Tregua después de la fuerte sacudida vivida el mes pasado en la cúpula de Indra. Los mayores asesores de voto ('proxy advisors') respaldan a la empresa tecnológica española de cara a la decisiva junta general de accionistas. Tanto el estadounidense ISS como el europeo Proxinvest, a través de su socio español Corporance, apoyan el controvertido nombramiento de Marc Murtra como presidente no ejecutivo, que deberá ser ratificado en la asamblea, y también la reorganización del poder con dos consejeros delegados solidarios para las áreas de Defensa y Tecnología.
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) hizo valer su 18% en la empresa para forzar la salida de Fernando Abril-Martorell de la presidencia de Indra por falta de confianza. A los choques vividos en los dos últimos años había que sumar las diferencias respecto a la renovación del contrato y las pretensiones económicas del ejecutivo. Esto desembocó en un terremoto que sumió a la compañía en una gran incertidumbre durante varios días por la pugna en el consejo respecto a su sustituto. Después del 'tira y afloja' con los consejeros independientes, Murtra perdió sus poderes en favor de Ignacio Mataix y Cristina Ruiz.
Esa mayoría de los independientes es uno de los argumentos principales esgrimidos, precisamente, por ISS para defender la necesidad de ese voto de confianza. El asesor estadounidense tira de manual para respaldar los cambios que acarrearon la crisis de gobierno. "El consejo cumple con la cuota de independencia del 50%", se limita a asegurar en el informe, al que ha tenido acceso La Información y que se ha elaborado con cierta celeridad pues fue el pasado 10 de junio cuando se celebró un encuentro con la empresa para escuchar la explicación sobre el proceso de selección del nuevo presidente. En concreto, insiste en que hay un 54% de independientes frente a un 46% de consejeros ejecutivos y dominicales.
Esa misma posición favorable la extiende a los dos nuevos consejeros y a la reelección de algunos de esos independientes. "Hay una ausencia de preocupación sobre las nominaciones de consejeros independientes", apunta. Respecto a los cambios en las retribuciones, que ahora se deberán repartir entre los dos CEO y el propio Murtra, entiende que son cifras "adecuadas". Sobre el plan de incentivos que concluirá en el año 2023, entiende que se aporta información "suficiente" y los criterios para medir el rendimiento están "bien definidos".
Corporance: separación de poderes
Por su parte, Corporance también hace lo propio y respalda todos estos movimientos en la empresa semipública. En concreto, da la bienvenida a la separación de los poderes de gestión y de control con la colocación de Murtra como no ejecutivo, algo que hasta ahora estaba concentrado en la presidencia ejecutiva. Esa 'unipersonalidad' no es especialmente bien vista por los asesores de voto. Sobre esa mayor presencia de independientes en el consejo, que han resultado determinantes para el resultado final de la crisis de gobierno corporativo, este asesor tiene una visión distinta a la de la propia compañía, pues excluye de ese grupo a Carmen Aquerreta, exsocia de Deloitte -auditor de Indra desde 2016- en Reino Unido.
De Mataix y de Ruiz, los dos nuevos consejeros delegados, destaca la experiencia profesional acumulada, por lo que recomiendan el apoyo a su reelección como consejeros ejecutivos. Respecto a Murtra reproduce los argumentos utilizados por el Comité de Nombramientos y que se hicieron públicos el día en el que el consejo de administración dio luz ver de a los nombramientos, entre los que destaca su "gran experiencia" en el sector público, su capacidad de diálogo y su perfil que servirán "como puente entre Indra y las diferentes administraciones".
Sobre la política de remuneración, Corporance destaca que la retribución fija de Mataix y Ruiz es inferior a la mediana de empresas españolas y otros rivales tecnológicos. En cuanto a la parte variable agregada de sus emolumentos está significativamente por encima de los límites que ellos marcan. Sin embargo, entienden que, entre otros factores, los objetivos que determinarán el cobro de esas cantidades máximas son "lo suficientemente ambiciosos" como para darle 'luz verde' en la junta.
El gobierno con dos CEO
Con este respaldo unánime, que también se complementa con otros asesores de voto importantes como Glass Lewis, y con el apoyo de la propia Sepi y Corporación Financiera Alba -que ha defendido su posición neutral en este conflicto-, lo lógico es que Indra salve con cierta tranquilidad la junta general de accionistas un mes después de la sacudida. Tras conseguir ese beneplácito del inversor, queda lo más complicado: hacer que la estructura de la cúpula directiva, con dos CEO reportando al consejo de manera independiente, sea gobernable y sostenible en el tiempo.
El trabajo previo de algunos de los 'proxy solicitors' como Georgeson, cuya contratación por parte de la propia Indra fue adelantada por La Información, ha allanado el camino de la junta general. La cuenta atrás ya ha comenzado. En el parqué bursátil, la tecnológica ha vivido un cierto respiro en la última semana después del fuerte golpe surgido por la sucesión. En siete días ha ganado casi un 10%.
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