Cambio de guión

Patuano debe blindar el rating de Cellnex para refinanciar 2.000 millones en 2024

La gestora de torres se enfrenta a una fuerte subida de vencimientos de deuda en los dos próximos años. S&P ha fijado la rebaja del pasivo por debajo de las 7 veces el Ebitda en un periodo de entre 12 a 24 meses.

El consejero delegado, Tobías Martínez (i), y el nuevo CEO de Cellnex, Marco Patuano (d), se saludan
El consejero delegado, Tobías Martínez (i), y el nuevo CEO de Cellnex, Marco Patuano (d), se saludan
Jesus Hellin / CONTACTO vía Europa Press

Marco Patuano es desde ayer el nuevo consejero delegado de Cellnex. El ejecutivo italiano está llamado a liderar un claro giro de guión en la gestora de infraestructuras de telecomunicaciones española que se vendió por primera vez al mercado a finales del pasado año. Un cambio para poner el foco claramente en la generación de caja positiva y la reducción de ratios de deuda. Esto justificará la mejora de la calificación de la agencia S&P y mantendrá la de Fitch y, a su vez, permitirá hacer abordables las condiciones de refinanciación. El calendario de vencimientos de deuda se va a complicar de manera dramática: en 2024, la cantidad a devolver se multiplica por más de 14.

El ya exCEO de la compañía, Tobías Martínez, lo admitió justo antes de dar su último discurso ante la junta general del pasado jueves: "Ha habido un cambio dramático en los costes financieros y los tipos de interés". Él aseguró que lo que le toca a la empresa es adaptarse a esta situación para afrontar la gran cantidad de deuda acumulada tras años de una agresiva estrategia de compras de activos. Pero él ya no será el que lo lidere. Su sucesor, Marco Patuano, deberá mirar el rating como gran salvoconducto. Sin el 'grado de inversión' emitido por S&P el camino se puede complicar mucho más allá de las próximas navidades.

El reto es muy relevante. Y el precio si no se consigue es muy alto. Para comprender las dimensiones, sólo hay que mirar el calendario de vencimientos a cierre del ejercicio pasado que está reflejado por S&P en su último informe. En 2023, había que devolver 143 millones de euros. En 2024, cuando la compañía busca contar con ese 'grado de inversión', se dispara a 1.979 millones. A partir de ahí, el ritmo se intensifica: 1.917 millones en 2024; 2.600 millones en 2026, y 2.194 millones en 2027. Obviamente, este es un pasivo que la compañía no puede devolver. Y para continuar el camino es necesario refinanciar.

Esa refinanciación es clave. Y sin el beneplácito de S&P, esa negociación con la banca de Patuano y su equipo financiero sería en condiciones mucho peores. En ese último informe, la agencia asegura que la compañía está comprometida a reducir la ratio de apalancamiento del grupo por debajo de las 7 veces Ebitda para finales del año 2024. Los analistas de la agencia creen que durante este año 2023 se situará entre esas 7 veces y los 7,3 para llegar en el mejor de los escenarios a 6,5 a cierre del próximo ejercicio. Y esto pese a que los ingresos se estabilizan debido a la falta de compras de nuevas torres. Este parón en la estrategia de adquisiciones va a permitir que el flujo de caja después de los alquileres de los espacios para torres y otras infraestructuras sea positivo ya este 2023, según dichas previsiones.

Para conseguir ese flujo de caja positiva hay que convertirse, al menos de manera temporal, en una empresa más 'aburrida' tras años de frenesí. Esas previsiones son fijadas por la agencia en base a una serie de suposiciones que realmente son las que reflejan el cambio de guión claro en la estrategia corporativa. Por un lado, unos ingresos ralentizados sólo impulsados por el crecimiento orgánico (subida del 10% en 2023 y de hasta el 5% en 2024). Y por otro, colocar las salidas de dinero de la caja para compras en mínimos (unos 170 millones por año). Y estas no estarían relacionadas con incorporaciones de activos, sino sólo con adquisiciones de terrenos principalmente. En el juego de equilibrios hay que sumar entre 900 y 1.000 millones de euros de inversión (Capex) que deben ir destinados por contrato a la construcción de nuevos emplazamientos para sus clientes, que son las operadoras.

Como sucede en otros sectores, la caja va a resultar clave en la gestión de Patuano. Ese escenario de flujos dibujado por S&P se basa en una evolución 'normal' del negocio. Pero en el equipo ejecutivo ya se ha puesto sobre la mesa algún acelerador que pueda dar más oxígeno: la venta de posiciones minoritarias en filiales relevantes de mercados atractivos para los fondos. Hoy la compañía cuenta con alianzas con operadores como es el caso de Países Bajos, donde comparte una sociedad conjunta con Deutsche Telekom, o en Suiza. Pero lo que se ha vuelto a plantear es que se pueda extender. Se cristaliza el valor de esos negocios en los países, pero sin tocar el accionariado del holding. Las palabras de la presidenta del pasado jueves dieron a entender en la junta que están teniendo lugar negociaciones para firmar transacciones en los próximos meses: "Estamos trabajando, pero no puede decir nada más públicamente".

Esas operaciones reducen la tensión a la caja y además dan algo más de margen para afrontar el dividendo. La 'hoja de ruta' que plantea S&P está basada en el pago de unos 40 millones de euros al año durante 2023 y 2024, con un incremento anual del 10%. Eso es más o menos a lo que se ha comprometido la empresa. La compañía ya ha advertido que contempla subir esa remuneración y además hacer un programa creciente de recompra de acciones. Pero esto sólo se puede producir si se logra ese 'grado de inversión' en el rating de la deuda.

A conquistar al accionista

Todos estos guiños se contemplan en el horizonte para tratar de fidelizar a un accionariado para el que ahora se ha reservado un premio diferente. "Hay que seguir dando alegrías a nuestros accionistas; no con M&A sino de otra forma", advirtió Tobías Martínez durante su despedida. No hay que olvidar que como primer socio de cabecera está uno de los fondos activistas más activos, al que no le tembló el pulso para pedir dimisiones y exigir en público una resolución más rápida de la sucesión de Tobías Martínez como CEO. TCI, la gestora de Chis Hohn, acumula pérdidas sobre el papel pues completó una parte nada desdeñable de su entrada en la gestora de torres en 2021, cuando las acciones llegaron a estar disparadas por encima de los 60 euros y no había atisbo de subida de tipos.

Pero no son los únicos a los que hay que mimar. La familia Benetton es el segundo accionista con el 8,2% de los títulos. En la última ampliación de capital vendió los derechos de suscripción, mientras que en la de 2020 no ejerció la totalidad, lo que le llevó a una dilución importante. Han ido poco a poco perdiendo peso. Además, Edizione acaba de tomar el control de la italiana Atlantia junto a Blackstone en una opa de exclusión valorándola en unos 19.000 millones de euros. 

Pese a las dificultades, Cellnex se enfrenta a un sector con grandes ventajas y con un calendario de contratos saneado. Como avanzó La Información, Patuano hereda una base de acuerdos comerciales con las telecos que no necesitará renovaciones o renegociaciones durante su primer mandato de tres años, gracias a que su antecesor lograra blindar la ampliación a 30 años de su relación con Telefónica. Para S&P, el sector de las torres sigue siendo atractivo: "Baja volatilidad y menor exposición a cambios de ciclo, además de la alta previsibilidad de los flujos de caja". A esto suma una industria que ve cómo la demanda de datos móviles no deja de crecer y las barreras de entrada continúan altas. Esos son los mimbres que el flamante primer ejecutivo de la 'torrera' deberá explotar. 

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