Netflix se ha convertido en uno de los grandes actores audiovisuales en España. Y eso le ha llevado a ser, junto a otras plataformas internacionales como HBO o Amazon, un protagonista importante dentro de la oleada regulatoria reclamada durante los últimos años por los diferentes grupos 'tradicionales' del sector y ejecutada por el Gobierno. En este contexto, la cúpula directiva de la compañía estadounidense en este país ha mantenido este lunes la primera cumbre con la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, en la que han analizado esos cambios normativos y se han presentado los planes para incrementar la inversión en el país.
Fernández inició hace meses un particular 'roadshow' con los gigantes tecnológicos, algo que no había hecho su antecesor pese a la importancia creciente de estas compañías en multitud de negocios. Durante la primera parte de este año celebró encuentros con Google y Apple para analizar asuntos como la directiva europea del copyright, que España debe transponer ahora, o las nuevas tasas. Eso lo hizo unos meses después de que escuchara los argumentos de Amazon en su pelea contra los grupos tradicionales de paquetería como Correos -fue designado por ellos mismos como un operador postal 'de facto'-.
Ahora, la plataforma audiovisual internacional llama a la puerta de la CNMC para hacer lo mismo: enseñar sus credenciales, cuando precisamente sus números y su actividad en España será revisada con lupa por el organismo. Este lunes mantuvieron un encuentro ambas partes, tal y como queda reflejado en la agenda de la presidenta, que también estuvo presente. Esa nueva normativa audiovisual estuvo sobre la mesa, al igual que los planes de crecimiento de la empresa.
Desde la compañía estadounidense se limitan a asegurar que ellos son "un actor clave" para el ecosistema y que en los últimos meses han anunciado la ampliación de su centro de producción local, duplicando el número de platos antes de finales de 2022. Se trata del primer encuentro que celebra la multinacional con el regulador desde que lanzara su servicio en octubre de 2015. En estos seis años no ha dejado de ganar enteros frente a los actores tradicionales como los grupos audiovisuales Atresmedia y Mediaset y se ha convertido en el líder absoluto por encima de rivales como Disney+ y HBO.
La nueva ley audiovisual, clave
Ese crecimiento la ha llevado a estar mucho más en el disparadero regulatorio. Netflix se enfrenta ahora a dos nuevas tasas que deberá abonar, previsiblemente, a partir del próximo año. Lo hará en base a la nueva ley audiovisual que el Gobierno está impulsando y en la que incluyen las dos grandes modificaciones. Netflix, junto con el resto de rivales, tendrá que aportar, como el resto de plataformas españolas como Filmin o la antigua Wuaki TV (hoy Rakuten TV), dinero a financiar obra europea. Hasta ahora no eran incluidos en la normativa, porque no tenían establecimiento en España. A esto hay que sumar el 1,5% de sus ingresos para financiar la Radio Televisión Española (RTVE), que hasta ahora sólo era abonado por grandes grupos audovisuales y las operadoras de telecomunicaciones.
Es un momento especialmente crítico para la ley audiovisual. Después de contar con el informe del Consejo de Estado, debería necesitar de un nuevo informe de la CNMC, que ya hizo uno para la primera versión -el Gobierno decidió reformar todo el texto para incluir la regulación de la 'tasa RTVE' para las plataformas-. En el primero, aplaudía claramente que compañías como Netflix fueran incluidas en las obligaciones de financiación de obra audiovisual europea. "Dada la necesidad de avanzar hacia un mayor grado de equilibrio entre los diferentes agentes, esta propuesta parece absolutamente justificada; es un cambio relevante, que conlleva el que la CNMC pase a controlar el cumplimiento por parte de empresas como Netflix", explicaba.
El objetivo del Gobierno es tener el texto aprobado definitivamente a finales de este año o a comienzos del próximo. La CNMC podrá tener datos más actualizados sobre el número de usuarios y facturación de este tipo de plataformas -deberán reportar los números locales, aunque en sus cuentas sigan facturando a sus clientes desde Luxemburgo o Suecia-. Pese a que son números aproximados, que incluso despertaron recelos en el sector por ser inexactos, el organismo presidido por Cani Fernández ha vuelto a dar una aproximación del número de contratos que los españoles tienen firmados con plataformas como Netflix. En total han alcanzado 8 millones, dos más que en verano de 2019.
La creadora de series de televisión como Stranger Things, Narcos o House of Cards anunció a finales del año pasado que cambiaba su forma de facturar. Hasta diciembre la suscripción era cargada a sus clientes españoles desde una empresa ubicada en Países Bajos, como sucede con compañías con Uber debido a la estructura fiscal organizada para reducir al máximo la factura fiscal. Desde enero cobran desde su sociedad cabecera de España - Netflix Servicios de Transmisión España SL-. Cuenta con otra filial para la producción. Entre ambas en el año 2020, antes de esa modificación de la estructura de facturación, se declararon unos Impuestos de Sociedades de 1,1 millones de euros para unas ventas de 45 millones.
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