Los hoteleros han sido sin duda uno de los gremios que peor lo han pasado durante la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus. La aparición de la Covid-19 provocó el cierre de todos los establecimientos con el decreto del estado de alarma y, después, han operado a medio gas ante la caída del turismo. Todo ello ha provocado que la mayoría arrojen pérdidas y necesiten inyecciones de capital para salir adelante, como ha sido el caso del hotel Las Dunas, un cinco estrellas a pie de playa en Estepona (Málaga).
Félix Revuelta, presidente de Naturhouse, ha sido el encargado de inyectar alrededor de 2,77 millones de euros en Healthouse Sun SL, la sociedad bajo la que se integra el hotel Las Dunas. Además, el también presidente y fundador del club de fútbol de la U.D. Logroñés ha reorganizado los negocios que tenía en el sector inmobiliario. Acaba de integrar en dicha sociedad a través de una absorción a Ferev Real State, dedicada a la compraventa de activos inmobiliarios, según consta en el Registro Mercantil.
Esta inyección de liquidez se ha producido tras el impacto de la Covid-19, pero la realidad es que la sociedad no ha arrojado resultados positivos en los últimos años. Desde que se constituyera la sociedad Healthouse Sun a finales de 2013, los 'números rojos' han sido la tónica dominante y en el acumulado la firma ya se ha dejado alrededor de nueve millones de euros. En su último ejercicio presentado, el de 2019, las pérdidas se elevaron desde los 1,71 hasta los 2,51 millones, pese a que la compañía elevó su facturación un 50%, hasta los 2,72 millones de euros.
Estas pérdidas es lo que ha provocado que el empresario haya tenido que ampliar capital. Tal y como consta en sus cuentas anuales y siguiendo el principio de empresa en funcionamiento, "la sociedad ha incurrido en pérdidas significativas en los últimos ejercicios y al 31 de diciembre de 2019, el patrimonio neto es negativo en 2.520.431,83 euros. En estas circunstancias la normativa mercantil obliga a que se convoque Junta General para que se adopte el acuerdo de disolver la sociedad, a no ser que se incremente o reduzca el capital social en la medida suficiente".
Este no es el único 'quebradero de cabeza' para Revuelta. Naturhouse, cotizada de la que es máximo accionista con un 76,72% del capital, tampoco levanta cabeza. La franquicia del sector dietético marcó mínimos históricos en el Mercado Continuo a finales del mes de octubre y su capitalización es de poco más de 100 millones de euros, lejos de los 360 millones en los que salió valorada en su salida a bolsa a mediados de 2015. No obstante, en este 2021 ha conseguido dejar atrás las caídas y repunta ligeramente por encima de los dos dígitos.
Naturhouse, al igual que el hotel Las Dunas, ha acusado la crisis provocada por la Covid-19. La compañía, que presentará resultados en las próximos días, vio como desde enero a septiembre sus ventas se desplomaron un 33,5%, hasta los 43 millones de euros, mientras que su beneficio se contrajo un 36,7% y se situó en los 7,4 millones de euros. De hecho, la compañía tuvo que llevar a cabo una suspensión temporal del 85% de los trabajadores, que se beneficiarán de las ayudas por parte del Gobierno y, al igual que hicieran muchas cotizadas, suspendió el pago de dividendos para maximizar su tesorería y reforzar su fortaleza financiera.
La compañía destacó que en el tercer trimestre se produjo la recuperación del negocio, tras un segundo trimestre fuertemente marcado por la crisis sanitaria de la Covid-19. De hecho, dicho impacto obligó a la cotizada a apretarse el cinturón y en palabras de Félix Revuelta "ya estamos viendo cómo las medidas aplicadas por Naturhouse para la contención de costes operativos están dando sus frutos". La compañía, que en 2019 decidió digitalizar su modelo de negocio, prevé comenzar a operar este año, tanto de forma online como con venta presencial, en tres nuevos países: Irlanda, República Dominicana y Singapur.
Por si todo esto fuera poco, al comienzo del pasado ejercicio Félix Revuelta también sufrió otro revés en los mercados. El empresario riojano acudió al rescate de Sniace junto a Sabino García Vallina, fundador de la ingeniería TSK, y se hicieron con el 29,9% y 15,8% del capital de la empresa tras desembolsar 24 millones de euros. No obstante, y a comienzos de este año, el grupo cántabro bajó la persiana y solicitó al juzgado su cese y liquidación, por lo que ambos perdieron los fondos aportados en agosto de 2019.
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