Telefónica quiere evitar que haya restricciones a la fusión de Orange y Másmóvil en España. La transacción es la prueba de fuego para el regulador de la competencia europeo. "La operación debería tener mínimos 'remedios' o directamente sin 'remedios'", ha afirmado el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, tras la presentación de resultados anuales en los que creció en todos sus mercados.
"Si uno analiza el impacto de las redes con quien compite y lo que se pone de manifiesto es que el mercado español ya es distinto", ha resaltado Álvarez-Pallete, quien ha defendido que en este nuevo tiempo se necesita "una nueva regulación". Lo dice pese a que la futura entidad fusionada tendría más clientes en banda ancha que el grupo que preside y se enfrentaría a un rival mucho más fuerte y con una capacidad mayor para invertir. Pero entiende que le perjudicaría mucho más unas exigencias de ventas de activos que crearan de nuevo un cuarto operador muy fuerte en el país.
Álvarez Pallete ha remarcado que el mercado de infraestructuras en España ya es altamente competitivo, con tres redes de fibra hasta el hogar desplegadas por los principales operadores, y ha subrayado que la operación será un 'test' para medir si la Comisión Europea ha entendido realmente los cambios que trae consigo el nuevo mundo digital. La propia Comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ya advirtió el año pasado en una visita a España que analizaría "en profundidad" esta transacción.
Telefónica no es una excepción. Evidentemente, los operadores más pequeños, aspirantes a conseguir por un buen precio estos activos de red o el espectro, quieren que haya restricciones y obligaciones regulatorias. Pero a la operadora dueña de Movistar se ha sumado también en los últimos meses la propia Vodafone, que después de no haber logrado cerrar la fusión con Másmóvil, entiende que sería mucho peor para sus intereses la creación de un cuarto operador con esos 'remedios'.
La presión se incrementa por parte de los operadores ante el inicio del estudio completo de la transacción por parte de Bruselas. La notificación se hizo efectiva hace un par de semanas y la 'hoja de ruta' de Orange y Másmóvil pasa por que haya un veredicto definitivo por parte de Vestager a lo largo del próximo verano.
Telefónica prefiere el 'mal menor' de la fusión, con la creación de un rival más fuerte pero sin condiciones, que una transacción con ventas de activos que crearan 'otro Másmóvil'
El despliegue de la alta velocidad
En clave europea, el directivo también ha celebrado la consulta pública impulsada por el Comisario de Mercado Interior de la Comisión Europea, Thierry Breton, para determinar si las grandes tecnológicas deben pagar por el uso de la red. Ha vuelto a sacar al relucir el dato: seis compañías tecnológicas, entre las que se encuentran nombres como Netflix o Amazon, generan el 60% del tráfico sin contribuir al despliegue de las infraestructuras de red que utilizan.
"Este mundo ha cambiado, poco tiene que ver para la regulación vigente. En cuanto a España, creo hay que cambiarlo todo. Esto no es la antigua red de cobre de un monopolio, hay al menos tres redes de fibra en la mayoría de regiones ya desplegadas", ha subrayado el directivo.
Álvarez-Pallete ha reclamado que se termine con la regulación que obliga a la empresa a prestar servicios mayoristas de fibra en varias zonas. Además, el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, y Álvarez Pallete han denunciado que los precios fijados por el regulador para acceder a la red y los ductos de la compañía son demasiado bajos.
La compra de Digital+
Uno de los aspectos que se tendrá que estudiar por parte del regulador en España es el del mercado de la televisión de pago. Desde la compra de Digital+ en el año 2015, Telefónica debe ceder en el mercado mayorista una serie de contenidos a sus rivales, pues aquella transacción le dio una posición de dominio en este sector. Sin embargo, el secretario del consejo y responsable de regulación, Pablo Carvajal, se mostró confiado en que estos 'remedios' se terminen en abril sin que se impongan ningunos nuevos.
Así, ha señalado que, con la llegada de las plataformas, Telefónica no cuenta con una posición dominante en este mercado y no hay condiciones que puedan justificar una intervención por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). A esta ausencia de exigencias regulatorias vinculó el presidente ejecutivo una potencial entrada de un socio industrial a Movistar+.
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