Orange España sufre la batalla 'low cost' en el país. La operadora registró una caída récord de casi el 9% en sus ingresos durante el último trimestre del año. El año lo cierra con un ajuste importante en la rentabilidad de la filial, que ha llevado al nuevo consejero delegado, Jean-François Fallacher, a anunciar una "simplificación" de las operaciones y una "mayor optimización de costes" para mejorar los márgenes. Mientras tanto, el primer ejecutivo ha defendido la necesidad de una consolidación "con nosotros o sin nosotros" en el mercado español con el objetivo de reducir la presión competitiva.
Entre octubre y diciembre del año pasado, la operadora ingresó 1.211 millones de euros, lo que supone una caída del 8,8% respecto al año anterior. Cayeron todos los segmentos, incluido el de los contratos mayoristas con compañías como Másmóvil o Euskaltel. Es especialmente pronunciado el descenso en los servicios de 'Sólo Móvil' (-14,7%), más relacionado precisamente con la batalla por el bajo coste.
Esta significativa contracción del negocio ha supuesto el cierre de un año en rojo para la compañía que ha impactado en la rentabilidad. En concreto, el Ebitdal (que es el resultado bruto antes de amortizaciones, impuestos y alquileres) de todo el ejercicio se redujo un 13% hasta los 1.433 millones de euros, según el balance que ha presentado este jueves.
La fuerte caída en los beneficios ha llevado a la compañía a anunciar una serie de medidas con las que mejorar los márgenes. Entre ellas se encuentra una "simplificación" de la estructura y una "mayor optimización de los costes". Ya el pasado año, el nuevo consejero delegado, Jean-François Fallacher, salió al paso para descartar un posible Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la compañía. En esta ocasión no ha habido un posicionamiento tajante y sólo ha insistido en agradecer el "trabajo excelente" del equipo español.
"Recuperar márgenes" y la consolidación
"Nuestra prioridad en España es recuperar márgenes, como se refleja en los distintos planes de acción lanzados que incluyen medidas para reducir costes, simplificar nuestras ofertas, digitalizar y acelerar nuestro negocio de empresas (b2b)", asegura en la comunicación oficial. Estos números están marcados por la batalla comercial y la fuerte presión en los precios en el sector en España. Y prueba de ello es que, según los números de la compañía, se sumaron 84.000 probabilidades netas positivas en móvil y 41.000 en fibra.
Los ingresos se deterioraron en el cuarto trimestre, aún impactados por el efecto negativo de la crisis de salud en los ingresos de roaming, así como las pérdidas de volumen, debido a la dilución del Arpu (ingreso medio por cliente) causado por el reposicionamiento en el segmento de bajo coste en la segunda mitad del año", asegura. En el conjunto del año, sus ingresos se redujeron casi un 6%.
El consejero delegado ha precisado que en el caso del roaming se ha reducido un 50% por la falta de turistas por las restricciones del coronavirus. Estas mismas también están detrás de la reducción, según él, del 20% del negocio vinculado a las líneas prepago. Estos dos aspectos componen una "parte importante" del descenso global. Pero hay que sumar también la reducción de tarifas y una mayor potenciación del 'low cost'.
En el intento de recuperación podría haber un acelerador que sería la consolidación del mercado, con la reducción de jugadores. "Daremos apoyo a cualquier consolidación en el mercado, con nosotros y sin nosotros; irá siempre en la buena dirección", ha asegurado Fallacher, quien se ha limitado a insistir en que está "muy abierto" para analizar cualquier oportunidad en el mercado ante las posibles negociaciones entre Vodafone y Másmóvil.
Nueva filial de torres
Al margen de los números de la cuenta de resultados, la compañía ha confirmado hoy sus planes para crear una filial de torres de telecomunicaciones, con los activos de Francia y España. El objetivo es tener toda la escisión en la segunda parte del año, para así estar preparados y "participar en la consolidación del mercado europeo".
En el caso de la división española, la filial de la teledco contará con 7.900 torres que Orange tiene en el país, que generarían un ingreso de 152 millones de euros, procedente del pago que el holding haría a la compañía por el alquiler de estos activos. Mantendrá siempre el control, por lo que la compañía francesa tendrá más del 50% de las acciones, una estrategia contraria a la seguida por competidores como Telefónica. "Para nosotros son activos críticos", apostillan.
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