Prisa sondea un frente de accionistas españoles tras la llegada de Monzón

  • Baraja la entrada de inversores como Entrecanales, Riberas y Castellanos en la próxima ampliación de capital, estimada en 500 millones de euros.
Javier Monzón expresidente de Indra.
Javier Monzón expresidente de Indra.

Prisa está a punto de volver a reinventarse. El grupo de medios de comunicación celebrará este viernes un consejo de administración clave. No sólo porque tiene que aprobar la llegada de Javier Monzón, expresidente de Indra, a su consejo de administración con el objetivo de sustituir a Juan Luis Cebrián en la presidencia. También tiene que dar luz verde una ampliación de capital, estimada en 500 millones de euros, en la que se dé entrada a nuevos accionistas de referencia. Inversores que, según indican fuentes conocedoras del proceso, deberán garantizar que Prisa quede en manos de inversores españoles.

Para esa ampliación se barajan algunos nombres clave del panorama empresarial español. Entre ellos: Jaime Castellanos, presidente del banco de inversión Lazard en España (quien fue accionista de Vocento hasta el pasado mes de abril); José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona (empresa de la que también es consejero Castellanos); y la familia Riberas, principal accionista de Gestamp, según indican las citadas fuentes. Un portavoz del fabricante de componentes asegura a lainformacion.com que, por el momento, no se ha mantenido ningún contacto, mientras que fuentes otros dos candidatos a desembarcar en Prisa han declinado hacer comentarios.

A esa ampliación de capital también se plantean acudir algunos de los accionistas actuales de la compañía editora de El País. Entre ellos, Telefónica (que tiene el 13% del accionariado), Santander (4,1%) y CaixaBank (4,9%). Su intención es continuar en la compañía y respaldar el nombramiento de Javier Monzón como nuevo presidente de consenso.

Monzón tendrá que aunar intereses, después de que la familia Polanco (que tiene el 17% de las acciones del grupo) se haya opuesto a la venta de Santillana como vehículo para sanear su deuda, que roza los 1.792 millones de euros. Tras este movimiento fallido, Prisa se ha quedado sin margen para reestructurarse y la ampliación de capital es obligada.

A día de hoy, el principal accionista de Prisa es la firma de inversión Amber Capital, con el 19%, por delante de los Polanco, del grupo mexicano Herradura (encabezado por Roberto Alcántara, 8,9%) y del HSBC (9,5%). Precisamente, esta entidad financiera ganará peso en los próximos meses una vez se ejecute el canje de bonos por acciones previsto para abril de 2018.

El papel de HSBC

HSBC podría convertirse en el accionista de referencia gracias a la emisión de bonos que Prisa realizó en abril de 2016. La realizó en dos tramos. El primero, por importe de 32,1 millones, lo suscribieron HSBC, CaixaBank y Santander, mediante el canje de una deuda subordinada que Prisa realizó en 2012.

El segundo es la clave. El tramo B, de 68,6 millones fue suscrito íntegramente por el HSBC mediante el canje de parte de sus préstamos participativos. La conversión, en abril, se realizará a un precio unitario de 10 euros por acción. Actualmente, cada título de Prisa está en 3,55 euros.

El viernes, si se cumple la hoja de ruta prevista, se darán los pasos para poner en marcha esta ampliación y, también, para definir cómo será la transición en la presidencia. En un primer momento, se barajó la entrada de Monzón como vicepresidente y la continuidad de Cebrián como presidente de honor de El País. Habrá que esperar al viernes para ver cómo resuelve la situación el consejo del grupo.

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