¿Vuelve El Pocero? Reactiva su sociedad tras cinco años con pérdidas millonarias

  • El empresario que levantó El Quiñón ha nombrado a dos de sus hijos apoderados solidarios de su compañía personal. 
Francisco Hernando, El Pocero, dueño del holding.
Francisco Hernando, El Pocero, dueño del holding.
EFE

El Grupo Francisco Hernando Contreras, la sociedad personal del conocido empresario El Pocero, se ha reactivado doce años después de la construcción de su famosa urbanización en Seseña. Esta sociedad ha estado plenamente paralizada desde el año 2013, último ejercicio en el que percibió algún tipo de ingresos, y ha acumulado desde entonces pérdidas por valor de 24,32 millones de euros

El Pocero ha decidido ahora nombrar a María Audena Hernando del Saz y a Francisco Hernando del Saz, dos de sus hijos, como apoderados de la sociedad, tal y como se recoge en el Boletín Oficial del Registro Mercantil. Este es, por tanto, el primer movimiento de la sociedad en cinco años, lo que podría suponer una vuelta a la actividad de este polémico empresario en pleno resurgir del sector inmobiliario. 

El último ejercicio del que están disponibles sus cuentas, el de 2017, fue un camino de espinas para el empresario. Tanto fue así que no consiguió ni un euro de ingresos y consignó unas pérdidas de 2,58 millones de euros. Pero los números rojos es algo a lo que el empresario ya estaba acostumbrado. 

El Pocero lleva sin percibir ingresos a través de esta sociedad desde el año 2013 cuando sus cuentas marcaron una cifra de negocios de 359.801 euros. Estos datos resultan irrisorios en comparación con los que obtenía durante los grandes años del ladrillo. Por ejemplo, en 2005, en plena construcción de su gran obra de Seseña, la sociedad consiguió 177 millones de facturación y los beneficios superaban los 100 millones de euros. Números que se quedan muy lejos de los conseguidos estos últimos años

En total, según admite la sociedad en su memoria, las pérdidas del holding de El Pocero en ejercicios anteriores ascienden a 24,32 millones de euros. A pesar de ello y según el mismo documento, la sociedad cuenta con un único trabajador y registró unos gastos de personal de 5.861 euros en el último ejercicio.

¿Un nuevo Seseña?

Su gran obra, el Quiñón de Seseña, es el mayor exponente de la burbuja inmobiliaria. El empresario se hizo conocido tras plasmar en el papel un macroproyecto para levantar 13.500 viviendas en un inhóspito paraje de Toledo. La casi 'desértica' zona de la localidad de Seseña se convirtió en un avispero de grúas a principios de los dos mil.

La idea inicial se quedó finalmente en el papel. En ladrillo, El Pocero solo plasmó la construcción de unas 5.000 propiedades que llegaron justo en medio del 'boom' inmobiliario. El coste de urbanización de lo que muchos vecinos definen como un erial fue tan abultado que los bancos no pudieron cobrar todo el dinero prestado. 

En total, la inversión superó los 6.000 millones de euros y los bancos se quedaron en el año 2009 con unas 2.000 viviendas que no se habían conseguido vender, según el alcalde de la localidad de aquel momento, Manuel Fuentes. Esas viviendas se venden ahora a través de las entidades y 'servicers' como Haya a precios que comienzan en los 70.000 euros. 

Ahora, en pleno resurgir del este sector inmobiliario, Francisco Hernando ha descongelado su sociedad, ¿querrá crear un nuevo 'El Dorado' del ladrillo?

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