Índice de Red Eléctrica en el mes de febrero

La pandemia arrasa los brotes verdes del consumo eléctrico en la gran industria

Gráfico consumo.
Gráfico consumo.

La pandemia ha aplastado una tímida recuperación de la demanda eléctrica en la industria. El índice que publica Red Eléctrica de España (REE) cada mes muestra que febrero registró el primer aumento interanual en términos brutos desde abril de 2018. El dato es engañoso porque el mes pasado tuvo un día más -2020 es año bisiesto-. Corregida esa circunstancia, febrero finalizó con un retroceso interanual del 3%. ¿Malo? No tanto. Los técnicos de REE destacan que es el menor retroceso desde principios del pasado año 2019. Un pequeño brote verde, medio aplastado, que ya refleja  "la paralización derivada de la crisis sanitaria"

El impacto brutal de la pandemia en la actividad económica y el consumo se reflejará con toda la crudeza en el indicador de marzo. Será un mazazo. En febrero, las cosas empezaban a pintar bien. "La componente industrial", señalaba REE, "ha moderado significativamente sus tasas de retroceso, especialmente en los bienes intermedios". Era un paso hacia el optimismo después de un mal año.

En 2019, según los datos de seguimiento del gestor del sistema eléctrico, el indicador global de consumo cayó un 4,6%. Pero en la industria, la caída interanual alcanzó el 9,2%. REE concluyó que fue "el mayor retroceso interanual desde que se viene elaborando este indicador en el año 2010". Un frenazo de la demanda que en la metalurgia llegó al 13,2%, en la automoción al 10,5% y en el refino al 17,5%.

El parón de la economía se ha dejado notar de forma brutal en las primeras jornadas tras la declaración del estado de alarma y el confinamiento de la población. La demanda de energía eléctrica, según datos recogidos por Cinco Días,  se desplomó un 8,2% en los cuatro días siguientes a la declaración del estado de alarma.  Según datos por horas de REE, entre el lunes y el jueves de la semana pasada la demanda media pasó de 32.446 MW a 28.214 MW, algo más de 4.200 MW.

Los primeros coletazos de la crisis golpearon en febrero en los servicios públicos y en el transporte, sectores en los que ya se resintió la demanda de energía. Las previsiones son muy negativas. La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), encargada de gestionar en España la red de transporte de carburantes, registró en la semana del 12 al 18 de marzo descensos próximos al 14% en la demanda de gasolinas y gasóleos. En el queroseno de aviación, la caída supera el 25%. El desplome va ser mayor porque se esperan caídas en el consumo de los carburantes por encima incluso del 50%.

Con la demanda tocada en todos los sectores, el momento  es especialmente delicado en la industria del automóvil y la del refino. El índice de REE de febrero -antes del apagón económico- mostraba descensos interanuales del consumo del 15,1% en las empresas metalúrgicas, del 14,8% en las refinerías y del 7,7% en la industria automovilística.

La realidad es especialmente adversa para los fabricantes de coches porque ya venían de un año como 2019 muy complicado. Un roto de enorme dimensión para la economía española. El sector supone un 10% del producto interior bruto del país y es un motor para las exportaciones. El 82% de los vehículos fabricados en España se exportan. El consumo de energía refleja la debilidad de un mercado donde las matriculaciones de turismos y todoterrenos disminuyeron en 2019 por primera vez desde 2012, un 4,8% en comparación con el año anterior, hasta 1.258.260 unidades (63.177 menos), según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), de vendedores (Ganvam) y de concesionarios (Faconauto).

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