Uno de los tres promotores de la OPA

Providence acaricia con Másmóvil el 'pelotazo' que ya se marcó en ONO

Fue socio de la 'cablera' y de Recoletos. Tras quintuplicar su inversión en el cuarto operador, busca hacer lo mismo con la opa lanzada esta semana.

Másmóvil
Providence quiere repetir el éxito en Másmóvil.
EFE

Parte del futuro de Másmóvil pasa por el estado más pequeño de los Estados Unidos, Rhode Island. Más en concreto, en su capital, Providence. Allí se encuentra el cuartel general del fondo epónimo de capital riesgo Providence Equity Partners, una de las tres grandes firmas que han lanzado una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el cuarto operador de telecomunicaciones en España. Lo hace después de haber dado un primer campanazo en la compañía fundada por Meinrad Spenger, al multiplicar por cinco su inversión con un bono convertible con el que financió la decisiva compra de Yoigo, y de hacer lo propio con ONO, vendida a Vodafone en 2014. Con una gestión en la sombra y sin hacer mucho ruido, la gestora se ha erigido en uno de los grandes dinamizadores del sector.

Jonathan M. Nelson, con una fortuna estimada en casi 2.000 millones de dólares, no es alguien que se prodigue mucho. Su nombre apenas es conocido en España. Pero el fondo que fundó a finales de la década de los 80 ha estado detrás de algunas de las operaciones más destacadas del panorama de medios y telecomunicaciones en este país. Precisamente esa es su especialidad y donde se ha convertido en una referencia mundial a base de cerrar grandes acuerdos. Uno de los que lo encumbró tuvo lugar a principios de siglo, cuando vendió su participación a Deutsche Telekom en VoiceStream Wireless, un operador móvil que acabó convirtiéndose en T-Mobile, por casi 30.000 millones de dólares. Después de esa llegaron otras muchas más. Unas con mayores retornos que otras.

Hace ahora quince años, aterrizó en España con dos operaciones que acabarían siendo especialmente jugosas para sus intereses. Ambas las lideró John C. Hahn, el responsable de la oficina de Londres de la gestora y que unos años antes se había incorporado procedente de Morgan Stanley. Una de ellas se firmó en marzo de ese 2005: la OPA sobre el Grupo Recoletos, en aquellas fechas cotizado en bolsa. Providence se hizo con un 25,5% del consorcio comprador, en el que se encontraban los directivos, que acabó vendiendo tras la adquisición de todo el grupo por el grupo italiano RCS Media dos años más tarde.

Dos meses después de formalizar esa primera compra de Recoletos, Hahn también participó en la otra gran operación que protagonizaron en España. En otro consorcio liderado por ONO para comprar por 2.250 millones de euros los activos de cable de Auna a Banco Santander, Endesa y Unión Fenosa. El fondo, junto con otros como Quadrangle y Thomas H. Lee, se convirtió en accionista de la propia ONO, que sufragó la compra mediante una ampliación de capital -suscrita por estos vehículos- y con deuda. Entraba así en ONO. Nueve años (y muchos problemas) después, logró una venta histórica.

Tal y como reflejó el diario económico Financial Times aquel 17 de marzo, el consejero delegado de Vodafone, Vittorio Colao, y el propio Hahn, que fue quien lideró la negociación de todos los fondos de capital riesgo dueños de ONO, se chocaron las manos en una oficina de Londres. Ambos habían acordado la venta de la 'cablera' por 7.200 millones de euros a la operadora británica en la mayor operación del sector hasta la fecha. Era 1.000 millones más de lo que los banqueros de inversión recomendaban para una potencial colocación en bolsa, cuyos trámites ya habían iniciado en parte como una forma de presionar para lograr la venta. La ganancia fue importante: un 60%. El resultado para la teleco británica no fue, probablemente, el esperado. Y, sobre todo, el movimiento iniciado desembocó en una contestación también 'milmillonaria' de Orange, al adquirir Jazztel, en lo que vino a ser la segunda gran ola de consolidación de las telecos en España. 

Ese apretón de manos en 2014 no iba a ser el final de las inversiones en las telecos de Providence. Ese 60% de beneficio no iba a ser suficiente para Hahn y Nelson. En 2016, Másmóvil dio el golpe definitivo encima de la mesa para convertirse en el cuarto operador y compró Yoigo por 612 millones de euros después de superar en la 'subasta' a otro fondo conocido en el sector, Zegona, que hoy es el máximo accionista de Euskaltel. Esta adquisición no era posible sin ayuda -en aquellas fechas el operador dirigido por Meinrad Spenger valía menos de 500 millones en el MAB- y los estadounidenses se iban a convertir en su particular muleta con un bono convertible de más de 160 millones de euros.

Después de esa operación, Másmóvil se disparó en bolsa. Dio el salto del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) al continuo y, en última instancia, al Ibex 35. Aquella valoración tras el 'asalto' a Yoigo fue pulverizada, superando ampliamente la barrera de los 2.000 millones en los primeros meses de 2019. Providence quería hacer líquida parte de esa inversión y Spenger y su equipo no querían esperar más, pues la revalorización de las acciones jugaba en su contra. Finalmente lo anunció en abril de ese año y lo completó en dos tramos. Pagó 883 millones de euros, que suponía para los estadounidenses multiplicar por más de 5 inversión tres años antes. Tenía la opción de salir definitivamente y no lo hizo. Participó en la ampliación de capital para repagarlo, con lo que se mantuvo con más de un 6%.

Ahora quiere repetir la jugada, subiendo mucho más la apuesta. Podía haber comprometido la venta del 9% que hoy tiene en el operador y volver a su cuartel general en Providence. Pero quiere seguir en el juego. Venderá esos títulos al consorcio de fondos, en el que también están ellos y que se reparte al 33%. Es decir, recibirá formalmente unos 270 millones de euros al precio ofrecido en la OPA pero tendrá que invertir en torno a 1.000 millones en base a ese reparto accionarial con el resto de socios (KKR y Cinven). Su apuesta, al igual que sus compañeros de viaje: habrá una consolidación, ya sea española o europea, y la compañía española es uno de los candidatos claros. Fuentes conocedoras de la situación aseguraban a La Información que la relación con el equipo directivo de la teleco es buena. En todo este tiempo se han caracterizado por no ser especialmente intervencionistas en la gestión.

En caso de que la OPA salga adelante, ese 33% de Másmóvil no será el único activo que mantengan en España. Hoy tiene una participación del 20% de toda la facturación comercial del Real Madrid -tras aportar 200 millones de euros de financiación en 2017- y es el dueño de la antigua NACE Schools, comprada en el año 2017 a Magnum Capital, dirigido por Ángel Corcóstegui, por 350 millones de euros. Quince años después, aquel fondo silencioso que irrumpía en este país para comprar el Grupo Recoletos junto con directivos como Jaime Castellanos sube su apuesta para tratar de repetir el campanazo.

Mostrar comentarios