La plantilla de 35 centros de la multinacional de cosmética Estée Lauder en España ha convocado una huelga indefinida a partir del sábado en protesta por la decisión de la firma de "excluir" a las representantes sindicales escogidas para negociar la modificación de las condiciones laborales.
Tal y como ha informado el Colectivo Ronda y recoge Efe, que asesora a las trabajadoras, están llamadas a participar en el paro las empleadas de 35 centros que la compañía estadounidense tiene en España, la mayoría de los cuales se encuentran en puntos de venta situados en centros comerciales y aeropuertos.
La huelga es la reacción a la decisión de la empresa de desestimar la inclusión de las nuevas representantes escogidas por 427 trabajadoras -más de la mitad de la plantilla- para participar en la negociación, para la cual Estée Lauder ha designado como interlocutores únicos a los sindicatos presentes en el comité de empresa de su principal centro de trabajo, ubicado en Madrid.
Las trabajadoras aseguran que los centros celebraron sus correspondientes asambleas y votaciones "en tiempo y forma" para designar a sus representantes sindicales, pero la dirección de la compañía no lo ha tenido en cuenta, lo que motivó que el pasado viernes más de la mitad de la plantilla impugnara ante la Audiencia Nacional la mesa negociadora.
El expediente de modificación de las condiciones de trabajo incluye medidas como la eliminación de la compensación económica de los domingos y festivos, el cambio de turnos rotativos a turnos fijos o la supresión del sistema de comisiones sobre las ventas que se aplicaba hasta ahora.
"La pretensión de la empresa supone un injustificable impacto sobre las condiciones económicas y laborales de una plantilla formada en su práctica totalidad por mujeres a las que se pretende reducir significativamente la retribución y, sobre todo, dificultar enormemente cualquier perspectiva de conciliación de la vida familiar y laboral", han denunciado los abogados Esther Comas y Albert Vallribera.
Según la dirección de la compañía, las medidas propuestas buscan "proporcionar flexibilidad" al negocio para adaptarse "a las exigencias cambiantes del mercado", un argumento que, para las trabajadoras, carece de justificación.
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