Litigio en Estados Unidos

OHLA se enfrenta a sus subcontratistas por impagos en el túnel de Nueva York

La constructora española, junto al resto de miembros del consorcio, pugnan con Keller Industrial cuatro años después de lograr la adjudicación de un proyecto valorado en cerca de 166 millones de euros.

Luis Amodio, presidente de OHLA, y José Antonio Fernández Gallar, CEO de OHLA
Luis Amodio, presidente de OHLA, y José Antonio Fernández Gallar, CEO de OHLA
OHLA/ Europa Press

Una de las grandes obras de OHLA en Estados Unidos trae de cabeza a la compañía y sus socios. La construcción del túnel de aguas residuales de Nueva York, adjudicado a la compañía española en 2018 en un concurso valorado en 187 millones de dólares (166 millones de euros al tipo de cambio dólar/euro de entonces), enfrenta hoy al consorcio adjudicatario y a su principal subcontratista, el grupo británico Keller Industrial. El cruce de reproches se ha elevado hasta instancias judiciales estadounidenses y trata de discernir si los pilotos del proyecto adeudan a Keller dinero por los servicios realizados o si, por contra, han cumplido con garantías y es la compañía denunciante quien no fue diligente con la misión que se le encomendó.  

El conflicto lleva abierto desde este verano. En junio, Keller, conocida anteriormente como Moretrench American Corporation, acudió a la Corte Suprema del Estado de Nueva York, donde presentó un escrito en el que resumía que OHLA y el resto de socios del proyecto -la española participa con otras empresas como Posillico (40%) y Seli Overseas (20%) a través de una UTE- todavía adeudan parte del dinero del contrato "por la mano de obra realizada, los servicios prestados y los materiales suministrados al proyecto", según figura en la documentación judicial consultada por La Información

El proyecto judicializado fue adjudicado con el objetivo de reformar la planta de tratamiento de aguas residuales de Bergen Point, en el municipio de Babylon, ubicado en el Estado de Nueva York. El contrato fue otorgado por el Departamento de Obras Públicas del condado de Suffolk para llevar a cabo el "proyecto de construcción más grande en varias décadas y el primer proyecto de OHL en Long Island", según celebró la propia OHLA en un comunicado. Las actuaciones pasaban por la construcción de un túnel subterráneo de cuatro kilómetros y tres metros de diámetro interno.

Como subcontratista y experto en congelación de suelo, Keller se alió con OHLA y sus socios en 2020 para apoyar en la excavación y el control de las aguas subterráneas en los pozos de entrada y salida del túnel. “Es un desafío lograr un equilibrio entre congelar adecuadamente el centro del pozo y no congelarlo tanto como para que al cliente le resulte difícil excavar. Eso significa aislar la zona superior y garantizar que la parte inferior esté más fría”, reconoció en su momento Joe Sopko, uno de los responsables del plan.

El túnel de aguas residuales de Nueva York lleva cuatro años adjudicado a OHLA. La compañía se hizo con el contrato en marzo de 2018, momento en el que ya había sumado varios encargos de obra civil, como la rehabilitación de edificios afectados por las inundaciones del huracán Sandy, en el 2012, o la renovación de varias estaciones de metro de la ciudad. A través de sus filiales Judlau Contracting y Community Asphalt, la compañía, entonces bajo el mando de la familia Villar Mir, había ejecutado diversas actuaciones en el puente George Washington y en el histórico edificio Corbin Building.

 OHLA y sus socios responden

La petición de Keller no ha gustado nada a OHLA y al resto de miembros del consorcio, que no han dudado en contestar a esta ofensiva con una contrademanda. En su escrito, los acusados no solo alegan que cumplieron "plena y satisfactoriamente todos los términos y condiciones del acuerdo", sino que fue la subcontratista quien erró en su misión de "forma defectuosa" hasta causar la "sobrecongelación (over-freezing, según figura en el escrito)" del pozo de lanzamiento del proyecto, lo que causó sobrecostes.

Por todo ello, los promotores del túnel de Nueva York piden que se les repare con, al menos, 1,5 millones de dólares junto con las costas y los honorarios de los abogados -los subcontratistas, por su parte, reclaman aproximadamente 200.000 dólares-, así como "para cualquier otra reparación que este tribunal considere justo y apropiado", razonan en su escrito, que tuvo lugar el 23 de septiembre. Su defensa la lleva a cabo el abogado Joseph P. Asselta, del despacho Forchelli Deegan Terrana. Un portavoz de la compañía española fue contactado por este medio pero no agregó más comentarios.

El último capítulo del proceso tuvo lugar el pasado octubre con la contestación de Keller Industrial. La compañía rechaza todos los cargos que se le han adjudicado y solicita que se desestime la demanda de reconversión. En su caso, el bufete que le representa es Norton & Christensen, firma legal especializada en disputas contractuales relacionadas con la industria de la construcción, entre ellas la ejecución de contratos públicos y privados. 

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