Los proyectos del Fondo UE

Navantia, Pymar y Siemens: la Armada invencible busca reflotar con fondos UE

Los presupuestos de la era Covid anticipan una reducción del gasto militar en beneficio de partidas como la sanitaria y las de educación pero los astilleros tienen sus esperanzas puestas en el PERTE.

Navantia
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EFE

En la crisis económica surgida por la aparición del coronavirus ha habido industrias que lo han pasado mejor que otras. La de la construcción naval es un claro ejemplo de un sector en el que los efectos indirectos de la pandemia se verán en el medio y largo plazo. Los presupuestos de la era Covid anticipan una reducción del gasto militar en beneficio de otras partidas como las sanitarias y las de educación. Sin embargo, las empresas relacionadas con el sector naval, altamente intensivas en I+D+i, tienen la oportunidad de optar a los fondos NextGeneration para, por un lado, reforzar su posición con respecto al resto de competidores internacionales y, por otro, intensificar su apuesta por la tecnología y el empleo de alta calidad.

Los astilleros, tanto civiles como militares, tienen sus esperanzas puestas en el PERTE del sector naval. La ministra de Industria, Reyes Maroto, quiere volcar el esfuerzo del Ministerio en la transformación y la digitalización del sector. Al igual que con su homólogo en el vehículo eléctrico, el PERTE del sector naval estará abierto a la colaboración público - privada con la que se pretende impulsar definitivamente un área de la economía española que en los últimos años no ha gozado de muy buena salud.

Hasta el momento solo se conocen los ejes sobre los que girarán las propuestas y que se basan en la digitalización, la formación, la transición ecológica y la diversificación de la actividad gracias a las oportunidades que ofrecen las nuevas energías, concretamente la eólica marina para la construcción de plataformas y medios de propulsión marítima como puede ser el hidrógeno y otros gases concentrados. Más de 15 astilleros, 65 empresas de la cadena de suministro, 7 socios tecnológicos y 20 proveedores de conocimiento y universidades están interesadas en participar en el proyecto que se encuadra dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la ejecución de los fondos europeos NextGeneration.

Navantia, Pymar, Siemens y el futuro del sector naval

Los tres grandes de la construcción naval en España, Navantia, Pymar y, en el plano tecnológico, Siemens, lideran las iniciativas del sector naval. PYMAR es una sociedad que agrupa a los principales astilleros privados españoles y cuenta con la participación en su consejo con la Administración del Estado y las comunidades autónomas. Por su parte, Navantia es un referente mundial en el diseño, construcción e integración de buques militares de alto contenido tecnológico y pertenece a la SEPI. Siemens, en su calidad de socio tecnológico, aportará soluciones en generación y transmisión de energía, automatización y software para la industria.

Sus intenciones quedaron plasmadas en el Programa para la Transformación del Sector Naval que, sin duda, supondrá un paso de gigante para la elaboración del PERTE. El plan intentará aumentar la competitividad del sector entre un 15% y un 20% en seis años, con un impacto de 3.000 millones de euros para la economía del país y la creación de 1.700 puestos de trabajo.

Seis son sus líneas tractoras, que incluyen tanto la automatización de procesos como la creación de nuevos productos y servicios digitales en 90 proyectos para el periodo 2021 - 2026. La intención de la triada es incardinar sus ejes dentro de los programas impulsados por el Gobierno, por lo que el medioambiente tendrá un trato prioritario, con una reducción de emisiones a la atmósfera de 50.000 toneladas de CO2 para los seis años en los que se activaría el plan.

El proyecto incluye 90 iniciativas “en las que se identifican y definen distintos proyectos de transformación complejos que abarcan a toda la cadena de valor de la industria naval española y que tienen un gran efecto tractor sobre el tejido industrial nacional”.

Los seis ejes sobre los que pivota el plan son: la capacitación y formación de profesionales para asegurar el empleo de calidad; la igualdad de género y la adaptación de los trabajadores a las nuevas tecnologías y formas de trabajar; plataformas de la cadena de suministros para integrar mediante tecnologías de uso común a los astilleros, suministradores, industria colaboradora y pymes del sector; automatización de procesos productivos para maximizar la productividad de las operaciones; digitalización de procesos de negocio para la creación de economías de escala; nuevos productos y servicios verdes y digitales para aumentar la propuesta de valor de los astilleros españoles; producto y factoría sostenible, para potenciar actividades de economía circular y sostenibilidad del sector.

La ‘intensividad’ en I+D+i de la construcción naval se refleja en la utilización de tecnologías como la robótica, la realidad virtual, la impresión 3D, Cloud Computing, blockchain, combustibles limpios y almacenamiento de energía. En este campo, Siemens pondrá a disposición del proyecto su experiencia en esta área, así como el Centro de Excelencia para el Sector Naval (CESENA).

Los nuevos retos

El sector naval afronta retos que el PERTE deberá abordar irremisiblemente. La aparición de nuevos astilleros en el mercado naval civil y militar, principalmente asiáticos, ha coincidido con la reducción de gastos e inversiones en Defensa y, particularmente, en las armadas de los países occidentales.

La exportación, objetivo prioritario de la industria, abarca aproximadamente la mitad del volumen de negocio del sector, por lo que el mantenimiento de esta ratio es otro de los objetivos irrenunciables, si bien, ahora la competencia es mucho mayor tanto en calidad como en cantidad y en innovación tecnológica.

Junto a estos dos retos, el negocio ha evolucionado notablemente, así como las actividades demandadas por Estados y particulares. Es imprescindible, y así lo demandan los clientes, la transferencia tecnológica, tanto para el diseño como para la construcción en caso de que esta sea local, yendo de la mano de la adaptación de las infraestructuras para las nuevas construcciones.

Por último, tanto la digitalización como la transición energética suponen retos que hay que salvar para mantener unos astilleros que en el pasado fueron la joya de la corona de la industria española y que ahora deberán aprovechar la oportunidad que brinda la crisis pandémica para reinventarse y adaptarse a un sector en cambio continuo y en el que coreanos, chinos, japoneses y filipinos gobiernan sin cuartel en mares y océanos.

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