Sin mencionar a la 'tasa Google', pero haciendo alusión a los impuestos de las grandes tecnológicas. El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha reclamado durante la cumbre de la CEOE una reforma fiscal que adapte los impuestos "al mundo digital" ante el 'boom' de los gigantes del sector. "Está pensada para el siglo pasado", ha advertido. La reivindicación no ha quedado ahí y también ha vuelto a pedir "mismas reglas, mismos servicios y mismas obligaciones" de las operadoras de telecomunicaciones y las firmas como Google o Facebook.
El primer ejecutivo de la operadora ha planteado como una primera medida en la reconstrucción de la crisis frente a lo nuevo. "La pandemia se ha llevado las normas del viejo mundo, desde las normas de la competencia a la definición de los mercados relevantes", ha defendido. El coronavirus ha acelerado los cambios digitales. "Es como si nos hubieran metido en una cápsula del tiempo y hubiéramos avanzado años", ha apostillado. Y para ejemplificarlo ha puesto sobre la mesa datos de la propia Telefónica: sus clientes han planteado demandas de servicios en la nube que estaban previstas para dentro de cinco años.
Con esta explosión obligada de la digitalización sobre la mesa, Álvarez-Pallete vuelve a reclamar a los reguladores dos reivindicaciones claves. Por un lado, igualar las reglas para las operadoras de telecomunicaciones y los gigantes tecnológicos. "Si nosotros damos una llamada de voz sobre 4G estamos compitiendo con empresas OTT y lo que pedimos es mismas reglas, mismos servicios y mismas obligaciones", ha argumentado.
Esas exigencias para las reglas operativas también se extienden al ámbito fiscal. "Está pensada para el siglo pasado y tenemos que adaptarla a las normas del mundo digital; la definición del hecho imponible es diferente", ha planteado el directivo, sin referirse expresamente a la 'tasa Google', que ha respaldado en el pasado.
Junto a la reforma fiscal, ha planteado una reformulación de la educación; una canalización de los recursos que permita que la ayuda "llegue lo antes posible a la gente", y un plan de reconstrucción digital para las pequeñas y medianas empresas. "Hay una brecha digital y la digitalización ya no es un lujo sino una necesidad", ha defendido. Por último, ha reclamado un impulso de un pacto digital que "ponga a las personas en el centro" y afronte la desigualdad.
En el lado político, Álvarez-Pallete ha defendido un trabajo "espectacular" de la administración y los funcionarios, con la gestión de los miles de ERTE o de las 580.000 operaciones del ICO. "Es un falso dilema entre Estado o empresa; hemos construido un magnífico pasado entre todos y el presente tiene que ser conjunto", ha apuntado.
Su homólogo en Orange España, Laurent Paillassot, también ha esgrimido el argumento fiscal, pero mirando a Europa. "Tener tamaño es crítico, necesitamos campeones europeos, con masa crítica y economías de escala", ha apuntado. En los últimos años, la Comisión Europea "ha puesto foco en fomentar la competencia y lo ha hecho con mucho éxito". Pero, según él, ahora se debe poner el foco en el fomento de la inversión: "Hay un hueco enorme entre Estados Unidos y Europa; estamos invirtiendo la mitad que los Estados Unidos". Tanto él como el responsable de la patronal digital y de las telecos Digitales, Eduardo Serra, reclamaron una fiscalidad más favorable. "A más fiscalidad, menos inversión; el antídoto ante la incertidumbre es la seguridad jurídica", ha defendido Serra.
Dentro de esa inversión, el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, ha reclamado un plan para lograr que el 100% de todos los hogares y empresas estén conectados con red móvil 4G y red de fibra de 1 gigabit. Respecto a lo primero, acarrearía una inversión de 250 millones de euros, mientras que lo segundo necesitaría hasta 1.500 millones de desembolso. "Hay que encontrar las formas de financiarlo".
Un plan de reindustrialización
Por su parte, el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, ha defendido dos medidas claves para la reconstrucción en España. Por un lado, un plan nacional para la digitalización. Y, por otro, un programa de reindustrialización que permitirá una generación de empleo de más calidad, una mayor estabilidad económica; la reducción a la exposición de los ciclos económicos; una potenciación del I+D, y un efecto arrastre sobre el resto de sectores, principalmente el de servicios.
"No se puede competir en precio con compañías asiáticas", ha defendido el primer ejecutivo, que ha insistido en que empieza a ganar más peso en la competitividad la tecnología y el talento. "La digitalización y la reconstrucción podría ser una estrategia de país para afrontar un escenario de reconstrucción", ha apuntado. En el lado del talento, ha reclamado una regulación "con flexibilidad" del teletrabajo para atraer a profesionales de calidad.
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