División en la cúpula del grupo de medios

Oughourlian se aferra al sillón de Prisa apoyado en una mayoría precaria

El Consejo de Administración del grupo ratifica este martes el mandato del inversor armenio como presidente. Rosauro Varo será el nuevo vicepresidente.

Prisa
Oughourlian se aferra al sillón de Prisa gracias a una mayoría precaria
EFE

Hace apenas dos meses, la permanencia de Joseph Oughourlian al frente del Grupo Prisa no estaba en los planes del fundador de Amber Capital. O, al menos, eso es lo que parecía. El directivo, que tiene en sus manos el 29,8% del grupo editor, aseguró entonces, después de ocupar el cargo de manera interina, que el proceso de sucesión  de su antecesor, Javier Monzón, sería "muy transparente" y en consenso con "todos los consejeros y accionistas".  La situación ahora es otra. Oughourlian lleva semanas tratando de aglutinar el máximo respaldo entre los principales accionistas de la empresa, sin éxito. Previsiblemente, el Consejo de Administración ratificará al representante de Amber en la presidencia esta misma tarde, con el respaldo de un grupo seleccionado de administradores vinculados al propio fondo activista y a Telefónica. 

De hecho, de los doce miembros del Consejo, Oughourlian solo contará con el respaldo efectivo de los representantes de Amber, incluido él mismo, más los dos consejeros franceses Dominique Dhinnin y Beatrice De Clermont-Tonnerre. A estos se sumarán los dos consejeros que entraron tras la crisis de diciembre y que fueron pactados de común acuerdo con José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, tal y como son Rousauro Varo y Javier Santiso. Se da la circunstancia de que, hace apenas un mes, dentro de Telefónica consideraban más conveniente que fuera uno de estos dos nuevos administradores quien asumiera la presidencia no ejecutiva de Prisa, en calidad de consejeros independientes.  El objetivo ahora es nombrar a Rousauro Varo como vicepresidente.

A lo largo del último mes, Joseph Oughourlian ha perdido apoyos, tanto entre los accionistas del grupo, como también en el Consejo. En lo que concierne al máximo órgano de Gobierno, Manuel Polanco, representante de la familia fundadora del grupo de medios, se ha mostrado contrario a la convalidación del nombramiento del presidente, entendiendo que fue el propio representante de Amber quien, desde un primer momento, afirmó que se buscaría, para el relevo definitivo de Monzón, a un presidente de carácter institucional, que no estuviera representando a ninguno de los socios de referencia de la compañía.

Oughourlian insistió el pasado diciembre en que el relevo en la presidencia sería transparente: "La idea es poner una persona muy institucional y muy independiente".

El presidente interino del grupo editor insistió en una entrevista realizado el pasado mes de diciembre en 'El País', diario de cabecera del Grupo Prisa: "Ahora se abre un periodo de transición y lo quiero llevar bien". Entre las prioridades que acuñó Oughourlian para sellar el relevo de Monzón estaban la transparencia y el consenso del proceso: "Quiero hacer algo muy bien hecho, muy abierto". De igual modo, el empresario de origen armenio fue claro en su idea sobre el futuro presidente al timón del grupo editor: "La idea es poner una persona muy institucional y muy independiente porque sabemos perfectamente que la persona del presidente de la compañía manda un mensaje muy importante tanto al exterior como al interior y la independencia de nuestros medios es absolutamente clave".

Oughourlian llegó al mismo Consejo de Administración que este martes lo ratificará como presidente de la empresa, en calidad de consejero dominical, aupado por el fondo de inversión Amber Capital. Este mismo 'hedge funds' forzó la salida de Monzón, a finales del año pasado, en una junta general extraordinaria que, en principio, no incluía la votación del cambio de presidente en el orden del día. El cese de Monzón se aprobó por un margen estrecho, con el respaldo del 52,2% de una junta en la que solo estaba representado el 84,5% del capital del grupo. A raíz de dicha asamblea, y tras la salida de Monzón, Oughourlian, hasta entonces vicepresidente y consejero en representación de Amber, asumió la presidencia en funciones y con carácter temporal. Pero, de un tiempo a esta parte, la estrategia ha dado un giro sustancial que permitirá ahora a Oughourlian aferrarse al sillón presidencial de la compañía.

A partir de ahora se abre una nueva etapa en Prisa que previsiblemente estará caracterizada por los pactos societarios que puedan llevar a cabo Amber y los nuevos accionistas franceses de Vivendi, con un 10% del capital. La multinacional gala ha tratado de asegurarse el respaldo del Gobierno para expandir sus posiciones accionariales en Prisa hasta alcanzar una cuota del 20% del capital frente al 10% que posee actualmente. El papel de Telefónica será una de las incógnitas a despejar en el futuro, por cuanto que la operadora no ha mantenido una posición fija  como accionista de referencia. Cabe recordar que en junio, la empresa presidida por Álvarez-Pallete respaldó la renovación de Javier Monzón como presidente y, solo medio año después, votó su destitución a favor de Amber.

Desde este momento, Oughourlian manejará la compañía con el apoyo del consejero delegado Manuel Mirat, quien, en teoría, cuenta con todos los poderes ejecutivos, no obstante, la evolución de los acontecimientos y el papel protagonista adoptado por Amber, hacen pensar que el inversor armenio dispondrá de un poder específico en las grandes decisiones estratégicas, no en vano, la deriva de Prisa está orientada desde hace tiempo por los intereses del fondo activista, destacando en este sentido, la separación de los negocios en dos unidades de gestión diferenciadas; una relativa a los medios de comunicación, y otra integrada por los activos de la actividad de educación nucleados en torno a Santillana. Oughourlian ha heredado una empresa saneada tras la refinanciación de deuda llevada a cabo el año pasado, y ha advertido sobre posibles cambios dentro de la compañía en un futuro inmediato. En este sentido, el nuevo presidente de Prisa ha apostado por impulsar la digitalización de la radio y añadir una división audiovisual.

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