Las petroleras intentan debilitar a Ribera con datos sobre impuestos y emisiones

  • Las compañías trasladan a Industria que las prohibiciones en el automóvil recortarán los 17.500 millones anuales de recaudación por IEH e IVA
El anuncio de prohibiciones en el automóvil ha conmocionado a la industria petrolera.
El anuncio de prohibiciones en el automóvil ha conmocionado a la industria petrolera.
José González

Divide y vencerás. Las petroleras, conmocionadas por los anuncios del Ministerio de Transición Ecológica para prohibir la venta de vehículos contaminantes a partir de 2040, tratan de debilitar la posición de la ministra de Transición, Teresa Ribera. Lo hacen con datos sobre el posible impacto de los anuncios en la recaudación de impuestos relacionada con los hidrocarburos -17.522 millones en 2017- y con estadísticas de Eurostat que sitúan a España como uno de los países más limpios de la UE; eso sí, en emisiones por habitante.

La estrategia de las petroleras tuvo representación, en vivo y en directo, en la celebración del 25 aniversario de la Asociación Española de Productores de Productos Petrolíferos (AOP). El presidente de la Asociación y de la petrolera BP criticó con dureza a la ministra Ribera, que había acudido a inaugurar el acto. En pocas ocasiones se ha visto al anfitrión poner verde al invitado en su presencia. El chaparrón fue el prólogo.

El epílogo fue otro. Al finalizar el acto, clausurado por la Ministra de Industria, Reyes Maroto, los primeros espadas de las petroleras, Antonio Brufau (Repsol), Luis Aires (BP), Pedro Miró (Cepsa) y Josu Jon Imaz (Repsol), mantuvieron un largo e intenso aparte con la responsable de Industria.

Reunión informal

En esa reunión informal, pero densa en  duración y ademanes, quedaron claras dos cosas: que la ministra elegida como interlocutora para el sector es Maroto y que las petroleras tratan de introducir una cuña en el consejo de ministros. Del argumentario contra los anuncios de Ribera que trasladaron a Maroto destacan dos: el impacto sobre la recaudación tributaria de la prohibición de vehículos de combustión a partir de 2040 y la supuesta inocencia de Ribera al asumir un combate contra el cambio climático en el que España ya está  en cabeza.

En el apartado de impuestos, las petroleras tienen las cuentas claras. Las prohibiciones anunciadas afectarán, no sólo a las ventas de coches y por lo tanto al empleo, sino también a los 10.881 millones recaudados por el Estado por el Impuesto Especial de Hidrocarburos, que llegan a 17.522 millones si se suman 6.641 millones de IVA.

Además del dinero, la ofensiva petrolera contar Ribera se apoya en otro argumento: el de la calidad del aire. Con datos de Eurostat, el sector petrolero sitúa a España en el puesto 12 -de 28- por emisiones de gases de efecto invernadero per cápita. En la lista, el país menos contaminante  sería Letonia y el más contaminante Luxemburgo.

Los datos de emisiones por habitante son más amables que los referidos a emisiones totales. En la actualidad, las emisiones de España están un 17% por encima del nivel de 1990 y en 2017, las emisiones aumentaron un 4,45%. España registra récords de importación de combustibles fósiles y mantiene una dependencia energética que supera en 20 puntos la media europea.

Coches más limpios

Pero las compañías petroleras prefieren ver la botella medio vacía, o medio llena, según se mire. Sus mensajes para la ministra Maroto destacan que los coches de 2018 emiten entre un 25% y un 30% menos que hace diez años y que España sólo representa el 0,7% de las emisiones mundiales.

Los últimos datos publicados por el departamento de Medio Ambiente refuerzan, según las empresas, las tesis que maneja el sector ya que muestran que en 2017 España mejoró en calidad del aire, reducción de emisiones y reciclaje de residuos, aunque empeoró en apartados como incendios y sequías.

Es un tanto a favor de las empresas. Pero no una derrota para la ministra de Transición Ecológica que, de forma indirecta, ha recibido el aval de Bruselas a sus propuestas para poner fecha de caducidad a los motores de combustión. En una comunicación sobre las líneas estratégica para lograr la descarbonización de la economía en 2050, la Comisión Europea adelanta que la cuota de mercado de los vehículos contaminantes a mediados de siglo sería prácticamente residual -menos del 4% del total- si se quiere lograr el objetivo cero emisiones. Es algo que obligaría a que no se vendieran más coches diésel y gasolina a partir de 2040, lo que coincide con las posiciones adelantadas por Ribera.

 

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