OHL saca más cadáveres de su balance y anuncia unas pérdidas de 1.529 millones

  • Reconoce "la evolución de la mayoría de áreas de la compañía" al asumir proyectos fallidos y se centrará en la generación de caja.
Juan Villar Mir
Juan Villar Mir
EFE

Como en una película de zombis, los sustos no cesan en OHL aunque asegura que lo peor ya ha pasado. La constructora de los Villar Mir sigue purgando en sus cuentas anuales los proyectos fallidos y las desinversiones forzadas que lleva realizando desde hace cuatro años. Hasta el punto que sus cuentas rozan lo confuso.

OHL ha anunciado este jueves que registró una pérdida neta de 1.529 millones de euros en 2018, lo que supone ahondar en los 'números rojos' de 12 millones de un año antes. Sus pérdidas comparables a cierre de ejercicio se han multiplicado por 127 veces. Y no oculta que no ha sido un año fácil, porque su director general, Manuel Álvarez Muñoz, ha asumido la "mala evolución de la mayoría de áreas de la compañía", durante la presentación de resultados a analistas realizada este jueves.

Con este resultado, la compañía participada por el Grupo Villar Mir encadena su tercer ejercicio consecutivo en pérdidas. Sin embargo, tanto Álvarez Muñoz como el consejero delegado de OHL, José Antonio Fernández Gallar, han enfatizado que la empresa ya ha dado un giro de 180 grados, aunque aún no se vea en los resultados financieros. ¿Cómo? Porque ahora la OHL está centrada en "un criterio de reconocimiento de ingresos realista, en el control de riesgos, en reorganizar la compañía acorde con su nueva dimensión, después de la venta de concesiones; e implementar una cultura de gestión de contratos y una cultura centrada en la generación de caja", ha resumido el director general del grupo.

Los resultados de la constructora se ven afectados, entre otros impactos, por el de 235 millones contabilizado por los proyectos fallidos, así como por 550 millones derivados de la venta de Concesiones y por 163 millones derivados de la desinversión de los proyectos de Desarrollos, como el complejo turístico de lujo mexicano de Mayakobá.

Sin vencimiento anticipado de bonos

En el plano operativo, y tras reconvertirse en empresa constructora, OHL redujo un 6,9% su cifra de negocio el pasado año, hasta situarla en 2.954 millones de euros, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue también negativo, por importe de 448,5 millones. Eso sí, en el último trimestre fue positivo en 19 millones.

Como contraposición, en el ámbito financiero, y gracias a la venta de activos, la compañía que preside Juan Villar-Mir de Fuentes, logró limpiar de deuda su balance, que al cierre de 2018 presentaba una liquidez de 1.033 millones. De cara a este año, el director general del grupo recalca que la compañía no tiene "vencimientos significativos de deuda este año, los bonos vencen a partir de 2020 y la vida media de nuestra deuda es de 3,5 años". "No tenemos intención de realizar una amortización anticipada de los bonos", ha recalcado la empresa a los inversores.

"OHL necesitaba un rumbo claro, lo tiene", ha asegurado su consejero delegado al tratar de lanzar un mensaje de confianza al mercado. "Está bajo control. Tiene identificados los desafíos. El equipo directivo está comprometido para afrontarlos y cumplir nuestras obligaciones. El ejercicio 2019 nace con unos costes más competitivos. Estamos enfocados en la generación de caja y en el Ebitda. Somos una compañía competitiva", ha resumido.

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