Operación Aherlow: los Polanco ordenan sus sociedades tras caer la acción de Prisa

  • Crean una nueva compañía, participada por Timón, con la que gestionarán todos los títulos de Prisa. Afrontan el pago de 1,1 millones a Hacienda.
Fotografía de Manuel Polanco
Fotografía de Manuel Polanco

Aherlow da nombre a un territorio en el Condado de Tipperary al sureste de Irlanda. Y ahora también a una de las sociedades clave del holding empresarial de los Polanco. La familia ha reorganizado la estructura empresarial con la creación de Aherlow Inversiones, con la que concentrarán todas de las acciones que hoy por hoy tienen en el Grupo Prisa. Este movimiento se da justo en pleno desplome de las acciones, que implicaron un deterioro de su participación de casi 39 millones en Rucandio, la sociedad cabecera.

Fue el pasado mes de noviembre. Se crea Aherlow Inversiones. El 100% está controlado por Timón, la patrimonial que aglutina varias de las sociedades controladas por los hijos de Jesús de Polanco y de Francisco Pérez vinculadas al sector hotelero, los medios o las energías renovables. En los primeros meses de este año 2018 se hizo con “la mayor parte” de las acciones de Prisa que posee Timón, según queda reflejado en la memoria de esta última, recién presentada en el Registro Mercantil.

No ha sido el único movimiento. En enero, Aherlow también absorbió las acciones de Prisa agrupadas en Asgard Inversiones, otra de las sociedades bajo el paraguas de Timón. Fue también el caso de otras dos firmas integradas en la cabecera del holding Rucandio, véase Propu y Otnas, por un valor de 6,3 y 10,7 millones de euros, respectivamente.

Ventas de las acciones a Aherlow

Pero la clave se produjo en febrero. Aherlow suscribió y desembolsó la parte correspondiente de sus derechos de suscripción “más un porcentaje adicional” en la ampliación de capital de 563 millones de euros (450 millones en noviembre de 2017 y 113 millones adicionales en enero). De esta forma Rucandio alcanzó una participación en Prisa del 8,4%. De esta forma, todos títulos se controlarán desde una misma sociedad.

Con este movimiento, la familia Polanco reorganiza su estructura y consigue ordenar la gestión de su participación en el Grupo Prisa. Y lo hace en pleno desplome de la acción. En dos años ha perdido más de un 40% de su valor y hoy cada uno de los títulos cotiza a 1,87 euros (con una capitalización en bolsa de algo más de 1.000 millones). ¿La consecuencia? El grupo Rucandio se ha apuntado un deterioro en su participación por importe de 38,8 millones de euros sólo durante el ejercicio 2017.

La reorganización societaria ha tenido otra consecuencia: Otnas, la sociedad con la que gestionaba parte de las acciones en bolsa y otras inversiones de la familia, fue liquidada el pasado mes de abril. ¿Y su deuda? A cierre del ejercicio, de los 224 millones de euros que la cabecera Rucandio debía a las entidades de crédito, 181 millones procedían de un crédito sindicado de la propia Otnas. Parte ha sido amortizada con los 10,7 millones de la venta de las acciones de Prisa a Aherlow. El resto ha sido comprada por Asgard.

Pérdidas y pago a Hacienda

Rucandio cerró el año pasado con unos ingresos de 60,9 millones de euros, casi el triple que los 21,6 del año anterior. ¿La razón? Los ingresos que la familia ha obtenido del desarrollo residencial del Complejo Abama en Tenerife. Durante el ejercicio vendió varias parcelas de uso residencial, lo que ha supuesto unas ventas de 52,1 millones. El deterioro de sus participaciones en Prisa (46,8 millones de euros) le hace regresar a números rojos: cinco millones de euros de pérdidas consolidadas.

Durante el ejercicio, los Polanco han tenido también que ponerse al día con la Agencia Tributaria. En los dos últimos años recibió dos inspecciones. Una, centrada principalmente en la sociedad Timón, implicó el pago de 525.000 entre cuotas impagadas e intereses y el ajuste de las bases imponibles negativas. El pasado mes de enero, interpusieron una reclamación ante el Tribunal Económico.

En paralelo, los inspectores de Hacienda iniciaron un procedimiento sancionador respecto de “alguna de las cuestiones objeto de regularización” que ha finalizado con la imposición de multas por un total de 632.000 euros.

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