La guerra de tarifas pasa factura a Orange. La compañía gala ha cerrado el primer semestre de este año con la primera caída en ingresos de los últimos cuatro años. La rebaja ha sido ligera, pero refleja la ralentización del volumen de negocio en plena batalla comercial con sus principales competidores en España.
Orange España ha cerrado los primeros seis meses del año con unos ingresos de 2.624 millones de euros. Esto supone un descenso del 0,3% respecto al año anterior. La caída es similar a la que sufre la empresa en su mercado de origen, Francia. Hay que tener en cuenta que durante el primer trimestre el incremento fue del 0,4%. Es decir, ha habido un impacto significativo durante el segundo periodo.
Esta es, según las cifras comunicadas al regulador francés, la primera caída en ingresos durante la primera parte del año de los últimos cuatro años. La última vez que sucedió fue en el año 2015, cuando el volumen de negocio cayó un 2%. Desde esa fecha, la compañía sólo ha contado crecimientos, que llegaron a ser muy relevantes, cercanos al 10% en 2017.
El crecimiento en los ingresos mayoristas, con Másmóvil como uno de sus grandes clientes, no ha compensado la caída en los servicios convergentes (paquetes de fibra, móvil y televisión) y de sólo móvil, junto con la sufrida en la venta de móviles. Esta última circunstancia se ha repetido en los últimos trimestres.
El consejero delegado de Orange en España, Laurent Paillassot, confirmó durante el primer trimestre que ha habido una tendencia "bastante fuerte" de crecimiento del segmento low cost, algo que podría haberse extendido durante el periodo entre abril y junio.
En el lado de la rentabilidad, la filial española ha logrado colocar el Ebitda ajustado (resultado bruto antes de impuestos, amortizaciones y depreciaciones) en 787 millones de euros, que supone un incremento respecto a los 712 millones del mismo periodo del ejercicio anterior.
A las puertas del verano futbolero
Este descenso de ingresos se produce a las puertas de un nuevo verano con el fútbol como el gran protagonista. Orange aún no lo ha confirmado pero todo apunta a que adquirirá los derechos de retransmisión para la próxima temporada a Telefónica.
Con ese desembolso, que podría rondar los 300 millones de euros debido a la ausencia de Vodafone, deberá sacar toda la artillería comercial para lograr el máximo número de clientes de televisión. El objetivo serán, también, los casi 200.000 clientes de Vodafone que a cierre de la temporada pasada aún estaban en el operador británico.
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