Cada uno de los 'superpisos' de entre 600 y 1.200 metros cuadrados -y en los que ha dejado su huella el afamado arquitecto brasileño Marcio Kogan- ocupará una planta entera del edificio que ejerció como sede de Wintertur, ubicado en el número 10 de la calle Francesc Maciá, en Barcelona. Es la segunda promoción de lujo de obra nueva más cara de España, ahora que bastan los dedos de una mano para contar los residenciales de obra nueva y superlujo que están a la venta en nuestro país.
Solo la supera Villa Almudena, en San Sebastián (a 22.000 euros el metros cuadrado), y empata a 20.000 euros el metro cuadrado con Villa de París, la promoción de Mabel Capital en la madrileña calle de General Castaños, y con la también catalana Torre KKH, en el edificio que ocupaba el Deutsche Bank en Barcelona, en el paseo de Gràcia 111, propiedad del fondo de inversión KKH Property Investors.
Si el plano se suele resistir para el lujo, en este caso las estadísticas han cambiado. Cuatro de las ocho casas se han vendido en un tiempo récord. Y no están aún entregadas. Esta promoción de FM10, gestionada por Squircle Capital y propiedad del fondo luxemburgués SQC Opportunity. se diferencia de Torre KKH, comercializada por el Hotel Mandarín Oriental, o de los madrieños apartamentos de Canalejas, en que no hay un hotel detrás, pero se ofrecen los servicios de este tipo de establecimientos. La inversión inicial para el proyecto rondó los 100 millones de euros, de los que 40 correspondieron a la reforma del edificio, que tiene cerca de 8.000 metros cuadrados.
Hasta ahora los compradores son grandes patrimonios procedentes de Cataluña y del resto de España. Aquí no hay entrado (aún) las fortunas latinoamericanas que están jugando un papel clave en la venta de obra nueva de lujo en Madrid. El precio medio es de 16.600 euros por metro cuadrado (10 millones de euros), habiéndose alcanzado los 20.000. Es además la única promoción que permite al comprador poder adquirir el piso en bruto (sin acabar) a un precio más bajo: 13.500 euros (ocho millones), dicen en Knight Frank, responsables de la venta. Los precios de las residencias que aún se comercializan parten de 8 millones de euros.
Seis plazas de garaje, piscina, spa...
En un principio, estaba previsto que el activo albergara un hotel, pero finalmente el fondo optó por combinar el uso residencial y comercial. Antes de adquirirlo la firma luxemburguesa estos pisos 'superprime' estaban en mano de grandes fortunas internacionales, muchas de ellas operaban a través de su family offices en Londres, a pesar de no ser originarias de este país.
Francesc Macià 10 ofrece unos servicios solo comparables a los de las promociones más exclusivas de Londres o Nueva York. Cada propietario disfruta de seis plazas de garaje, una piscina comunitaria de 20 metros de longitud, instalaciones de spa y 'wellness' y servicio de conserjería. Las residencias se pueden comercializar acabadas con uno de los diseños ofrecidos por un trío de arquitectos de renombre internacional: el propio Kogan, el belga Vincent Van Duysen o el italiano Vincenzo de Cotiis.
Caixabank, el inquilino del bajo
Los bajos del edificio también fueron objeto de deseo hasta que en 2018 entró una entidad bancaria. En la zona 'retail' de 3.000 metros cuadrados de superficie se preveía que una firma de lujo ocupase el espacio comercial. Al final, Caixabank será el próximo inquilino de la antigua sede de Winterthur. El banco ha alquilado los bajos comerciales de este inmueble singular.
En la actualidad, Caixabank opera con un nuevo modelo de atención al cliente, llamado 'store' y creado en 2013. La entidad posee 247 oficinas de este tipo en España, además de contar con el formato ImaginCafé, un espacio especializado en tecnología, innovación y creatividad aplicada a las artes, la cultura y el entretenimiento. Lo de Francesc Maciá se supone una macrosucursal al estilo de la que arrienda a la Mutua de la Abogacía en la madrileña calle Serrano 7.
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