La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha vuelto a pedir aclaraciones a OHL por sus cuentas, en concreto por los informes financieros anuales individuales y consolidados de 2017 y por la declaración intermedia de gestión durante el primer trimestre de 2018. El regulador ha planteado a la compañía de los Villar Mir -que cada vez diluyen más su participación- hasta trece preguntas diferentes sobre la forma en la que han desglosado la información. Pero no es la primera vez que esto ocurre. De hecho, ya van doce veces desde el año 2000 en las que la CNMV ha tenido que pedir formalmente más datos a la constructora.
La forma de aplicación de las nuevas normas financieras, el saldo en reclamaciones de la compañía -que llegó a ser más que abultado durante los peores años de la constructora-, ajustes contables por avales "indebidamente ejecutados"... y así más de una docena de preguntas sobre temas concretos que hace solo unos días respondía el secretario del Consejo de Administración que ahora preside Juan Villar Mir de Fuentes.
Dieciséis páginas de diálogo entre CNMV y empresa para tratar de arrojar algo de luz a las cuentas de la constructora. Entre ellas, destaca la pregunta 3.2, en la que el regulador solicita más información que permita explicar la forma en la que OHL ha estimado una plusvalía neta de 48 millones de euros por la venta de su filial Concesiones. La de los Villar Mir -que pese a ir diluyendo cada vez más su participación aún son los accionistas mayoritarios- se limitan a repetir lo publicado en el hecho relevante en que se anunciaba la venta el pasado mes de abril.
Más allá de esta apreciación, señalan que la plusvalía se estimó con datos provisionales del 31 de marzo de 2018. Esto es, que el valor en libros era de 2.058 millones de euros, por lo que con un precio de venta de 2.158 millones y unos gastos de venta de poco más de 51 millones se alcanzaba como resultado esos 47,55 millones de plusvalías.
Otra de las preguntas que más llama la atención es aquella en la que la CNMV solicita los ratios relativos a la relación entre la remuneración anual de la persona mejor pagada de la plantilla y el sueldo medio de esta. En este sentido, OHL reconoce que el salario más alto es 58,77 veces mayor que el promedio que cobra la plantilla de la compañía.
Preguntas que se repiten año tras año y que se van acumulando en los registros de la CNMV. 2001, 2002, 2005, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2016 y ahora 2017... una docena de ejercicios en los que el regulador ha puesto la lupa y señalado sus discrepancias con la forma en que la compañía había publicado sus cuentas. El documento termina con la admisión por parte de Del Cuvillo -secretario del consejo- de "nuestra mejor disposición" a llevar a cabo las recomendaciones que realiza el regulador de cara a la formulación de los próximos estados financieros.
Resulta llamativo que se trata exactamente de la misma frase que la compañía, a través de su director general económico financiero Enrique Weickert, señaló en las respuestas a este requerimiento por las cuentas de 2015 y 2016.
La situación de la compañía
Hace solo unos días, saltaba la posibilidad de que los Villar Mir decidiesen vender la constructora y esta pasase a manos de la italiana Salini Impregilo. En cambio, la propia OHL enviaba un comunicado en el que confirmaban varias muestras de interés por la firma, pero desmentían su interés en la venta. "Confirmamos que tenemos diversas muestras de interés que atendemos cortesmente, pero no tenemos ningún mandato de venta en este momento", afirmaban.
Las cuentas de 2018, presentadas hace solo unos días, han supuesto un auténtico descalabro. OHL registró una pérdida neta de 1.529 millones de euros, lo que supone ahondar en los 'números rojos' de 12 millones de un año antes. Sus pérdidas comparables a cierre de ejercicio se han multiplicado 127 veces. Y no oculta que no ha sido un año fácil, porque su director general, Manuel Álvarez Muñoz, ha asumido la "mala evolución de la mayoría de áreas de la compañía", durante la presentación de resultados a analistas realizada este jueves.
Pero para la empresa se trata de una bajada a los infiernos para poder volver a resurgir de sus cenizas. Tanto Álvarez Muñoz como el consejero delegado de OHL, José Antonio Fernández Gallar, enfatizaron durante la presentación de resultados que la empresa ya ha dado un giro de 180 grados, aunque aún no se vea en los resultados financieros.
La venta de Concesiones a IFM, las idas y venidas con Canalejas... la firma ha llevado a cabo en los últimos meses varias desinversiones importantes que, apoyadas en esta posibilidad de venta, han hecho crecer el valor de la acción desde los apenas setenta céntimos a los que había llegado en enero, pero sin asomarse, ni de lejos, a las cifras que había cosechado en momentos de bonanza, situándose en el margen de un euro.
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