Castellana Norte se prepara para sacar su plan pese al bloqueo político de Madrid

Bloqueo político en la Comunidad de Madrid. La 'no investidura' de Isabel Díaz Ayuso (PP) supone la paralización, al menos hasta septiembre, del proceso de formación de Gobierno a nivel regional pero también podría suponer un traspiés para grandes proyectos que necesitan de la aprobación por parte del futuro Ejecutivo regional. Es el caso de Madrid Nuevo Norte que, una vez que reciba la luz verde definitiva del consistorio de la capital, debe volver a la Comunidad de Madrid para conseguir el último visto bueno antes de comenzar con la reparcelación y la formación de las juntas de compensación -los primeros pasos para poner las grúas-.

Por ello, si una vez que se apruebe por parte del Ayuntamiento de Madrid  -previsiblemente este trámite se producirá en septiembre, tal y como ha confirmado el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida- aún no se ha formado el Gobierno de la Comunidad, bien sea porque la investidura se haya retrasado o porque se hayan convocado unas nuevas elecciones, se podría poner un freno temporal a la aprobación definitiva de Madrid Nuevo Norte.

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¿Qué pasaría si a su remisión a este órgano no se hubiese formado gobierno? Según confirman desde la compañía, Madrid Nuevo Norte tiene una vía para salvar el bloqueo político de esta institución, el silencio administrativo positivo. Es decir, si una vez que se remita el proyecto definitivo a este órgano Distrito Castellana Norte no recibe una respuesta -positiva o negativa- por parte de la Comunidad de Madrid, el proyecto se daría por aprobado en un plazo de cuatro meses. 

En cambio, desde la compañía señalan que, pese a que esta no es la mejor opción, sería una forma de salvar un bloqueo político "que no favorece a nadie". Sea como fuere, para ellos el visto bueno del proyecto se da por descontado y será, como mucho -si los plazos del ayuntamiento se cumplen- el próximo mes de enero de 2020. 

Este punto -bien mediante la aprobación por silencio administrativo o si finalmente se produce con una manifestación clara por parte de los grupos políticos- sería el último antes de la puesta en marcha definitiva de la primera fase de ejecución del proyecto. A partir de aquí se formarán las denominadas juntas de compensación de los diferentes ámbitos -la distribución de los beneficios y cargas derivados de la ordenación urbanística entre los propietarios del suelo-. 

Será más tarde cuando se lleve a cabo la redacción de los proyectos de reparcelación y los de urbanización, últimos pasos antes de comenzar a plantar las grúas y llevar a cabo las obras. Para acortar los plazos, tal y como señalan desde DCN, cabría la posibilidad de solicitar simultaneidad para comenzar las obras y ejecutar la urbanización al mismo tiempo. Pero esto está por ver. 

Según ha confirmado el propio presidente de DCN, Antonio Béjar, este proceso de obras, si todo va según lo previsto, podrá comenzar entre 2020 y 2021. Por ello, pese a las incertidumbres políticas que se ciernen sobre los diferentes estratos de la política nacional y autonómica -con varios gobiernos aún sin formar- para la compañía también es "muy importante poder comprobar" que pese a que las administraciones son gobernadas en cada momento por distintos partidos políticos, la continuidad de Madrid Nuevo Norte está "asegurada".

En la versión del proyecto Madrid Nuevo Norte que espera la aprobación definitiva del Ayuntamiento de Madrid se estipula una edificabilidad de 2,6 millones de metros cuadrados -lo que supone una rebaja del 20% con respecto a lo previsto en el primer plan-. De acuerdo con esta documentación, se levantarán hasta 10.500 viviendas en el gran desarrollo del norte de Madrid, de las que 2.100 tendrán algún tipo de protección. Más allá de esta cifra, será el consistorio de la capital el que decida el número de viviendas que levantará en los terrenos cedidos de acuerdo con el planeamiento actual. Todo está por ver.