Naturgy pugna con Engie y los fondos por hacerse con los activos en venta de EDP

  • La empresa portuguesa analizará las ofertas en la reunión del consejo de administración convocada para el jueves día 25 en Lisboa.
Colombia tienta al socio chino de EDP con idea de endosarle Electricaribe
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Naturgy está dispuesta a echar el resto en la puja por hacerse con los activos de generación hidráulica y redes de distribución que Energías de Portugal (EDP) ha puesto a la venta a través de los bancos de inversión UBS y Morgan Stanley. La primera criba entre los potenciales interesados tendrá lugar el jueves día 25 con motivo del consejo de administración que la empresa lusa celebra en Lisboa. Su principal competidor es la empresa gasista francesa Engie, con la que la propia EDP acaba de aliarse en una joint venture al 50% dentro del segmento de negocio de eólica marina, tanto flotante como fija.

La propuesta de venta ha sido repartida a la totalidad de los agentes energéticos que operan en el mercado español, si bien tanto Endesa como Iberdrola se han mostrado reacias a participar en una operación que tiene también como competidores a los grandes fondos de inversión activos en el sector eléctrico. Entre estos últimos destaca la firma canadiense Brookfield, que acaba de pagar 450 millones de euros por el 50% de X-Elio, la antigua filial de renovables de Gestamp, que la empresa de la familia Riberas vendió a KKR en 2015.

El golpe telegrafiado de la CNMC a la retribución de las redes de distribución de gas en España puede provocar un replanteamiento general de las inversiones de Naturgy pero precisamente por ello la compra de activos en Portugal permite una interesante alternativa de diversificación geográfica que, a juicio de los analistas del sector, constituye un acicate para la compañía que preside Francisco Reynés. Otra cosa es que la oferta vinculante que debe presentarse formalmente antes de finales de julio sea lo suficientemente atractiva para desplazar al resto de rivales. En principio, el importe de la operación se estima en torno a los 2.000 millones de euros.

El programa de desinversión de activos de EDP se inscribe dentro del plan estratégico que la compañía lusa presentó en Londres el pasado mes de marzo y en el que están previstas ventas por valor de 6.000 millones de euros durante los próximos tres años. Esta política de adelgazamiento, que previsiblemente terminará afectando a algunos de los activos que la empresa posee también en Asturias, tiene por objeto cambiar el mix de generación para incrementar la posición del grupo en el segmentos de energías renovables con una clara proyección en los mercados internacionales y, especialmente, en Estados Unidos.

La orientación del futuro desarrollo corporativo de EDP es impulsado por el fondo activista Elliot Management, con una posición relativa en el capital del 2,9%, pero con fuerte ascendente en la gestión de la compañía dada su oposición abierta a la OPA de China Three Gorges (CTG), que finalmente fue abortada el pasado mes de abril. La fallida toma de control del gigante asiático ha dejado a los responsables de la eléctrica portuguesa en una situación ciertamente inestable, obligados a trabajar con accionistas que muestran intereses claramente enfrentados entre sí pero que coinciden en su deseo de transformar la estructura de producción de la compañía.

China Three Gorges no arroja la toalla

Quizá de ahí que el consejo de supervisión que preside Luís Amado, antiguo ministro socialista de Portugal durante la presidencia de José Socrates, haya empezado a mostrar su preocupación ante lo que entienden el principio de un proceso de desmantelamiento y troceo de la compañía. La principal voz de alarma dentro de este órgano de control ha sido emitida por algunos de los más ilustres consejeros independientes de EDP encabezados por la también exministra y antigua administradora de Caixa Geral de Depósitos, María Celeste Ferreira Lopes Cardona.

El consejo de supervisión, máximo órgano de gobierno por encima incluso del comité de dirección, fue asesorado por la oficina española del banco de inversión Lazard ante el debate que suscitó la oferta de CTG. Una vez resuelta la crisis interna que produjo el anuncio de la OPA en mayo de 2018 el problema de fondo que subyace en EDP no es otro que buscar un punto de entendimiento con el inversor asiático. A fin de cuentas, China Three Gorges no ha arrojado la toalla en la empresa y aunque ha tenido que replantear su ofensiva sigue siendo el primer accionista de referencia con una participación cada vez más cercana al 30% del capital de EDP.

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