Tras la venta del 50% de Alarmas

Prosegur se deja más de 110 millones en su apuesta como socio de Telefónica

La compañía de seguridad ya puede deshacerse de los 45 millones de acciones que recibió de la operadora tras haber superado el periodo de bloqueo de nueve meses.

Helena Revoredo, dueña de Prosegur
Helena Revoredo, dueña de Prosegur.
Prosegur

Cuando los Gut Revoredo y la filial de Telefónica España estamparon las firmas en el primer acuerdo para la compraventa del 50% de la división de alarmas en España de Prosegur, nada hacía presagiar que estallaría en todo el mundo una pandemia global como la del coronavirus. Era septiembre del año 2019. El cierre oficial se produjo en febrero de este año. Y hoy, diez meses después de formalizar la transacción, el grupo de seguridad se deja más de 110 millones de pérdidas latentes en las acciones que recibió de manos de la operadora de telecomunicaciones a cambio de ese porcentaje, pese a la significativa subida del último mes. Desde hace varias semanas se ha levantado el bloqueo para poder vender esos títulos.

La compra se anunció a mediados de 2019. Telefónica quería consolidar su apuesta por el hogar conectado a través de la seguridad. Y lo quería hacer no con una alianza comercial, sino sacando la chequera, haciéndose con la mitad de las acciones de Prosegur Alarmas en España, cambiándole el nombre para incluir la marca Movistar y controlando buena parte del canal de distribución. El precio a pagar: 305 millones de euros. El desembolso no se hizo con efectivo, sino a través de acciones. La familia Gut Revoredo, que controla la mayoría accionarial del grupo especializado en seguridad, aceptó ese intercambio, con lo que se convertiría en un accionista significativo de la teleco.

En total, Prosegur se hizo con 45,9 millones de acciones (0,9% del total) a un precio de 6,1 euros por cada una de ellas. En total, los 305 millones de euros de precio final. Ya para arrancar tuvo que apuntarse un descuento en la valoración de esos títulos "que representa la imposibilidad de vender las acciones en el mercado hasta pasados nueve meses de la transacción", según dejaba constancia en la memoria del primer semestre del año, presentada ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es decir, el bloqueo impuesto ya empujó a la baja. A esto hay que sumar la devaluación de los títulos este año, marcado por la pandemia del coronavirus.

En los números del tercer trimestre, cerrado el 30 de septiembre, la empresa de los Gut Revoredo incluía su participación del 0,9% en el capítulo 'Activos financieros no corrientes'. La inmensa mayoría pertenece a las acciones de la teleco. Y el valor era de 167 millones de euros (se recibió acciones por 305 millones). Esto no cuenta la subida significativa que han vivido los títulos en el último mes. Contando con esa mejora, las pérdidas latentes son de algo más de 110 millones.

Los 'números rojos' que se apunta en su balance podrían ir reduciéndose progresivamente si se confirma la mejora en bolsa de la teleco española. Pero, incluso en caso de que decidiera deshacerse de los títulos con esas pérdidas, ya puede hacerlo. El contrato de compraventa se hizo efectivo el 28 de febrero, por lo que habría que contar nueve meses desde esa fecha. Desde el pasado mes de noviembre podría salir de la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete. Sin embargo, ésta lo ha colocado ya dentro de un particular núcleo estable, junto a otros accionistas con mucho más peso como Caixabank, BBVA o Blackrock.

¿Cómo ha ido el negocio en este tiempo de alianza de ambas partes? Ninguna de las dos empresas desglosa exactamente cómo han evolucionado los ingresos en este año 2020 en España. Hasta febrero, cuando se firmó el acuerdo, aportó 19,1 millones de euros de ingresos. En términos más generales, el grupo insiste en su memoria semestral que esta división "se ha visto principalmente afectada por la crisis pandémica, como consecuencia del confinamiento; la red comercial de alarmas no ha podido desempeñar su actividad y por ello no se han alcanzado los objetivos de crecimiento de ventas".

Un negocio al alza

Para Telefónica el de las alarmas es un pilar fundamental en toda la estrategia de diversificación de negocio en el que ha estado inmersa en los dos últimos años, donde también se han potenciado los servicios de financiación con Movistar Money o los de salud a distancia con Movistar Salud. En los últimos trimestres se ha priorizado dentro de la retribución variable del equipo comercial de la operadora la venta de este producto de seguridad, algo que ha despertado alguna crítica entre las organizaciones sindicales. Además en este tiempo han ido ofreciendo diversos descuentos en sus paquetes para los clientes de la oferta convergente de fibra y móvil Fusión. 

El negocio de las alarmas y la seguridad en la casa ha ido ganando peso entre las operadoras, precisamente en ese afán por incrementar el ingreso medio de cada uno de sus clientes. Orange lleva varios años ofreciendo su propio servicio a través de la firma del sector Tyco. Por su parte, Vodafone anunció el pasado mes de noviembre un acuerdo comercial, sin ningún intercambio accionarial, con Securitas Direct, algo similar a lo que Telefónica tenía firmado desde el año 2015.

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