El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, cerró al año 2020, marcado por el duro impacto en el negocio de la pandemia global del coronavirus, con un salario total de algo más de 5 millones de euros. Se trata de una rebaja de en torno al 6% respecto al ejercicio anterior. Es la misma reducción que ha registrado el consejero delegado, Ángel Vilá, que se embolsó 3,7 millones de euros.
En concreto, según queda reflejado en el informe de remuneraciones aportado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Álvarez-Pallete ingresó 1,9 millones de euros de salario fijo, que se mantuvo invariable en relación al de 2019. En la retribución variable sumó 3,44 millones, con ese recorte del 6%. A esto hay que sumar los 132.000 euros de sistemas de ahorro y 26.000 por otros conceptos.
Como sucede de manera periódica, el primer ejecutivo de la operadora aportó algo más de 540.000 euros a su plan de pensiones (plan de previsión social de directivos). En total, acumula 9,3 millones por este concepto. En el informe asegura que renunció al cobro de 240.000 como presidente del consejo y 80.000 como presidente de la comisión delegada.
Por su parte, el consejero delegado, Ángel Vilá, ha seguido el mismo esquema, con el mantenimiento del salario fijo en 1,6 millones de euros y una rebaja de en torno al 6% en la variable hasta situarla en los 2,1 millones de euros. En total, sus emolumentos ascendieron a 3,9 millones, según el citado informe.
En cuanto a planes de incentivos, tienen uno activo (2018-2023): en el año 2020, la compañía ha recortado un 50% la asignación del ciclo comprendido entre 2020-2023 "como gesto de responsabilidad". Y tienen uno nuevo que van a aprobar en la próxima junta general de accionistas que será para el periodo entre 2021 y 2026.
El resto del consejo de administración ha cobrado, entre remuneración fija, dietas y cobro por pertenencia a diferentes comisiones, un total de 3 millones de euros. Esta cantidad se reparte entre los quince miembros que lo conforman, entre independientes y dominicales.
Un año complicado
Estas remuneraciones se ejecutaron en un año especialmente marcado por el impacto de la pandemia global del coronavirus, tras el cual la compañía ha decidido recortar un 25% la retribución al accionista a través del dividendo hasta dejarla en los 0,30 euros por acción con el objetivo de preservar la caja para reducir deuda y afrontar las inversiones.
El año 2020 se cerró con una caída del 11% en los ingresos hasta los 43.000 millones de euros. El resultado bruto (Ebitda) se redujo también casi un 11%, aunque el beneficio neto se disparó por la ausencia de capítulos extraordinarios. La deuda neta financiera del grupo se recortó en 2.500 millones hasta los 35.000.
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