Navantia pierde la batalla y BAE Systems se lleva un megacontrato con Australia

  • Los nuevos buques, denominados 'Hunter', entrarán en servicio a finales de la próxima década reemplazando a ocho fragatas de la clase 'Anzac'. 
Astilleros Navantia
Astilleros Navantia

El contratista militar británico BAE Systems se ha adjudicado un contrato con la Armada Real de Australia para el diseño, construcción y mantenimiento de nueve fragatas antisubmarino con un valor de unos 35.000 millones de dólares australianos (22.200 millones de euros) al que también aspiraban la española Navantia y la italiana Fincatieri, según ha confirmado este viernes el Gobierno australiano.

Los nuevos buques, denominados 'Hunter', que entrarán en servicio a finales de la próxima década reemplazando a ocho fragatas de la clase 'Anzac' en servicio desde 1996, serán diseñados por BAE Systems y se construirán en los astilleros de la localidad australiana de Adelaida a través de la empresa pública australiana ASC Shipbuilding, permitiendo la creación de unos 4.000 empleos en el país.

Como parte del acuerdo, el Gobierno liderado por el primer ministro, Malcolm Turnbull, ha anunciado que ASC Shipbuilding pasará a ser una filial de BAE Systems mientras dura la construcción de los buques, garantizando que la contratista británica asume la responsabilidad de la entrega y que "el trabajo será desarrollado por trabajadores australianos".

En este sentido, el Gobierno australiano ha indicado que BAE Systems calcula que entre el 65% y el 70% del proyecto será australiano, "lo que creará y garantizará miles de empleos durante décadas". En este sentido, la británica ha preseleccionado ya a unas 500 empresas australianas como proveedoras del proyecto.

Al finalizar las labores de construcción de las nuevas fragatas, ASC Shipbuilding retornará a la plena propiedad del Gobierno australiano, que se garantizará así el control de la propiedad intelectual y una plantilla de trabajadores altamente cualificados, convirtiéndose así en un activo estratégico para Australia con capacidad para desarrollar y dirigir la construcción de grandes y complejos buques de guerra.

Según el rotativo australiano 'Sidney Morning Herald', la elección del contratista británico refleja el interés del Gobierno de Australia en estrechar sus relaciones con Reino Unido en un momento de incertidumbre geopolítica.

En este sentido, Michael Shoebridge, analista del Instituto Australiano de Política Estratégica, indicó a 'Financial Times' que la opción de BAE refleja factores emocionales y estratégicos más allá de los elementos técnicos del proceso de adjudicación.

"La colaboración defensiva entre Reino Unido y Australia es antigua y profunda. Existen también muchas emociones en torno al 'Brexit', que pueden haber jugado un papel dado el potencial para una potencial colaboración más estrecha en el futuro", apunta.

Más de 5.000 empleos 

Por su parte, la compañía británica BAE Systems ha expresado su satisfacción con la decisión del Gobierno australiano de seleccionar su oferta para la construcción de estas fragatas. Ha informado de que comenzará en breve las negociaciones con el Departamento de Defensa de Australia acerca de la parte inicial del diseño del contrato, que se espera esté lista para finales de año, mientras la producción comenzará en 2020 y creará más de 5.000 empleos. 

"La elección de BAE Systems refuerza nuestra posición en el diseño y construcción de complejas plataformas marítimas", declaró el consejero delegado de la compañía, Charles Woodburn, destacando que la postura de BAE Systems acerca de la transferencia de tecnologías a los países donde trabaja contribuirá al desarrollo en Australia de una duradera industria naval.

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