En los resultados de 2022

Pallete planta cara en la pelea por la regulación tras la subida de los ingresos

Telefónica se 'abraza' a Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, como aliado en Bruselas ante la batalla. Pide una "enmienda a la totalidad" a la CNMC y una 'desregulación' del mercado de fibra y de TV.

El presidente ejecutivo de Telefónica S.A., José María Álvarez-Pallete.
El presidente ejecutivo de Telefónica S.A., José María Álvarez-Pallete.
Europa Press

La “travesía" en el desierto del cambio de modelo de las telecos (también de Telefónica) ha quedado atrás. O eso es al menos lo que quieren creer en el grupo español. Y en ese contexto, el presidente ejecutivo de la compañía, José María Álvarez-Pallete, ha relanzado la batalla regulatoria tras varios intentos sin mucho éxito en el pasado, cuando la pandemia y la guerra obligaron a priorizar el mantenimiento de las cuentas. Endurece el mensaje contra la CNMC, a la que le insta a hacer una “enmienda a la totalidad” de sus reglas, y contra la Comisión Europea, a la que le pide que obligue a los gigantes ‘tech’ a pagar por las redes y que autorice sin ningún tipo de condiciones la fusión de Orange y Másmóvil en España.

“Llevábamos mucho tiempo cayendo en ingresos”. El año 2022 marcó un primer suelo: era la primera vez en siete años que crecían los ingresos anuales del grupo. Es lo que el propio presidente ejecutivo calificó de “travesía" en el desierto en el mercado de las telecos: la transición de un mundo de voz a un mundo de datos, con una caída relevante de ingresos de la primera y un incremento de los segundos que no compensó. A esto sumó una "competencia artificial" creada por las 'reglas de juego' y el despliegue de las nuevas redes para dar respuesta a un aluvión de tráfico. Ahora que el negocio empieza a recuperar cierto tono, tras el 'shock' de la Covid y la invasión de Ucrania, el primer ejecutivo pone el foco en la regulación como el 'empujón' necesario para acelerar y "traer la racionalidad de vuelta" al sector.

Uno de los frentes de esa batalla regulatoria es el de la financiación de la infraestructura. Lo que en el argot inglés se conoce como 'fair share'. En la práctica es la exigencia a los gigantes tecnológicos más 'consumidores' de banda ancha de internet para que abonen un precio por su explotación. Álvarez-Pallete aseguró a los analistas que el tráfico de los seis grandes grupos -entre los que están compañías como Netflix- consumen hasta el 70% del tráfico. Celebró que la Comisión Europea iniciara un proceso de consulta pública para la creación de esta potencial figura financiera.

Esta consulta ya pone sobre la mesa el debate de la financiación de las redes, históricamente reivindicado por el sector. Supone un "cambio potencial" en el campo de juego. Pero no sólo porque se tratará una reivindicación histórica, sino porque, según explica el presidente ejecutivo, se analizará no quién debe pagar y para qué se va a pagar. Es decir, cuáles son las redes que quiere el regulador y cómo se puede llegar a los objetivos desplegando de manera más eficiente en los diferentes países. En esta tarea, el operador se abraza al comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, (ex primer ejecutivo de France Telecom y de la tecnológica Atos)  como aliado frente a su homóloga en Competencia, Margrethe Vestager, mucho más inflexible y menos permisiva con la consolidación y las fusiones.

Otro de los flancos que ataca es la consolidación del mercado. El presidente ejecutivo dio un nuevo dato a los analistas para justificar la fragmentación: el operador móvil europeo medio cubre a 5 millones de personas, mientras que su homólogo estadounidense cubre a 107 millones. "La situación es insostenible y más con los volúmenes de datos creciendo un 30% todos los años", apostilló. Entiende que debe fomentarse la unión entre competidores del mismo país, pues precisamente la regulación fragmentada actual lleva a que las sinergias de operaciones de telecos de diferentes países sean muy limitadas (no habría ahorros en costes como el espectro radioeléctrico). Por eso defendió la autorización "con 'remedios' mínimos o sin 'remedios'" de la fusión de Orange y Másmóvil. "Es una operación que nos afectará pero ha llegado el momento de un enfoque más racional", concluyó.

