El Consejo de octubre autorizó a Pallete la venta de México tras la oferta de Cerberus

  • El presidente de Telefónica ultima la salida parcial de este mercado y trabaja en una operación similar en Centroamérica. El objetivo: reducir deuda.
José María Álvarez-Pallete durante la junta de accionistas de Telefónica
José María Álvarez-Pallete durante la junta de accionistas de Telefónica
EFE

Consejo de administración de octubre en Telefónica. El presidente, José María Álvarez-Pallete, se sienta ante la cúpula de la operadora. Quiere conseguir su beneplácito para cerrar la venta parcial de la filial de México. Y según aseguran fuentes conocedoras del cónclave, logra esa 'luz verde' sin fisuras con la oferta del fondo estadounidense Cerberus como la mejor posicionada para ganar la carrera.

Pallete lleva meses trabajando en el cierre de varias operaciones de venta en el continente latinoamericano, con el objetivo de rebajar la deuda financiera de la firma. Tras semanas de negociaciones, el presidente de la operadora se presentó ante el consejo para lograr el 'sí'. No iba a ser sencillo, pues tanto él como el consejero delegado, Ángel Vilá, habían defendido hasta la extenuación que no venderían si no fuera para poner en valor sus activos y no a cualquier precio. En este caso, la venta generará minusvalías millonarias, aunque también caja.

Finalmente, pese a algún conspicuo lamento, logró el plácet. Sobre la mesa estaba una de las ofertas mejor posicionadas: la del fondo estadounidense Cerberus, con fuerte presencia en España, especialmente en el 'ladrillo' (tras la compra de 10.000 millones de euros en activos a los bancos), según ha confirmado La Información en fuentes conocedoras.

El objetivo es cerrar cuanto antes la venta de la filial en un contexto muy complicado para Telefónica. Por un lado, por la enorme competencia en este mercado, con América Móvil (del magnate Carlos Slim) y AT&T como rivales en una cruda guerra de tarifas. Por otro, por los problemas regulatorios sufridos que han empujado a la baja el negocio en los últimos trimestres.

Este avance en las negociaciones para México no es el único que la operadora ha logrado en su intento por cerrar ventas parciales de sus negocios en el continente americano. Las conversaciones para la salida en otra gran filial, Centroamérica, también siguen su curso. Según confirman las mismas fuentes, el grupo de telecomunicaciones Millicom es uno de los mejor posicionados, tal y como avanzó el diario 'Expansión'. Otra opción es la de la estadounidense Liberty, que ha mostrado un vivo interés por ganar peso en aquel mercado.

Tanto uno como otro son activos relevantes para Telefónica. Son la segunda y tercera filial por ingresos de la zona norte de Latinoamérica. Pero sus tendencias son muy diferentes. Mientras que Centroamérica ha ido logrando algunos de los mejores incrementos de negocio, México ha sufrido caídas superiores al 6% durante el último año en los ingresos y sus previsiones no son especialmente halagüeñas.

A por los inversores

Si finalmente estas dos grandes operaciones llegan a buen fin, Telefónica lograría algo de aire después de que la fuerte crisis financiera en Argentina, con el millonario rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI) de fondo, diera al traste con su intención de sacar a bolsa el 40% de la filial por hasta 800 millones de euros. Una OPV que, evidentemente, quedó en suspenso ‘sine die’.

Estos dos argumentos son algunos de los que está utilizando el máximo directivo de la operadora española en las reuniones de alto nivel que está manteniendo con los inversores. Busca convencerlos de su capacidad para acelerar la reducción de deuda, una de las grandes losas que ha pesado en los últimos años. Con ambos movimientos podría recortar en más de 2.000 millones un pasivo que ascendía a 42.636 millones de euros a cierre del mes de septiembre. Pero sobre todo, lanzaría un mensaje positivo a un mercado que ha ido castigando de manera sistemática a un sector como el de las telecomunicaciones, muy dependiente de la regulación y con una fuerte competencia. Telefónica se deja, pese a la subida significativa desde agosto, más de un 12% en bolsa.

Telxius como lección

Hasta ahora, su principal operación de venta para reducir deuda de manera inorgánica fue Telxius. Tras varios intentos, ingresó 1.275 millones de euros por el 40% de su filial de torres al fondo de inversión KKR. En segunda instancia colocó un 10% que fue adquirido por Pontegadea, el vehículo de inversión controlado por el fundador de Inditex, Amancio Ortega, por 378 millones. ¿La última? La ‘entrega’ de su aseguradora Antares a Catalana Occidente por 161 millones (de los que 30 millones se aportaron para recortar el pasivo).

Con la venta de O2 en suspenso, Telefónica se ha centrado en Latinoamérica como objetivo de ventas parciales. Tal y como adelantó La Información, desde principios de año Álvarez-Pallete estudiaba una vuelta atrás en lo que se conoció como ‘Operación Verónica’: salir parcialmente de algunas de sus filiales. Cuando cierre definitivamente las dos ventas que ultima, éstas se convertirán en los dos primeros pasos para completar esta jugada. Una jugada que el presidente puede perfectamente 'vender' en positivo a los inversores.

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