Abertis pasa por caja antes de devolver los peajes: hasta 100 millones en mejoras

  • La compañía que capitanea José Aljaro pierde este año la concesión de un tramo de la AP-7 y de la AP-4 que debe devolver a Fomento. 
Peaje de la autopista AP-7, en Martorell (Barcelona). / EFE
Peaje de la autopista AP-7, en Martorell (Barcelona). / EFE

Cuenta atrás para la devolución de las autopistas de peaje al Estado que terminan la concesión a finales de este ejercicio. Entre los afectados está Abertis, que tiene dos tramos cuyo contrato vence el próximo 31 de diciembre y que ya ha comenzado a ejecutar el plan de reversión de estas vías para devolver la gestión al Ministerio de Fomento de José Luis Ábalos, tal y como confirma la propia compañía. 

En concreto se trata de un tramo de la AP-7, que comunica Tarragona con Alicante, y de la AP-4, entre Sevilla y Cádiz. Según los contratos de concesión de estas vías, Abertis debe entregarlas al final de este acuerdo  en el mismo estado en que se les entregó. Para ello, se están llevando a cabo pequeñas obras de mejora, como la colocación de señalización, con el fin de que se cumpla con lo estipulado en el contrato. 

Más allá de esto, resulta curiosa la puesta en marcha de la construcción de una playa de peajes en la AP-7, a la altura de Tarragona, como consecuencia de la eliminación del pago en el tramo que va desde esta ciudad hasta Alicante. Esta autopista se divide en varios tramos, todos ellos gestionados por diferentes filiales de Abertis. El que vence a final de año es el que está en manos de Aumar, mientras que el tramo entre La Junquera y Tarragona está gestionado por Acesa y aún formará parte de la cartera de activos de la compañía hasta 2021. 

Como Abertis gestionaba la totalidad de la vía, la playa de peajes que se situaba entre ambos tramos fue eliminada con la ampliación de la concesión. Ahora, y tras la eliminación del pago entre Tarragona y Alicante, Abertis está construyendo una nueva para poder cobrar a los conductores que usen el tramo más al norte de la vía. 

Pese a que no hay cifras oficiales, diversas fuentes afirman que la compañía que adquirieron ACS y Atlantia el año pasado tendría un fondo de 100 millones de euros para hacer frente a los diferentes planes de reversión de las vías que vencen en los próximos años. Así, dentro de esta cantidad entrarían las partidas tanto para Acesa como para Aumar. 

La eliminación de peajes, un problema para el empleo

Además de la aplicación de este plan de reversión, hay otro tema candente con respecto a la eliminación de las barreras de los peajes tras la decisión del Ejecutivo socialista de no renovar las concesiones de las autopistas: la pérdida de hasta 1.300 empleos. Los primeros afectados serían los trabajadores de Aumar, la compañía de Abertis que gestiona la AP-4 entre Sevilla y Cádiz y la AP-7 entre Tarragona y Alicante. Esta filial de la concesionaria tiene 300 empleados y, tal y como señalan los sindicatos, está preparando un ERE que afectaría hasta la mitad de la plantilla una vez se termine el contrato concesional.

Gráfico Peajes
 

Desde Abertis señalan que se está intentando recolocar a la mayor cantidad de empleados posibles y que una parte de ellos podrán seguir trabajando gracias a los contratos de mantenimiento de estas vías. En cambio, son conscientes de la dificultad que implica la gran movilidad que supondrían algunas de las recolocaciones. 

Los trabajadores de Aumar seguirán a los 111 empleados de Itínere que se vieron abocados al ERE hace apenas unos meses cuando la AP-1 -que conectaba Burgos con Armiñón- volvía a manos públicas. Pero no serán los únicos. Todo parece indicar que, a medida que vayan venciendo las diferentes concesiones irá sucediendo lo mismo, tal y como aseguran fuentes del sector y ante la parálisis política. Una situación que no permite llegar a ningún acuerdo. 

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