Piqué informa a Rolls-Royce que dejará la presidencia de ITP tras la venta a Indra

  • El ex ministro ha sido clave en las negociaciones a fin de asegurar que la empresa vasca seguirá como licenciatario de la multinacional británica.
Josep Piqué en una imagen de archivo.
Josep Piqué en una imagen de archivo.

Josep Piqué dejará la presidencia de ITP Aero que ejerce desde diciembre de 2017 una vez que se cierre la venta de la compañía vasca a Indra. La decisión ha sido trasladada por el propio exministro a la alta dirección de Rolls-Royce, actual propietario único de ITP. El exministro considera que la transacción con Indra da por terminada su misión al frente de la empresa de componentes de motores aeronáuticos y que no ha sido otra que encarrilar el proceso de integración dentro de un grupo más fuerte con suficiente masa crítica y pasaporte español, de acuerdo con los intereses de desinversión de la multinacional británica y los condicionantes impuestos por el Ministerio de Defensa.

El antiguo dirigente político y miembro en los sucesivos equipos de gobierno de José María Aznar trata de aquilatar sus funciones profesionales en el mundo económico y empresarial con un compromiso especialmente proactivo dentro del llamado segmento ‘non profit’ que le ha llevado a colaborar con diversas entidades y organizaciones de la sociedad civil. Piqué participa en varios patronatos y consejos científicos entre los que destaca el Real Instituto Elcano y ostenta en la actualidad altos cargos de representación institucional, entre los que destacan las respectivas presidencias de la Fundación Iberoamericana Empresarial, del Centro Internacional de Toledo por la Paz y del Foro y la Fundación España-Japón.

En el ámbito corporativo y privado el exministro ha pasado por múltiples consejos de administración en una actividad rotatoria vinculada con el periodo de maduración de los proyectos empresariales en los que participa. Es el caso de ITP Aero, compañía en la que Piqué ha sido pieza clave para orientar las negociaciones con Indra, cuyo eje principal no es otro que asegurar un plan de negocio con Rolls Royce. El plan de Indra, apoyado por Piqué, consiste en que ITP pueda seguir trabajando con plena garantía en el futuro como licenciatario y aliado preferente en los programas industriales de la multinacional británica.

En este marco de actuación Piqué se ha convertido durante los últimos meses en un mediador indispensable para que el grupo comprador que preside Fernando Abril-Martorell pueda asegurar el pleno desarrollo corporativo de ITP una vez que se materialice la transacción. El propio presidente de Indra ha dado señales inequívocas para entender los objetivos estratégicos de la compra cuando afirmó este pasado lunes en la junta general de su empresa que ITP mejorará el mix de negocios y dará acceso a nuevos mercados y clientes. A partir de esta condición básica Indra está trabando ahora en la financiación de una operación que está tasada aproximadamente en 1.000 millones de euros.

El futuro de Piqué en ITP está, en definitiva, vinculado exclusivamente al cierre de un acuerdo que se considera inmediato. De ahí precisamente que el empresario catalán haya aceptado el nombramiento como nuevo consejero independiente de Amadeus IT Group hace escasamente una semana. La incorporación al máximo órgano de gobierno del líder tecnológico de servicios turísticos implicará una especial dedicación en un segmento de actividad que no le es ajeno al que fuera, entre otros cargos, máximo responsable ministerial de la cartera de Industria. No obstante, Piqué quiere aligerar su agenda para disponer del tiempo mínimo necesario que requiere la incorporación a un nuevo y exigente consejo de administración.

Mientras se sustancia la salida de la empresa vasca de motores, el alto directivo 'colecciona' entre otras relevantes tarjetas de visita sendos puestos como administrador en los máximos órganos de gobierno de Seat y Abengoa. En el caso de la filial española de Volkswagen el cargo de consejero lleva implícita la presidencia de la comisión de auditoría, cumplimiento y buen gobierno. Esta responsabilidad tiene una especial significación tras el escándalo por la manipulación de emisiones, el llamado dieselgate, en el que todavía está involucrada la multinacional alemana desde finales del año 2015.

En Abengoa la situación es distinta, por lo menos desde el momento en que este pasado miércoles el presidente de la compañía, Gonzalo Urquijo, ratificó ante la junta general reunida en Sevilla la garantía de viabilidad del actual proyecto empresarial. Piqué considera que el máximo responsable de Abengoa ha intensificado durante el último bienio el plan de transformación que el grupo andaluz ha tenido que afrontar después de una larga travesía de cuatro años por el desierto de la crisis. Ahora, una vez cerrado el ejercicio de 2018 y recuperadas las principales variables económicas, puede ser un buen momento para poner término a su colaboración con la empresa. Al igual que en el caso de ITP no sería extraño que Piqué dejase también el consejo de administración de Abengoa en las próximas semanas.

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