OHL contrata a la hija del gran moroso del Fisco, El Assir, para vender Canalejas

  • La joven explica su aventura laboral en España en la edición de septiembre de Harper's Baazar. Su padre debe 90 millones a Hacienda. 
La hija de El Assir
La hija de El Assir
D.R.

OHL tiene previsto finalizar en 2020 el lanzamiento del hotel Four Seasons, un proyecto enfocado al turismo de lujo de uso mixto (hotel y apartamentos) que ocupa 50.000 metros cuadrados junto a la Puerta del Sol y que albergará también la Galería Canalejas, un novedoso espacio comercial y gastronómico de 15.000 metros cuadrados. Y el proyecto estrella del Grupo Villar Mir cuenta con un fichaje singular en su departamento de comercialización. 

Se trata de Khali El Assir Fernández-Longoria, la hija del mediador comercial libanés naturalizado español Abdul Rahman El Assir, un personaje habitual de la prensa rosa en la década de los 80 por su amistad con el rey Juan Carlos y actual moroso de la Hacienda Pública española, a la que debe 90 millones de euros (en Suiza debe dos millones y medio de francos suizos al cantón de Berna), mientras su mansión de Puerta de Hierro sigue en estado de abandono. Cosa que no ocurre con la de Sotogrande, Cádiz. Casualmente, en esta urbanización gaditana, a la que Khali El Assir acude cada verano, los Villar Mir son los dueños del enjambre de viviendas VIP con amarre de la llamada Marina, que ocupa una margen del estuario del río Guadiaro. 

Novia del bisnieto de Franco

La joven ocupa la portada de la edición española de la revista Harper's Baazar, a la que ha concedido su primera entrevista, algo que siempre esquivaron sus padres, que eran blanco habitual de los rumores de la prensa rosa. Su progenitora, María Fernández-Longoria, hija del embajador de España en Egipto entre 1985 y 1990, Carlos Fernández Longoria y Pavía, se enamoró de Abdul El Assir en la década de los 80. Atrás quedan ya aquellas veladas en Sotogrande, donde El Assir se codeaba con Felipe González, o las cenas en su casa de la madrileña Puerta de Hierro con empresarios. Actualmente, cuesta seguir su rastro y todavía más encontrar fotos recientes. Pero quien persigue con más ahínco al libanés no son los paparazi, sino la Justicia española.

Khali El Assir Fernández-Longoria también ha empezado a ocupar portadas. La primera razón es su relación con el bisnieto del dictador Francisco Franco. Juan José Franco, de 33 años, el menor de los hijos de Francisco Franco Martínez-Bordiú (Francis) y María Suelves, es la pareja de esta joven que tiene entre sus amistades a Tamara Falcó, la hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón. El joven vive en El Pardo, donde también es habitual ver a Khali El Assir, donde dirige la empresa Hunster, una firma que organiza cacerías internacionales de lujo. 

Lo que parece ser una simple entrevista a este nuevo rostro de la alta sociedad tienen un trasfondo interesante. La joven explica que su familia reside en la elitista localidad montañosa de Gstaad (Suiza), donde según la revista, "siguen viviendo mis padres". Un lugar donde abunda el rico español, con o sin problemas con Hacienda. La fiesta que Ana Botín y su marido, Guillermo Morenés, ofrecen cada 31 de diciembre en el Yacht Club del Grand Hotel Bellevue siempre ha sido un 'must' a tener en cuenta. 

De Suiza a El Pardo pasando por Canalejas

Pablo, Javier y Felipe Morenés Botín han recogido el testigo de sus progenitores y Khali El Assir se ha convertido en una asidua de sus fiestas, especialmente en la época en la que salía con el relaciones públicas de Valentino. La Justicia española y la francesa han pedido ayuda a Suiza para localizar al padre de Khali... sin éxito. Nunca se presentó al juicio en la sección 15 de la Audiencia Provincial de Madrid que debía celebrarse antes del verano.

Sin embargo, localizar y contratar a Khali El Assir ha sido sencillo para el residencial del Four Seasons en Canalejas, compuesto de 22 inmuebles. Allí, la joven utiliza su amplia cartera de contactos para comercializarlo. A finales de 2018 se anunció que ya se habían prevendido 16 viviendas, a un precio medio de 14.500 euros por metro cuadrado, entre ellos un ático por una cifra récord de 10 millones. Entre los nuevos propietarios abundan los mexicanos, chinos, japoneses y jordanos. 

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