Alega confidencialidad

SNCF choca contra la CNMC tras pedir que oculte datos comerciales de Ouigo

El operador solicita que dejen de publicitarse sus cifras de captación de pasajeros porque es información demasiado sensible. Competencia le afea que ellos mismos las han utilizado públicamente a su favor.

Uno de los trenes de Ouigo, en su viaje inaugural entre Madrid y Barcelona, en la estación de Atocha en Madrid.
Uno de los trenes de Ouigo, en su viaje inaugural entre Madrid y Barcelona, en la estación de Atocha en Madrid.
EFE

Ouigo, filial española del gigante galo SNCF, está decidido a cambiar las reglas de juego en el tablero de juego de la industria ferroviaria en España, no solo rompiendo el monopolio de Renfe en la alta velocidad y pidiendo al gestor ferroviario Adif cánones más bajo. La compañía low cost se ha decidido a crecer a toda costa captando pasajeros con una propuesta comercial agresiva de precios bajos en el corredor Madrid-Barcelona, al que ahora sumará el Madrid-Valencia. Una estrategia que, no obstante, quiere pasar de puntillas y que no tenga tanta repercusión, a la vista de su última petición a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC).

De acuerdo a la documentación recientemente liberada por el regulador de los mercados, Ouigo ha solicitado que dejen de hacerse públicos buena parte de sus datos en España, en lo que refieren a las estadísticas de pasajeros por kilómetro o trayecto. Por defecto, la Dirección de Transportes desglosa esos datos trimestralmente, independientemente de quien sea el operador -antes solo era Renfe- y sí fija confidenciales los ingresos por venta de billetes en cada corredor. Pero ahora SNCF ha querido ir más allá con un recurso de alzada ante la Sala de Supervisión Regulatoria. La petición no solo ha sido rechazada, sino que ha recibido una contundente respuesta por parte de la CNMC.

En ella, la CNMC le afea a Ouigo su petición por varios motivos. El primero de ellos es que ha sido la propia compañía la que hasta ahora no ha tenido inconveniente en filtrar algunos de sus datos, como prueba de la gran acogida que han tenido sus tarifas en España. En mayo, la compañía celebró su primer aniversario con el anuncio de haber trasportado a más de dos millones de viajeros, según trasladaron oficialmente. Y añadieron más datos, como las franjas de edad de sus clientes y el porcentaje de los que viajan en familia y la tasa de ocupación en sus trenes (más del 97%).

La segunda razón es que ante todo prevalecen los principios de interés público frente a los de confidencialidad. Ouigo razona que esos datos solo deben obrar en sus cuentas anuales y, de no ser así, "indirectamente se estaría dando publicidad al dato sobre ingresos medios por billete". Ese argumento, en palabras de la propia CNMC no hace variar su conclusión "en nada". Para empezar, "las cuentas se publican medio año después de la conclusión de la anualidad y se refieren de un modo general a la actividad de a compañía, sin dar conocer los valores desagregados de ingresos", explica.

Tras recibir este recurso de alzada, Competencia dio traslado al resto de operadores. Ni Renfe ni Iryo se sumaron con más impugnaciones, pero el operador incumbente sí compartió el criterio de la sensibilidad de los datos. Una de las razones de esta coincidencia la aportaba la propia Ouigo en sus alegaciones, con un argumento muy sencillo en un escenario como el actual, en el que solo compiten dos operadores: pese a que los informes de la CNMC presentan datos agregados por trayecto, a Renfe o a Ouigo le basta con restar al dato total sus propias cifras para conocer las de su rival.

Pero la CNMC no cede, pues entiende que la información es "esencial para aportar transparencia al mercado". Su decisión agota la vía administrativa, aunque puede presentarse un recurso de reposición y puede ser recurrido ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional. El plazo con el que cuenta la firma es de dos meses, el habilitado para impugnar este tipo de procesos en la disposición adicional cuarta de la Ley 29/1998. Contactado por La Información, un portavoz de la compañía contestó que valoran la vía judicial, pero no se ha tomado adoptado una postura firme.

Los cánones, el otro pulso

La CNMC es el árbitro y garante de la liberalización ferroviaria, por lo que en el último año está centralizando la mayoría de quejas y reclamaciones de sus efectos. Respecto a Ouigo, otro tema que ha resultado polémico ha sido su compromiso de llegar al corredor Madrid-Valencia (la previsión era empezar a operar este verano y finalmente no lo hará hasta octubre), donde se ha visto afectado por razones ajenas a su operativa. Este agravio también se ha trasladado al regulador de los mercados, para que tome una decisión al respecto.

El listado de frentes abiertos lo cierra el desatado por los cánones ferroviarios. En este caso la batalla se libra directamente con Adif, quien cobra a los operadores por utilizar su red, aunque la CNMC siempre está vigilante. Desde hace meses, la filial española del gigante galo presiona al gestor ferroviario porque entiende que las tarifas que impone van en contra de sus planes de despliegue y podrían, incluso, afectar a los planes de liberalización. En un informe de KPMG -solicitado por Ouigo- se asegura que el número de viajes crecería un 53% si Adif bajase los cánones a los operadores solo un 13%.

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