Más allá de la unión de los dos rivales, Álvarez-Pallete pone el dedo en la llaga española. Su relación con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no ha sido especialmente fluida en los últimos años. En esta ocasión, el primer ejecutivo fue más allá y endureció el mensaje, llamando a una enmienda a la totalidad de la regulación española, donde Telefónica sigue siendo tratada como el antiguo monopolio incumbente con obligaciones mayoristas muy relevantes, especialmente en el acceso a sus redes. "En la mayoría de las ciudades hay tres redes de fibra ya desplegada; esa regulación se creó para hacer perder cuota de mercado y han logrado que haya tres redes, pero ahora se ha quedado obsoleta", apunta el ejecutivo.

Hace una enmienda total a la CNMC, a la que exige que no exija otras restricciones en la TV de pago y que elimine obligaciones en fibra o en el acceso a infraestructura civil

El caso de la regulación de la televisión de pago es paradigmática. En abril acaban los 'remedios' exigidos tras la compra de Digital+ -entre otros el acceso mayorista de sus competidores a todos los derechos deportivos y contenidos premium-. Y la presión no cesa para que no haya nuevas limitaciones. "No esperamos ninguna regulación sobre la televisión de pago; no hay ninguna condición que autorice a la CNMC para intervenir", explicaba el Secretario General y del Consejo de Administración y Director Global de Regulación, Pablo de Carvajal, quien defendía que con la consolidación de Netflix, HBO o Disney, su posición no es dominante. Al margen del negocio audiovisual, entienden que no tiene sentido que el mercado de fibra óptica también esté regulado o que exista una obligación asimétrica de acceso a infraestructura civil que, en la práctica "se está subvencionando a competidores pues se vende por debajo de los costes".

Otras operaciones corporativas

"Debe haber una distinción entre los que invierten y los que no invierten", avisaban desde la compañía. El propio Pallete aportó un dato: las operadoras europeas invierten entre 30.000 y 35.000 millones de euros sólo en el ajuste de la capacidad de la red para abordar el aluvión de tráfico. Entienden que existe un cierto cambio de sentimiento en Bruselas. Pero este aún no se ha traducido en algo más que gestos que aún no han desembocado en desregulaciones o cambios importantes en las reglas. La consulta pública de subvención de las redes aún tiene por delante muchos meses de gestión y varios años de acuerdo entre países hasta alcanzar un pacto definitivo.

Más allá de la regulación, la compañía busca mantener vivas algunas operaciones corporativas para extraer más valor tras el frenesí de los dos últimos años. En cuanto a torres, el único gran activo que le queda es el 50% de las acciones de Cornerstone, la gestora que comparte con Vodafone. "Tenemos todas las opciones abiertas; es un activo muy atractivo y muy único", explicó el consejero delegado, Ángel Vilá. En materia de fibra, analiza socios para crear una empresa de fibra (fiberco) en Perú y Argentina. Además están abiertos a la adquisición de gestoras pequeñas en problemas por el cambio de condiciones macroeconómicas en diferentes mercados. 

En cuanto a Latinoamérica (Hispam), el mercado no prioritario para la teleco, siguen abiertos a la consolidación o la desinversión para "crear valor". Al igual que en Europa, en algunos mercados se están viviendo fusiones y adquisiciones de operadores locales. Las valoraciones siguen impactadas por la situación actual y esa es una de las razones por las que no hay más movimientos. En la división Tech, que ha crecido cerca de un 30% sin contar con las adquisiciones ejecutadas, siguen retrasando la entrada de potenciales inversores mientras consolidan su cuenta de resultados independiente. No hay plazos.

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