Las petroleras van a por el recibo de la luz y aceleran el fin del oligopolio eléctrico

  • La autorización a Repsol como comercializadora de electricidad sumará miles de clientes a los más de 1,7 millones que contratan con pequeñas empresas 
Tendido eléctrico.
Tendido eléctrico.
EFE

Durante más de 50 años, el sector eléctrico ha sido un coto cerrado. Un puñado de empresas se repartían el negocio y sus ingentes beneficios. La situación -sobre el papel- cambió con la liberalización del sector a partir de 1997. Pero sólo muy recientemente se empiezan a ver grietas en la fachada del oligopolio. La patronal del sector Unesa, constituida hace 75 años, se ha diluido, mientras la entrada en el sector eléctrico de nuevos actores como las petroleras  apuntan a un fin acelerado del statu quo eléctrico. El impulso del autoconsumo puede ser la puntilla del antiguo régimen.

Los planes de la petrolera Repsol, la recién llegada al club eléctrico, apuntan a un nuevo escenario a medio plazo. La compañía compró en junio a Viesgo  tres centrales hidroeléctricas (700 MW) y dos centrales de ciclo combinado (1.650 MW). Ha obtenido ya la autorización de la CNMC para vender electricidad  con su propia comercializadora, lo que ensanchará las grietas que ya mostraba el tradicional oligopolio eléctrico.

Los planes de Repsol apuntan a ello porque quiere superar el 5% de cuota de mercado a corto plazo y contar con 2,5 millones de clientes en el mercado minorista de gas y electricidad. Incluso aunque no cumpliera con todos sus objetivos, los planes de la petrolera refuerzan la idea de que hay todo un sector que está a punto de cambiar de época.

Más competencia

La mayor competencia se empieza a notar tanto en el mercado regulado -el que suministran las grandes compañías como Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP o Viesgo- como en el mercado libre. Ha habido trasvase de clientes  de uno a otro mercado y las grandes empresas han perdido clientela aunque no beneficios.

Gráfico electricidad.
Gráfico electricidad.

Según datos de la CNMC para el año cerrado 2017, las comercializadoras de los cinco grandes grupos suministraban el 88,5% del total de los puntos de suministro del mercado libre (17,7 milllones). En 2014 suministraban el 90,7%. El resto de comercializadoras, las llamadas independientes, suministran el 11,5% de los puntos, con una subida de más de dos puntos en  tres años.

Las empresas y la CNMC manejan datos más recientes. Las comercializadoras independientes -hay más de 200 constituidas- sin relación con los grandes grupos, han alcanzado una cuota del 22,3% entre los clientes en baja tensión que han decidido cambiar de compañía. Sus ofertas han convencido a 195.838 clientes de los 876.363 que mudaron de empresa entre enero y marzo.

El secreto de las petroleras

Hace un año, las empresas independientes sólo captaban el 14% de los usuarios más inquietos. Es un cambio de tendencia notable. En un año, la cuota ha subido un 50%. Algo se mueve y la entrada de nuevos actores en el negocio acelera la tendencia.

Repsol ha sido la primera en obtener la licencia de venta, pero sus propósitos no son una excepción. Cepsa mostró en 2017 su interés por el  desarrollo de parques eólicos y BP apuesta por tecnologías más limpias y ya probadas, entre ellas la generación eólica y los biocarburantes de última generación.

La "conversión" de las empresas tradicionales en entidades dispuestas a competir y con interés en energías renovables tiene sus motivos. La mayor eficiencia de los motores, la sustitución de calefacciones a gasóleo y los vehículos eléctricos anticipan un fuerte descenso en el consumo de petróleo y carburantes en los próximos años en Europa en general y en España en particular.

Mostrar comentarios