Año 2000. El Gobierno de José María Aznar pisaba el acelerador en la nueva oleada liberalizadora de las telecomunicaciones. Lanzaba un concurso por el que concedía licencias de móvil con tecnología UMTS. Era el arranque del 3G. A ese concurso se presentó un consorcio llamado Movilweb 21, formado por la operadora española Jazztel, la alemana Deutsche Telekom, Bankinter, Abengoa o Caja Duero. Ahora esa compañía, en suspenso durante años, ha sido resucitada por Orange -compradora de Jazztel en 2015- para su servicio de digitalización para pymes.
Orange aseguró el pasado mes de septiembre que creaba una nueva filial para alojar los servicios digitales en la nube para las pymes. Dependería de la matriz en España y sólo operaría aquí con un equipo de unas 120 personas. Realmente, la francesa ha reutilizado una sociedad histórica Movilweb 21, creada por Jazztel hace casi dos décadas.
Tras años de inactividad total, después de incorporarla a su perímetro con la compra de Jazztel en 2015, llevó a cabo una ampliación de capital de 3 millones de euros. Y será ahí donde aloje a los 120 empleados que se encargarán de esta unidad. Desde la teleco recuerdan que es algo habitual la utilización de una sociedad existente.
En la sociedad no había actividad alguna desde hace años. Durante el ejercicio 2017 se cerró con unas pérdidas de apenas 4.000 euros. Estaba a cierre del año en causa de disolución y es lo que obligó a la ampliación de capital que se produjo en marzo de este año.
Historia de las telecos en una sociedad
Pero, ¿cuál es el origen? Se trata de una sociedad creada en el año 2000. Como administradores se encuentran tres directivos de Jazztel: Pedro Peña, histórico cofundador de la operadora (junto a Antonio Carro, Miguel Salís y Martín Varsavsky) que desde 2004 y hasta 2017 ocupó diversos puestos de responsabilidad en Vodafone; Pablo de Carvajal, hoy secretario general y asesor jurídico de Telefónica y entonces abogado de Jazztel, y Luis Ramón Ramírez. Por la sociedad han pasado numerosos directivos de la operadora adquirida por 3.300 millones por Orange: Rafael Conejos, José Miguel García Fernández, Miguel Ángel Garrido Fraile, ...
Esta era la cabecera de un consorcio donde Jazztel (35%) convivía con Deutsche Telekom, Abengoa (5%), Bankinter 5%), OHL (3%), Caja Duero (1%) y Hidrocántabro (5%). Aspiraba a quedarse con la cuarta de las licencias, después de que las otras tres estuvieran otorgadas ‘de facto’ a Telefónica, Airtel (actual Vodafone) y Amena (adquirida en 2005 por la propia Orange).
El concurso tuvo su polémica. Todas se comprometieron a invertir muchos millones en infraestructura. La propia MovilWeb 21 prometió una tarifa plana de internet a través del móvil con una tarifa mensual de 2.000 pesetas (12 euros al cambio actual) y una inversión de 1,2 billones. Sin embargo, surgieron fuertes acusaciones mutuas de incompatibilidades que llevaron a Hidrocántabro a vender sus acciones a Abengoa.
La cuarta posición, disputada por Movilweb 21 y por otros consorcios como Movi2 (Uni2, Iberdrola, Caja Madrid y Ferrovial) o Xfera (FCC-Vivendi, ACS, Acesa o Sonera). El gato al agua se lo llevó esta última que pagó, al igual que cada una de los otros tres, 21.500 millones de pesetas para poder explotar las licencias durante 20 años.
Este concurso fue el arranque de la primera generación de internet en el móvil. No fue algo sencillo, pues hubo retrasos durante años -las primeras pruebas piloto, como sucede ahora con el 5G, arrancaron dos años después de la adjudicación-. Tras esta tecnología UMTS llegó el 4G. Ahora Orange ha decidido resucitar esta filial para su nuevo servicio que nada tiene que ver con aquellas primeras licencias móviles, con un internet rudimentario.
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