su inversión inicial y recogiendo plusvalías. En concreto, de acuerdo a la información de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su paquete accionarial asciende a más de 4.000 millones de euros.

Un sí de CVC haría triunfar la OPA. Con una oferta dirigida al 22,69% del capital de Naturgy, el mínimo de adhesión necesario es del 17% de los accionistas, porcentaje que quedaría perfectamente cubierto con el paquete de títulos del fondo de inversión, que daría por concluido su periodo en la compañía tres años después de comprar a Repsol el paquete de acciones en entonces Gas Natural. En los últimos años, CVC ha apostado en España por compañías como Cortefiel, Deoleo y Vitalia Home y también ha salido de otras como Abertis y Grupo Zena (VIPS).

El segundo motivo es que el sí de CVC permitiría que la compañía no perdiera gran parte de la liquidez (free float) que tiene en bolsa y que, en parte, le ayuda a pertenecer el selecto club del IBEX 35. En contra de mantener la mayoría del capital (aproximadamente un 60%) en manos de socios financieros -CVC, GIP e IFM- la salida de un fondo por la llegada de otro mantendría un equilibrio más sano para la compañía sobre el parqué. Ahora mismo el capital de Naturgy que circula libre en bolsa es del 27,9%, lo que invita a pensar que una reducción de éste podría obligar al Comité Técnico del IBEX a intervenir y sacar a la compañía del selecto índice.

Todo ello sabiendo que Criteria ya ha dado su negativa a vender en la OPA de IFM. El brazo inversor de La Caixa quiere permanecer en el capital y ha empezado una escalada de compras con pequeñas y continuas adquisiciones para hacerse fuerte. Las últimas operaciones llegaron al cierre de esta semana, según los datos del supervisor bursátil, y le llevaron alcanzar el 25,6% del capital de la compañía presidida por Francisco Reynés. Las compras han coincidido con el repunte de la compañía en bolsa, que ha alcanzado el precio de OPA (22,73 euros por acción). 

A la espera del sí del Gobierno

Pero primero hay que esperar a la postura final del Gobierno. Su respuesta se ha demorado más de cinco meses desde el anuncio oficial de la oferta pública de adquisición (OPA) a finales de enero. El Ejecutivo es consciente de que puede hacer uso del escudo anti-opas, creado con motivo del coronavirus para evitar que fondos internacionales con mucho músculo financiero adquirieran compañías estratégicas españolas a precio de saldo, aprovechando su debilidad en bolsa por la pandemia mundial. También que la venta de una energética como Naturgy es muy delicada. Representa más de la mitad del mercado de gas español, es el tercer operador eléctrico del país y maneja negocios sensibles como el gasoducto directo con Argelia.

Pero el Gobierno también es consciente de que IFM es un fondo de pensiones con vocación a largo plazo y nula reputación como especulador. Aunque en el momento de conocer la oferta Naturgy la calificó como "no solicitada", los principales representantes del inversor australiano reiteraron que no tienen intención de entrar en la compañía para trocearla. Así, Jaime Siles, el hombre del fondo en España, ha defendido en los últimos meses la apuesta de IFM por empresas españolas en las que aterrizó hace años y todavía se mantiene, como Aleática (la antigua OHL Concesiones) y Aqualia.

Con estos ingredientes sobre la mesa, todo apunta a que el Gobierno, que ha tenido sus divisiones internas por la falta de consenso en la decisión sobre este asunto- desde los ministros de Unidas Podemos hasta los propios integrantes del PSOE -, dará su visto bueno en las próximas semanas. La previsión es que el plácet de Moncloa no se demore más allá del 3 de agosto, fecha para la que está programada la última reunión del Ejecutivo antes de las vacaciones de verano.

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