La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, lo aseguraba en junio: "Ya se ha iniciado la recuperación". El presidente, Pedro Sánchez, insistió en que acababa de comenzar. El Gobierno se ha abonado a los 'brotes verdes' económicos tras la congelación de la economía en los peores meses del coronavirus. Lo ha defendido contra viento y marea. Y en Telefónica se suman a esas tesis. La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete ve motivos para ser optimista en el mercado español y cuenta con "expectativas positivas" para el segundo semestre del año tras un segundo trimestre donde sus ingresos han sufrido la mayor caída en años. Contrasta con la visión de los dos grandes operadores, que eran bastante menos optimistas sobre la evolución.
Álvarez-Pallete quiere espantar cualquier sombra de duda sobre la recuperación económica en España. De ello depende también la recuperación de Telefónica -es su principal mercado con diferencia por encima de Brasil- y de su cotización en bolsa, que este jueves rozó mínimos tras la presentación de los resultados del primer trimestre completo con los efectos del coronavirus. El presidente y su equipo directivo se han agarrado a ciertos brotes verdes. Ángel Vilá, consejero delegado del grupo, apunta a "claras señales" de recuperación en el mes de junio, donde la caída de ingresos se redujo a un 4,5% frente al 7,2% de mayo. Aún con la mejora, estos son los peores números trimestrales en el país desde la crisis de 2012.
En el caso de la operadora, su salida está muy vinculada con la salud económica de las familias, que representan buena parte de su negocio, y de las empresas. Y tanto unas como otras han sufrido de manera importante en el último trimestre. Los ingresos minoristas se han caído un 5,4% que reflejan un menor consumo y las promociones para compensar la falta de fútbol. Ahí se incluyen los servicios residenciales y a grandes empresas y pymes. En el caso de estas últimas ha habido numerosas desconexiones temporales mientras se retomaba poco a poco la actividad. "Estamos monitorizando el potencial riesgo, pero no es un asunto preocupante en este momento... Con el progresivo retorno a la actividad este segmento debe evolucionar mejor", defiende Ángel Vilá. La clave aquí es si llega ese regreso con intensidad y si el final de los ERTEs en el otoño puede acarrear un empeoramiento macroeconómico.
En los despachos nobles de la sede madrileña de Las Tablas ven esa mejora y prevén que habrá una recuperación suficiente de la actividad. Tienen "expectativas positivas" en el negocio residencial, con el reinicio de la venta de sus comerciales, y esperan que el ingreso medio por cliente de fibra y móvil de Movistar sea mayor que el del primer semestre. A esto suma una "probable ganancia" de suscriptores a su televisión de pago para la nueva temporada del fútbol, que en condiciones normales debería arrancar en septiembre, y unos buenos resultados de servicios 'extra' como el de las alarmas con Prosegur (que está teniendo "una tracción buena") o el que lanzarán próximamente de seguros. En el lado de las empresas esperan explotar los servicios digitales vinculados a áreas como el teletrabajo o la ciberseguridad y en el mercado mayorista esperan mejoras gracias a la revisión del contrato de Másmóvil.
Telefónica habla de "expectativas positivas" para la segunda mitad del año y unas "claras señales" de recuperación en junio y julio
¿Conclusión? "Buenas expectativas en la tendencia de los ingresos". Es decir, se parte de la base de que el consumo no se resentirá y permitirá recuperarse de la caída del segundo trimestre. Y el posicionamiento es muy similar al que ha mantenido el Gobierno durante el último mes y medio. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, sostuvo en junio que la recuperación ya se había iniciado y hace unos días defendió que en otoño deberían recuperarse sectores que hoy están peor para lograr una recuperación en V asimétrica. El presidente, Pedro Sánchez, insistió en el debate sobre el fondo europeo en el Congreso de los Diputados que la mejora "acaba de comenzar". No es la primera vez que el primer ejecutivo de Telefónica se muestra optimista en las últimas semanas. En la cumbre para la reconstrucción organizada por la CEOE echó 'un capote' al Gobierno al defender el trabajo "espectacular" de la Administración, con la gestión de los miles de ERTE o de las operaciones del ICO. "Es un falso dilema entre Estado o empresa; hemos construido un magnífico pasado entre todos y el presente tiene que ser conjunto", resaltó.
Esta visión optimista como líder del sector de las telecomunicaciones en España y una de las grandes firmas del Ibex 35 contrasta con la visión que han mostrado sus homólogos en los grandes competidores y sus propios grupos. El propio CEO de Orange en España, Laurent Paillassot, fue mucho más prudente por la crisis especialmente en el sector de las pymes. "No nos va a ayudar a mantener el valor en el mercado; habrá cada vez más presión en el segmento 'low cost'", apuntó el galo, que en septiembre se marchará de la compañía tras varios trimestres con una fuerte presión a la baja en los ingresos. Por su parte, Vodafone fue más allá de las palabras: en mayo anunció otro ajuste de valoración de 840 millones de euros. Y en las razones no había optimismo: "Las difíciles condiciones comerciales y económicas actuales". Ese ajuste se basa en una previsión de generación de caja más baja de la prevista. "Ha habido un reposicionamiento hacia marcas de bajo coste y a una intensidad competitiva que va a permanecer en el mediano plazo".
Pese al optimismo por parte de Telefónica, en la compañía no quieren presionar más a los clientes. O, al menos, ese es su plan ahora. Después de varias subidas de precios a cambio de más servicios en la estrategia que bautizaron como 'Más por Más', el equipo de Emilio Gayo en España descarta un nuevo incremento en lo que queda de año. "En el tercer trimestre del pasado año tuvimos un incremento de precios que no se repetirá este año", apostilló Vilá ante los analistas. Y además siguen potenciando su marca más cercana al 'low cost', con permiso de Tuenti, que es O2. Esta firma ha multiplicado por tres el número de clientes en el último año, precisamente por esta nueva oleada de un mayor ajuste de los precios de sus consumos especialmente entre las familias.
Si no habrá subidas de precios, ¿de dónde saldrán más ingresos? La compañía espera ofrecer más servicios al margen de la conectividad y los digitales. Por un lado, siguen apretando el acelerador con las alarmas tras la compra del 50% de Prosegur por más de 300 millones de euros en el primer semestre. Vilá insiste en que hay una "buena tracción" de estos productos vinculados a la seguridad del hogar. Pero además quieren comercializar otros vinculados a los seguros -para lo que lleva varios trimestres en negociación con algunas de las aseguradoras en España- y otro de 'salud digital'. Todo ello sin que haya en el horizonte una fuerte consolidación en el sector. El propio Álvarez-Pallete resaltó la opa sobre Másmóvil como un "signo positivo" para el mercado español, tanto por el interés de los fondos internacionales como por los múltiplos que se han fijado, pero insistió en que no ve a corto o medio plazo movimientos significativos de reducción de competidores que aflojen la intensidad de la batalla comercial. Hoy hay seis operadores 'de facto' con los cuatro grandes, Virgin Telco (Euskaltel) y la rumana Digi.
El de las telecos, por su fuerte competencia (con descuentos como una de las claves comerciales) y su enorme penetración entre los ciudadanos y las empresas, se convierte en un termómetro clave para medir la temperatura de la economía. El presidente de Telefónica y su equipo tienen ahora por delante algo más de cinco meses para confirmar con los números, tanto comerciales como financieros, el optimismo que hoy exhiben respecto a la evolución 'macro' de España y con el que se abonan a los 'brotes verdes' del Gobierno de Pedro Sánchez.
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