SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic acaparan los titulares de la carrera espacial, sin embargo existe un buen puñado de empresas cuya tecnología protagoniza también las nuevas misiones o esta llamada a hacerlo en los próximos años. Se trata de lo que muchos expertos han empezado a denominar el 'Espacio 2.0'.
La incorporación de estas nuevas compañías y de los emprendedores que las encabezan a este mercado ha supuesto una revolución en términos de rebaja de costes, y ha traído consigo otro fenómeno: la "democratización del acceso al espacio". A esto ha contribuido la empresa capitaneada por Elon Musk con la reutilización de parte de sus cohetes.
Se trata de un cambio de paradigma que implica un descenso drástico de los costes. El precio inicial de un lanzamiento se reduce así alrededor de un 30%, un porcentaje nada desdeñable si se tiene en cuenta que en promedio cuesta más de 60 millones de dólares, en el caso del Falcon de SpaceX. Si enviar un kilo de carga al espacio costaba 25 000 dólares hace 20 años, hoy este importe se aproxima a los 2500 dólares. De aquí a 5 años debería costar 250 dólares, según Hélème Huby, consejera delegada de The exploration company. Un motivo, en definitiva, para abrir los horizontes y revolucionar el mercado.
Tanto esta empresa como la neozelandesa Rocket Lab, las estadounidenses Planet y Velo3D, así como la alemana Rocket Factory Augsburg (RFA) o la británica SpaceBit, entre otras, han llegado para revolucionar el sector. De esta nueva era de la conquista espacial hablamos con Rolando Grandi, gestor del primer fondo europeo dedicado a la temática del espacio, 'Echiquier Space' de la firma La Financière de l’Echiquier.
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